CIUDAD DEL VATICANO, 9 MAY 2007 (VIS).-Después de aterrizar a las 16,00 (21,00 de Roma) en el aeropuerto internacional brasileño de Sao Paulo-Guarulhos, con el que dio inicio su sexto viaje apostólico fuera de Italia, Benedicto XVI fue recibido por el presidente de la República federal, Luiz Inacio Lula da Silva, acompañado por las autoridades civiles, militares y religiosas.
En el discurso de bienvenida, el Papa afirmó que su visita tenía "un objetivo que supera las fronteras nacionales: vengo a presidir en Aparecida -dijo-, la sesión de apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Por una providencial manifestación de la bondad del Creador, este país deberá servir de cuna para las propuestas eclesiales que, si Dios quiere, darán un vigor renovado y un impulso misionero a este continente".
El hecho de que la mayoría de los ciudadanos de este país sean católicos, continuó el Santo Padre, "significa que deben contribuir de modo particular al servicio del bien común de la nación. La solidaridad será, sin duda, una palabra llena de contenido cuando las fuerzas vivas de la sociedad, cada una en su propio ámbito, se empeñen seriamente en construir un futuro de paz y de esperanza para todos".
"Sé que el alma de este pueblo, así como el de toda América Latina -añadió-, conserva valores radicalmente cristianos que nunca serán cancelados. Estoy seguro de que en Aparecida, durante la Conferencia General del Episcopado, esta identidad será reforzada, al promover el respeto a la vida, desde la concepción hasta su muerte natural, como exigencia propia de la naturaleza humana; hará también de la promoción de la persona humana el eje de la solidaridad, especialmente con los pobres y los desamparados".
Benedicto XVI subrayó que "la Iglesia solo desea indicar los valores morales de cada situación y formar a los ciudadanos para que puedan decidir consciente y libremente; en este sentido, no dejará de insistir en el compromiso necesario para asegurar el fortalecimiento de la familia -como célula madre de la sociedad; de la juventud -cuya formación constituye un factor decisivo para el futuro de una nación- y, finalmente, pero no por último, defendiendo y promoviendo los valores subyacentes en todos los estratos de la sociedad, especialmente de los pueblos indígenas".
Terminado el discurso, el Papa se trasladó en helicóptero al aeropuerto de "Campo de Marte" en Sao Paulo, donde fue recibido por las autoridades locales. Desde allí se dirigió en papamóvil al Monasterio de Sao Bento. Tras rezar unos minutos en la capilla, se asomó al balcón del monasterio para saludar y bendecir a las personas que le esperaban.
PV-BRASIL/LLEGADA/SAO PAULO VIS 20070510 (440)
En el discurso de bienvenida, el Papa afirmó que su visita tenía "un objetivo que supera las fronteras nacionales: vengo a presidir en Aparecida -dijo-, la sesión de apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Por una providencial manifestación de la bondad del Creador, este país deberá servir de cuna para las propuestas eclesiales que, si Dios quiere, darán un vigor renovado y un impulso misionero a este continente".
El hecho de que la mayoría de los ciudadanos de este país sean católicos, continuó el Santo Padre, "significa que deben contribuir de modo particular al servicio del bien común de la nación. La solidaridad será, sin duda, una palabra llena de contenido cuando las fuerzas vivas de la sociedad, cada una en su propio ámbito, se empeñen seriamente en construir un futuro de paz y de esperanza para todos".
"Sé que el alma de este pueblo, así como el de toda América Latina -añadió-, conserva valores radicalmente cristianos que nunca serán cancelados. Estoy seguro de que en Aparecida, durante la Conferencia General del Episcopado, esta identidad será reforzada, al promover el respeto a la vida, desde la concepción hasta su muerte natural, como exigencia propia de la naturaleza humana; hará también de la promoción de la persona humana el eje de la solidaridad, especialmente con los pobres y los desamparados".
Benedicto XVI subrayó que "la Iglesia solo desea indicar los valores morales de cada situación y formar a los ciudadanos para que puedan decidir consciente y libremente; en este sentido, no dejará de insistir en el compromiso necesario para asegurar el fortalecimiento de la familia -como célula madre de la sociedad; de la juventud -cuya formación constituye un factor decisivo para el futuro de una nación- y, finalmente, pero no por último, defendiendo y promoviendo los valores subyacentes en todos los estratos de la sociedad, especialmente de los pueblos indígenas".
Terminado el discurso, el Papa se trasladó en helicóptero al aeropuerto de "Campo de Marte" en Sao Paulo, donde fue recibido por las autoridades locales. Desde allí se dirigió en papamóvil al Monasterio de Sao Bento. Tras rezar unos minutos en la capilla, se asomó al balcón del monasterio para saludar y bendecir a las personas que le esperaban.
PV-BRASIL/LLEGADA/SAO PAULO VIS 20070510 (440)
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