CIUDAD DEL VATICANO, 28 ABR 2006 (VIS).-Hoy se hizo público un mensaje del Papa a los participantes en la XII sesión plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que se celebra del 28 de abril al 2 de mayo en el Vaticano, sobre el tema: "¿Juventud que desaparece? Solidaridad con los niños y los jóvenes en una época turbulenta".
Benedicto XVI afirma que hoy existen "dos tendencias significativas e interrelacionadas: por un lado, un incremento de la esperanza de vida, y por otro, una disminución de los índices de natalidad".
"Esta situación -continúa- es el resultado de una serie de causas múltiples y complejas", cuyas "razones últimas son morales y espirituales; están relacionadas con una preocupante pérdida de fe, de esperanza y de amor. (...) Quizá la falta de un amor creativo y abierto a la esperanza es el motivo por el que muchas parejas no se casan, o explica porqué fracasan tantos matrimonios y porqué los índices de natalidad han disminuido notablemente".
El Santo Padre pone de relieve que los niños y los jóvenes, "a menudo, en vez de sentir cariño y de sentirse amados, son simplemente tolerados. En una "época de turbulencia", no encuentran guías morales adecuados en el mundo de los adultos" y muchos "crecen en una sociedad que olvida a Dios y la dignidad innata de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios. En un mundo caracterizado por procesos de globalización cada vez más rápidos, están expuestos únicamente a una visión materialista del universo, de la vida y de la realización humana".
"Los padres, educadores y responsables de la sociedad (...) no pueden renunciar a su responsabilidad de inculcar en los niños y en los jóvenes el deber de elegir un proyecto de vida dirigido a la felicidad auténtica, capaz de distinguir entre la verdad y la mentira, el bien y el mal, la justicia y la injusticia, el mundo real y el mundo de la "realidad virtual".
Benedicto XVI anima a los participantes en la plenaria a afrontar en los próximos días el tema de la libertad interior, "condición para un auténtico crecimiento humano", ya que, dice, "si no existe o si se pone en peligro, los jóvenes experimentan la frustración y son incapaces de luchar con generosidad por los ideales que plasman sus vidas como individuos y miembros de la sociedad".
Los cristianos, termina el Papa, "deben convencerse de que la fe, vivida en la plenitud de la caridad y transmitida a las nuevas generaciones, es un elemento esencial para construir un futuro mejor y salvaguardar la solidaridad intergeneracional".
MESS/PLENARIA/ACAD-SS VIS 20060428 (440)
Benedicto XVI afirma que hoy existen "dos tendencias significativas e interrelacionadas: por un lado, un incremento de la esperanza de vida, y por otro, una disminución de los índices de natalidad".
"Esta situación -continúa- es el resultado de una serie de causas múltiples y complejas", cuyas "razones últimas son morales y espirituales; están relacionadas con una preocupante pérdida de fe, de esperanza y de amor. (...) Quizá la falta de un amor creativo y abierto a la esperanza es el motivo por el que muchas parejas no se casan, o explica porqué fracasan tantos matrimonios y porqué los índices de natalidad han disminuido notablemente".
El Santo Padre pone de relieve que los niños y los jóvenes, "a menudo, en vez de sentir cariño y de sentirse amados, son simplemente tolerados. En una "época de turbulencia", no encuentran guías morales adecuados en el mundo de los adultos" y muchos "crecen en una sociedad que olvida a Dios y la dignidad innata de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios. En un mundo caracterizado por procesos de globalización cada vez más rápidos, están expuestos únicamente a una visión materialista del universo, de la vida y de la realización humana".
"Los padres, educadores y responsables de la sociedad (...) no pueden renunciar a su responsabilidad de inculcar en los niños y en los jóvenes el deber de elegir un proyecto de vida dirigido a la felicidad auténtica, capaz de distinguir entre la verdad y la mentira, el bien y el mal, la justicia y la injusticia, el mundo real y el mundo de la "realidad virtual".
Benedicto XVI anima a los participantes en la plenaria a afrontar en los próximos días el tema de la libertad interior, "condición para un auténtico crecimiento humano", ya que, dice, "si no existe o si se pone en peligro, los jóvenes experimentan la frustración y son incapaces de luchar con generosidad por los ideales que plasman sus vidas como individuos y miembros de la sociedad".
Los cristianos, termina el Papa, "deben convencerse de que la fe, vivida en la plenitud de la caridad y transmitida a las nuevas generaciones, es un elemento esencial para construir un futuro mejor y salvaguardar la solidaridad intergeneracional".
MESS/PLENARIA/ACAD-SS VIS 20060428 (440)
No hay comentarios:
Publicar un comentario