CIUDAD DEL VATICANO, 14 MAR 2006 (VIS).-En una carta dirigida a los obispos de todo el mundo, el cardenal Ignace Moussa Daoud, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, pide que sus comunidades eclesiales sostengan a los cristianos de Tierra Santa, especialmente con la tradicional colecta anual del Viernes Santo.
"La Tierra del Señor -se lee en la carta- sigue siendo, en efecto, teatro de un conflicto que se prolonga desde hace décadas y que priva a las comunidades y a las instituciones católicas de los medios adecuados para el mantenimiento y la promoción de las actividades religiosas, humanitarias y culturales. Esa dolorosa situación provoca pobreza y paro, con duras consecuencias para las familias y para el conjunto de la población y alimenta el preocupante fenómeno del éxodo continuo de los cristianos, sobre todo de los matrimonios jóvenes, que no encuentran perspectivas para un futuro seguro y digno".
"Sin embargo -continúa-, la presencia de los cristianos en Tierra Santa hoy es más necesaria que nunca para lograr un futuro pacífico en aquella región y también para el bien de toda la Iglesia universal, que ha de encontrar en los Santos Lugares comunidades vivas que profesan la fe evangélica".
El cardenal Daoud recuerda que Benedicto XVI, en la audiencia a los participantes en la Asamblea de la ROACO (Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales) en junio de 2005, subrayó que "algunos signos positivos de los últimos meses, hacen más sólida la esperanza de que no tarde en llegar el día de la reconciliación entre las diversas comunidades presentes en Tierra Santa; y por esto no cesamos de rezar con confianza". Ésta es, pues, la apremiante responsabilidad de la Iglesia universal con respecto a la Iglesia Madre de Jerusalén, "hacia la cual todos los cristianos tienen una deuda inolvidable", según las mismas palabras del Papa".
"Por tanto, es un deber de todos los católicos del mundo acompañar con la oración y la solidaridad concreta a las comunidades cristianas de aquella Tierra bendita".
CEO/COLECTA TIERRA SANTA/DAOUD VIS 20060314 (350)
"La Tierra del Señor -se lee en la carta- sigue siendo, en efecto, teatro de un conflicto que se prolonga desde hace décadas y que priva a las comunidades y a las instituciones católicas de los medios adecuados para el mantenimiento y la promoción de las actividades religiosas, humanitarias y culturales. Esa dolorosa situación provoca pobreza y paro, con duras consecuencias para las familias y para el conjunto de la población y alimenta el preocupante fenómeno del éxodo continuo de los cristianos, sobre todo de los matrimonios jóvenes, que no encuentran perspectivas para un futuro seguro y digno".
"Sin embargo -continúa-, la presencia de los cristianos en Tierra Santa hoy es más necesaria que nunca para lograr un futuro pacífico en aquella región y también para el bien de toda la Iglesia universal, que ha de encontrar en los Santos Lugares comunidades vivas que profesan la fe evangélica".
El cardenal Daoud recuerda que Benedicto XVI, en la audiencia a los participantes en la Asamblea de la ROACO (Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales) en junio de 2005, subrayó que "algunos signos positivos de los últimos meses, hacen más sólida la esperanza de que no tarde en llegar el día de la reconciliación entre las diversas comunidades presentes en Tierra Santa; y por esto no cesamos de rezar con confianza". Ésta es, pues, la apremiante responsabilidad de la Iglesia universal con respecto a la Iglesia Madre de Jerusalén, "hacia la cual todos los cristianos tienen una deuda inolvidable", según las mismas palabras del Papa".
"Por tanto, es un deber de todos los católicos del mundo acompañar con la oración y la solidaridad concreta a las comunidades cristianas de aquella Tierra bendita".
CEO/COLECTA TIERRA SANTA/DAOUD VIS 20060314 (350)
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