CIUDAD DEL VATICANO, 25 NOV 2005 (VIS).-Benedicto XVI visitó esta mañana la sede romana de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, con motivo de la inauguración del año académico.
La jornada empezó, antes de la llegada del Papa, con una misa celebrada por el cardenal Camillo Ruini, vicario general de la diócesis de Roma, a la que asistieron estudiantes de las otras sedes del ateneo: Milán, Brescia, Piacenza-Cremona y Campobasso, además de Roma.
A las 11,00, en el Aula Magna de la Facultad de Medicina y Cirugía "Agostino Gemelli", comenzó el acto académico con un breve discurso del rector de la Universidad, Lorenzo Ornaghi, al que siguió un saludo del cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Milán (Italia), presidente del Instituto de Estudios Superiores "Giuseppe Toniolo". El padre Gemelli -de quien toma su nombre el famoso policlínico- confió al instituto la fundación de esta Universidad católica.
Tras saludar a las autoridades académicas, el Papa afirmó: "Al encontrarnos aquí juntos, es inevitable no pensar en los momentos llenos de trepidación y de emoción que vivimos durante las últimas veces en que fue hospitalizado Juan Pablo II en este policlínico. En aquellos días, el pensamiento de los católicos de todo el mundo y no sólo de éstos, se dirigió al "Gemelli". Desde las habitaciones del hospital, el Papa impartió una enseñanza sin igual sobre el sentido cristiano de la vida y del sufrimiento, testimoniando en primera persona la verdad del mensaje cristiano". En este contexto, el Papa dio las gracias "por las curas y la atención ofrecidas al Santo Padre".
Tras poner de relieve que por esta universidad pasan miles y miles de jóvenes, Benedicto XVI preguntó: "¿Cómo salen de aquí? ¿Qué cultura han encontrado, asimilado, elaborado? Este es el gran desafío: (...) dar vida a una auténtica Universidad católica, que se caracterice por la calidad de la investigación y de la enseñanza, y al mismo tiempo, por la fidelidad al Evangelio y al magisterio de la Iglesia".
"La Universidad católica -continuó- es un gran laboratorio en el que, según las diversas disciplinas, se elaboran nuevas vías de investigación en un encuentro entre fe y razón que tiene como objetivo recuperar la síntesis entre ambas, (...) a menudo contestada por corrientes importantes de la filosofía moderna. (...) Las cuestiones fundamentales del ser humano -cómo vivir y cómo morir- se excluyen del ámbito de la racionalidad y acaban pasando a la esfera de la subjetividad. De este modo, desaparece la cuestión que dio origen a la universidad -la de la verdad y el bien- para ser sustituida por la cuestión de la factibilidad. Aquí está el gran desafío de las universidades católicas: la investigación científica en el horizonte de una racionalidad diversa de la que hoy está ampliamente extendida, según una razón abierta al trascendente, a Dios".
Benedicto XVI pidió a los profesores y alumnos que echasen las redes al mar,"al alto mar del saber, con pasión renovada por la verdad y por el ser humano, confiando en la palabra de Cristo, también cuando se experimenta el cansancio y la desilusión por no haber "pescado nada". En el vasto mar de la cultura, Cristo siempre tiene necesidad de "pescadores de hombres", es decir, de personas de conciencia y bien preparadas, que pongan sus competencias profesionales al servicio del Reino de Dios. También el trabajo de investigación en la universidad, forma parte de este servicio al Reino y al ser humano si se lleva a cabo en una perspectiva de fe".
Al final del discurso, el Papa se refirió al "Instituto Científico Internacional Pablo VI de investigación sobre la fertilidad y la infertilidad humana, para una procreación responsable", fundado en noviembre de 2000, "un ejemplo elocuente de la síntesis entre verdad y amor, que constituye el centro vital de la cultura católica".
El Santo Padre subrayó que el instituto, "nacido para responder al llamamiento lanzado por Pablo VI en la encíclica "Humanae vitae", tiene como fin ofrecer una base científica segura tanto a la regulación natural de la fertilidad humana como al compromiso de superar de modo natural la eventual infertilidad. Haciendo mío el grato aprecio de mi venerado predecesor por esta iniciativa científica, espero que obtenga el necesario apoyo para desarrollar su importante actividad de investigación".
Terminado el discurso, Benedicto XVI se despidió de las autoridades académicas y de los estudiantes y regresó en automóvil al Vaticano.
BXVI-VISITA UNIVERSIDAD/.../GEMELLI VIS 20051125 (700)
No hay comentarios:
Publicar un comentario