CIUDAD DEL VATICANO, 1 JUN 2006 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy a los participantes en la tercera reunión del XI consejo ordinario del Sínodo de los Obispos que, encabezados por el secretario general, el arzobispo Nikola Eterovic, están recopilando y ordenando las propuestas surgidas en el último sínodo, "La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia", que tuvo lugar en otoño de 2005.
"El encuentro actual -dijo Benedicto XVI- es una ocasión propicia para subrayar de nuevo la importancia de la caridad en la actividad de los pastores de la Iglesia. (...) Nutrir al rebaño del Señor es un ministerio de amor vigilante que exige una dedicación total hasta el extremo de las fuerzas y, si es necesario, hasta el sacrificio de la vida. La Eucaristía es sobre todo la fuente y el secreto del impulso permanente de nuestra misión".
"En realidad, el obispo -subrayó el Papa-, configura en su existencia eclesial la imagen de Cristo que nos nutre con su carne y su sangre. De la Eucaristía el Pastor obtiene fuerzas para ejercer esa caridad pastoral particular que consiste en dar al pueblo cristiano el alimento de la verdad".
"La verdad del amor no puede silenciarse, porque es la esencia de Dios. Predicarla "desde los tejados" es no solo "amoris officium", sino mensaje necesario para el ser humano de cada época. La verdad del amor evangélico interesa a cada ser humano y a la entera humanidad y obliga al pastor a proclamarla sin temores ni reticencias, sin ceder nunca a los condicionamientos del mundo".
El Papa finalizó su breve discurso recordando a los obispos que "en una época como la nuestra, caracterizada por el fenómeno cada vez más creciente de la globalización, es siempre más necesario hacer llegar a todos, con vigor y claridad, la verdad de Cristo y su Evangelio de salvación. Los campos donde proclamar y testimoniar con amor la verdad son innumerables: tanta gente tiene hambre y no puede languidecer en busca de alimento".
AC/SINODO OBISPOS/... VIS 20060601 (340)
"El encuentro actual -dijo Benedicto XVI- es una ocasión propicia para subrayar de nuevo la importancia de la caridad en la actividad de los pastores de la Iglesia. (...) Nutrir al rebaño del Señor es un ministerio de amor vigilante que exige una dedicación total hasta el extremo de las fuerzas y, si es necesario, hasta el sacrificio de la vida. La Eucaristía es sobre todo la fuente y el secreto del impulso permanente de nuestra misión".
"En realidad, el obispo -subrayó el Papa-, configura en su existencia eclesial la imagen de Cristo que nos nutre con su carne y su sangre. De la Eucaristía el Pastor obtiene fuerzas para ejercer esa caridad pastoral particular que consiste en dar al pueblo cristiano el alimento de la verdad".
"La verdad del amor no puede silenciarse, porque es la esencia de Dios. Predicarla "desde los tejados" es no solo "amoris officium", sino mensaje necesario para el ser humano de cada época. La verdad del amor evangélico interesa a cada ser humano y a la entera humanidad y obliga al pastor a proclamarla sin temores ni reticencias, sin ceder nunca a los condicionamientos del mundo".
El Papa finalizó su breve discurso recordando a los obispos que "en una época como la nuestra, caracterizada por el fenómeno cada vez más creciente de la globalización, es siempre más necesario hacer llegar a todos, con vigor y claridad, la verdad de Cristo y su Evangelio de salvación. Los campos donde proclamar y testimoniar con amor la verdad son innumerables: tanta gente tiene hambre y no puede languidecer en busca de alimento".
AC/SINODO OBISPOS/... VIS 20060601 (340)
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