CIUDAD DEL VATICANO, 26 JUN 2007 (VIS).-"En solidaridad con la Gente del Mar, testigos de esperanza por la Palabra de Dios, la Liturgia y la Diaconía", es el tema del XXII Congreso Mundial del Apostolado del Mar que se celebra en Gdynia, (Polonia) del 24 al 29 de junio, patrocinado por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
El Apostolado del Mar (AM) es una obra eclesial para el apostolado que cuenta con más de 110 centros para marineros y capellanías presentes en casi todos los puertos principales del mundo. Se estima que los pertenecientes a la marina mercantil sean 1.200.000 personas, la mayor parte de las cuales católicas y procedentes de los países más pobres, mientras los miembros del sector pesquero ronden los 41 millones.
Los congresos del AM tienen lugar cada cinco años; la sede del último, en 2002, fue Río de Janeiro. Durante la presentación del convenio actual, el arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, explicó que "el contexto en el que estamos llamados a dar testimonio como A.M. (que es también la práctica de la esperanza en los diferentes aspectos de nuestra vida), sigue siendo hoy día uno de los más difíciles, exigentes y peligrosos".
"En ningún otro tiempo hemos contemplado tanta prosperidad, abundancia y avances tecnológicos en la industria marítima -dijo-, pero aún así innumerables trabajadores del mar se encuentran en extrema necesidad, puesto que muchos se enfrentan a nuevas formas de esclavitud en sus condiciones de vida y de trabajo".
"Nuestro apostolado en el A.M. es un apostolado de presencia y de servicio. Nuestra vocación es la de encarnar el amor de Cristo, especialmente en los que sufren, los enfermos, los marginados y los pobres. A menudo, también estamos llamados a estar al lado de los marinos, en defensa de sus derechos, y al hacer esto, estamos ejerciendo la misión profética de la Iglesia, puesto que para nosotros, el amor de Dios y el amor hacia el prójimo residen en el corazón de la justicia social".
"La elección del tema (...) refleja nuestra convicción de que el papel del A.M., fiel a su tradición e identidad, se halla también en el contexto histórico en el que vive y trabaja hoy día la gente del mar -agregó-. Es en este mundo que estamos llamados a comprometernos, a vivir plenamente el Evangelio. (...) La Iglesia, como comunidad, se dedica a la difusión de este Evangelio de esperanza en un mundo que ha perdido muchos de sus signos y puntos de referencia".
CON-SM/PASTORAL DEL MAR/MARCHETTO VIS 20070626 (430)
El Apostolado del Mar (AM) es una obra eclesial para el apostolado que cuenta con más de 110 centros para marineros y capellanías presentes en casi todos los puertos principales del mundo. Se estima que los pertenecientes a la marina mercantil sean 1.200.000 personas, la mayor parte de las cuales católicas y procedentes de los países más pobres, mientras los miembros del sector pesquero ronden los 41 millones.
Los congresos del AM tienen lugar cada cinco años; la sede del último, en 2002, fue Río de Janeiro. Durante la presentación del convenio actual, el arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, explicó que "el contexto en el que estamos llamados a dar testimonio como A.M. (que es también la práctica de la esperanza en los diferentes aspectos de nuestra vida), sigue siendo hoy día uno de los más difíciles, exigentes y peligrosos".
"En ningún otro tiempo hemos contemplado tanta prosperidad, abundancia y avances tecnológicos en la industria marítima -dijo-, pero aún así innumerables trabajadores del mar se encuentran en extrema necesidad, puesto que muchos se enfrentan a nuevas formas de esclavitud en sus condiciones de vida y de trabajo".
"Nuestro apostolado en el A.M. es un apostolado de presencia y de servicio. Nuestra vocación es la de encarnar el amor de Cristo, especialmente en los que sufren, los enfermos, los marginados y los pobres. A menudo, también estamos llamados a estar al lado de los marinos, en defensa de sus derechos, y al hacer esto, estamos ejerciendo la misión profética de la Iglesia, puesto que para nosotros, el amor de Dios y el amor hacia el prójimo residen en el corazón de la justicia social".
"La elección del tema (...) refleja nuestra convicción de que el papel del A.M., fiel a su tradición e identidad, se halla también en el contexto histórico en el que vive y trabaja hoy día la gente del mar -agregó-. Es en este mundo que estamos llamados a comprometernos, a vivir plenamente el Evangelio. (...) La Iglesia, como comunidad, se dedica a la difusión de este Evangelio de esperanza en un mundo que ha perdido muchos de sus signos y puntos de referencia".
CON-SM/PASTORAL DEL MAR/MARCHETTO VIS 20070626 (430)
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