CIUDAD DEL VATICANO, 22 JUN 2006 (VIS).-El Papa recibió esta mañana a 100 participantes en el encuentro anual de la ROACO (Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales) y les dio las gracias por el servicio que desarrollan desde 1968, "sosteniendo las actividades pastorales, educativas y asistenciales y atendiendo las necesidades urgentes" de estas Iglesias.
Refiriéndose a las comunidades católicas orientales de Tierra Santa, el Santo Padre recordó "las serias dificultades que están viviendo por el clima de gran inseguridad, por la falta de trabajo, por las innumerables restricciones, con el consiguiente aumento de la pobreza, que constituyen para todos nosotros un motivo de sufrimiento."
"Se trata -continuó- de una situación que hace bastante incierto el futuro educativo, profesional y familiar de las jóvenes generaciones, por desgracia fuertemente tentadas de dejar para siempre la tan querida tierra natal. Esto se verifica también en otras áreas de Oriente Medio, como Irak e Irán, que se benefician providencialmente de vuestra consideración generosa".
Benedicto XVI afirmó que para afrontar estos problemas tan graves el "nuestro deber primordial y fundamental es perseverar en una oración confiada al Señor, que nunca abandona a sus hijos en la prueba. A ella se une una activa solicitud fraterna, capaz de encontrar vías siempre nuevas y a veces inesperadas, para afrontar las necesidades de aquellas poblaciones".
"Invito a los pastores y a los fieles, a todos los responsables de la comunidad civil, para que favoreciendo el respeto mutuo entre culturas y religiones -terminó-, se creen cuanto antes en toda la región de Oriente Medio las condiciones para una convivencia serena y pacífica".
AC/.../ROACO VIS 20060622 (280)
Refiriéndose a las comunidades católicas orientales de Tierra Santa, el Santo Padre recordó "las serias dificultades que están viviendo por el clima de gran inseguridad, por la falta de trabajo, por las innumerables restricciones, con el consiguiente aumento de la pobreza, que constituyen para todos nosotros un motivo de sufrimiento."
"Se trata -continuó- de una situación que hace bastante incierto el futuro educativo, profesional y familiar de las jóvenes generaciones, por desgracia fuertemente tentadas de dejar para siempre la tan querida tierra natal. Esto se verifica también en otras áreas de Oriente Medio, como Irak e Irán, que se benefician providencialmente de vuestra consideración generosa".
Benedicto XVI afirmó que para afrontar estos problemas tan graves el "nuestro deber primordial y fundamental es perseverar en una oración confiada al Señor, que nunca abandona a sus hijos en la prueba. A ella se une una activa solicitud fraterna, capaz de encontrar vías siempre nuevas y a veces inesperadas, para afrontar las necesidades de aquellas poblaciones".
"Invito a los pastores y a los fieles, a todos los responsables de la comunidad civil, para que favoreciendo el respeto mutuo entre culturas y religiones -terminó-, se creen cuanto antes en toda la región de Oriente Medio las condiciones para una convivencia serena y pacífica".
AC/.../ROACO VIS 20060622 (280)
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