CIUDAD DEL VATICANO, 23 SEP 2006 (VIS).-El Papa recibió esta mañana en Castelgandolfo a 98 obispos de 44 países de 4 continentes que han participado en el Curso de Actualización, organizado anualmente por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cuyo prefecto es el cardenal Ivan Dias.
El Santo Padre puso de relieve los esfuerzos que deben realizar para que el anuncio evangélico llegue a todos, así como la exigencia de evangelizar las culturas y "alimentar un diálogo sincero y abierto con todos, para construir juntos una humanidad más fraterna y solidaria".
"Sólo con el impulso del amor de Cristo -continuó- es posible llevar a cabo esta labor apostólica, que exige el ardor intrépido de quien por el Señor no teme ni siquiera la persecución y la muerte". En este contexto, recordó los "heroicos testigos del Evangelio" de los siglos pasados y también recientemente, como Sor Leonella Sgorbati, "misionera de la Consolata, bárbaramente asesinada en Mogadiscio, Somalia" el 17 de septiembre.
Benedicto XVI afirmó que para ser buenos pastores debían dar ejemplo en todo. Para ello es necesario, dijo, "dar especial importancia a la oración y a la incesante tendencia a la santidad". Asimismo, pidió a los obispos que se preocuparan de "una seria formación de los seminaristas y de una actualización permanente de los sacerdotes y de los catequistas".
"Mantener la unidad de la fe en la diversidad de sus expresiones culturales -subrayó- es otro servicio precioso que se os exige". Para ello, continuó, hay que estar "unidos al rebaño, según el ejemplo de Cristo, Buen Pastor, y que el rebaño camine siempre unido a vosotros. Como centinelas del Pueblo de Dios, evitad con firmeza y valentía las divisiones, especialmente cuando se deben a motivos étnicos y socio-culturales, ya que atentan a la unidad de la fe y debilitan el anuncio y el testimonio del Evangelio de Cristo".
Tras manifestar su alegría por el "continuo florecimiento de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa" en muchas de sus iglesias, el Papa pidió a los prelados que se preocuparan de que en los seminarios haya "un número suficiente de formadores, elegidos y preparados con atención, que sean sobre todo ejemplos y modelos para los seminaristas. (...) De la preparación de los futuros sacerdotes y de todos los demás agentes de la pastoral, en particular de los catequistas -terminó- depende el futuro de vuestras comunidades y el de la Iglesia universal".
AC/OBISPOS:EVANGELIZACION/DIAS VIS 20060925 (400)
El Santo Padre puso de relieve los esfuerzos que deben realizar para que el anuncio evangélico llegue a todos, así como la exigencia de evangelizar las culturas y "alimentar un diálogo sincero y abierto con todos, para construir juntos una humanidad más fraterna y solidaria".
"Sólo con el impulso del amor de Cristo -continuó- es posible llevar a cabo esta labor apostólica, que exige el ardor intrépido de quien por el Señor no teme ni siquiera la persecución y la muerte". En este contexto, recordó los "heroicos testigos del Evangelio" de los siglos pasados y también recientemente, como Sor Leonella Sgorbati, "misionera de la Consolata, bárbaramente asesinada en Mogadiscio, Somalia" el 17 de septiembre.
Benedicto XVI afirmó que para ser buenos pastores debían dar ejemplo en todo. Para ello es necesario, dijo, "dar especial importancia a la oración y a la incesante tendencia a la santidad". Asimismo, pidió a los obispos que se preocuparan de "una seria formación de los seminaristas y de una actualización permanente de los sacerdotes y de los catequistas".
"Mantener la unidad de la fe en la diversidad de sus expresiones culturales -subrayó- es otro servicio precioso que se os exige". Para ello, continuó, hay que estar "unidos al rebaño, según el ejemplo de Cristo, Buen Pastor, y que el rebaño camine siempre unido a vosotros. Como centinelas del Pueblo de Dios, evitad con firmeza y valentía las divisiones, especialmente cuando se deben a motivos étnicos y socio-culturales, ya que atentan a la unidad de la fe y debilitan el anuncio y el testimonio del Evangelio de Cristo".
Tras manifestar su alegría por el "continuo florecimiento de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa" en muchas de sus iglesias, el Papa pidió a los prelados que se preocuparan de que en los seminarios haya "un número suficiente de formadores, elegidos y preparados con atención, que sean sobre todo ejemplos y modelos para los seminaristas. (...) De la preparación de los futuros sacerdotes y de todos los demás agentes de la pastoral, en particular de los catequistas -terminó- depende el futuro de vuestras comunidades y el de la Iglesia universal".
AC/OBISPOS:EVANGELIZACION/DIAS VIS 20060925 (400)
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