CIUDAD DEL VATICANO, 26 JUN 2004 (VIS).-Hoy, en el Aula Pablo VI, el Santo Padre recibió a los siete mil participantes de la reunión promocionada por el Centro Deportivo Italiano (CSI), nacido hace sesenta años "para proponer a los jóvenes marcados en aquella época por las funestas consecuencias de la Segunda Guerra Mundial -dijo el Papa- la práctica del deporte, no sólo como fuente de bienestar físico, sino como ideal de vida valiente, positivo, optimista, como medio de renovación integral de las persona y de la sociedad".
"Cada uno de vosotros -prosiguió- está llamado a seguir a Cristo y a ser testigo suyo en el ámbito deportivo. (...) Hacer deporte, y no solo hablar de deporte, nos ayuda a descubrir la plena verdad sobre el ser humano". A lo largo de las seis últimas décadas, el CSI "ha trabajado para que los niños, jóvenes y adultos conociesen, a través de las diversas disciplinas deportivas, la riqueza y la belleza del Evangelio".
El esfuerzo del CSI para promover el deporte, agregó Juan Pablo II, "ayudará a las nuevas generaciones a elegir y cultivar los valores auténticos de la vida: el amor por la verdad y la justicia, el gusto de la belleza y de la bondad, la búsqueda de la libertad y la paz auténticas".
"En nuestra época -concluyó- el sistema del deporte a veces parece estar condicionado por la lógica del beneficio, del espectáculo, del doping, de la competición exasperada y por episodios de violencia. Es también tarea vuestra anunciar y dar testimonio de la fuerza humanizadora del Evangelio en el deporte que, si se vive según la visión cristiana, pasa a ser 'principio generador' de relaciones humanas profundas y favorece la construcción de un mundo más sereno y solidario".
AC/DEPORTE:EVANGELIO/CSI VIS 20040628 (310)
"Cada uno de vosotros -prosiguió- está llamado a seguir a Cristo y a ser testigo suyo en el ámbito deportivo. (...) Hacer deporte, y no solo hablar de deporte, nos ayuda a descubrir la plena verdad sobre el ser humano". A lo largo de las seis últimas décadas, el CSI "ha trabajado para que los niños, jóvenes y adultos conociesen, a través de las diversas disciplinas deportivas, la riqueza y la belleza del Evangelio".
El esfuerzo del CSI para promover el deporte, agregó Juan Pablo II, "ayudará a las nuevas generaciones a elegir y cultivar los valores auténticos de la vida: el amor por la verdad y la justicia, el gusto de la belleza y de la bondad, la búsqueda de la libertad y la paz auténticas".
"En nuestra época -concluyó- el sistema del deporte a veces parece estar condicionado por la lógica del beneficio, del espectáculo, del doping, de la competición exasperada y por episodios de violencia. Es también tarea vuestra anunciar y dar testimonio de la fuerza humanizadora del Evangelio en el deporte que, si se vive según la visión cristiana, pasa a ser 'principio generador' de relaciones humanas profundas y favorece la construcción de un mundo más sereno y solidario".
AC/DEPORTE:EVANGELIO/CSI VIS 20040628 (310)
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