CIUDAD DEL VATICANO, 21 DIC 2006 (VIS.-Como es tradicional en estas fechas, el Papa recibió hoy a un grupo de chicas y chicos de la Acción Católica Italiana que vinieron a felicitarle la Navidad.
Refiriéndose al "eslogan" que les acompaña este año en su camino de formación, "Bello, verdadero", el Santo Padre dijo: "La Navidad es el gran misterio de la Verdad y de la Belleza de Dios, que viene entre nosotros para salvar a todos. El nacimiento de Jesús no es un cuento: es una historia que sucedió realmente en Belén hace dos mil años. La fe nos hace reconocer en aquel Niño pequeño nacido de la Virgen María al verdadero hijo de Dios, que se hizo hombre por amor a nosotros".
"En el rostro del pequeño Jesús -continuó-, contemplamos el rostro de Dios, que no se revela con la fuerza o la potencia, sino mediante la debilidad y la fragilidad de un niño. Este "Niño Dios" (...) muestra la fidelidad y la ternura del amor sin límites con el que Dios rodea a cada uno de nosotros. Por eso celebramos la Navidad, reviviendo la misma experiencia de los pastores de Belén".
Benedicto XVI puso de relieve que "el estupor que sentimos ante el encanto de la Navidad se refleja en cierto modo en la maravilla de cada nacimiento y nos invita a reconocer al Niño Jesús en todos los niños, que son la alegría de la Iglesia y la esperanza del mundo".
Tras asegurar a los jóvenes que tenía confianza en ellos, el Papa les pidió que fueran "amigos y testigos de Jesús, venido a Belén entre nosotros. ¿No es bonito darlo a conocer cada vez más entre vuestros amigos, en las ciudades, en las parroquias y en vuestras familias? La Iglesia -terminó- tiene necesidad de vosotros, para estar cerca de todos los niños que viven en Italia. Dad testimonio de que Jesús no os quita la alegría, sino que os hace más humanos, más verdaderos, más hermosos".
AC/NAVIDAD/ACCION CATOLICA VIS 20061221 (350)
Refiriéndose al "eslogan" que les acompaña este año en su camino de formación, "Bello, verdadero", el Santo Padre dijo: "La Navidad es el gran misterio de la Verdad y de la Belleza de Dios, que viene entre nosotros para salvar a todos. El nacimiento de Jesús no es un cuento: es una historia que sucedió realmente en Belén hace dos mil años. La fe nos hace reconocer en aquel Niño pequeño nacido de la Virgen María al verdadero hijo de Dios, que se hizo hombre por amor a nosotros".
"En el rostro del pequeño Jesús -continuó-, contemplamos el rostro de Dios, que no se revela con la fuerza o la potencia, sino mediante la debilidad y la fragilidad de un niño. Este "Niño Dios" (...) muestra la fidelidad y la ternura del amor sin límites con el que Dios rodea a cada uno de nosotros. Por eso celebramos la Navidad, reviviendo la misma experiencia de los pastores de Belén".
Benedicto XVI puso de relieve que "el estupor que sentimos ante el encanto de la Navidad se refleja en cierto modo en la maravilla de cada nacimiento y nos invita a reconocer al Niño Jesús en todos los niños, que son la alegría de la Iglesia y la esperanza del mundo".
Tras asegurar a los jóvenes que tenía confianza en ellos, el Papa les pidió que fueran "amigos y testigos de Jesús, venido a Belén entre nosotros. ¿No es bonito darlo a conocer cada vez más entre vuestros amigos, en las ciudades, en las parroquias y en vuestras familias? La Iglesia -terminó- tiene necesidad de vosotros, para estar cerca de todos los niños que viven en Italia. Dad testimonio de que Jesús no os quita la alegría, sino que os hace más humanos, más verdaderos, más hermosos".
AC/NAVIDAD/ACCION CATOLICA VIS 20061221 (350)
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