CIUDAD DEL VATICANO, 3 MAY 2003 (VIS) - A las 9,30, el Papa partió en avión del aeropuerto romano de Fiumicino rumbo a Madrid, y tras recorrer 1.362 kilómetros en dos horas y media aterrizó en el aeropuerto internacional de Madrid-Barajas, comenzado así su quinto viaje apostólico a España. Allí recibió la bienvenida de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía y de las autoridades políticas, civiles y religiosas.
Tras un breve saludo del Rey, el Santo Padre se dirigió a las miles de personas presentes. "Deseo para cada uno -dijo- la paz que sólo Dios, por medio de Jesucristo, nos puede dar; la paz que es obra de la justicia, de la verdad, del amor, de la solidaridad; la paz que los pueblos sólo gozan cuando siguen los dictados de la ley de Dios; la paz que hace sentirse a los hombres y a los pueblos hermanos unos con otros. ¡La paz esté contigo, España!".
Juan Pablo II recordó que mañana canonizará a "cinco hijos de esta tierra. Ellos -afirmó- supieron acoger la invitación de Jesucristo: 'Seréis mis testigos', proclamándolo con su vida y con su muerte. En este momento histórico ellos son luz en nuestro camino para vivir con valentía la fe, para alentar el amor al prójimo y para proseguir con esperanza la construcción de una sociedad basada en la serena convivencia y en la elevación moral y humana de cada ciudadano.
"Con vivo interés -continuó- sigo siempre las vicisitudes de España. Constato con satisfacción su progreso para el bienestar de todos. El proceso de desarrollo de una nación debe fundamentarse en valores auténticos y permanentes, que buscan el bien de cada persona, sujeto de derechos y deberes, desde el primer instante de su existencia y acogida en la familia, y en las sucesivas etapas de su inserción y participación en la vida social".
El Papa subrayó que "en estos momentos trascendentales para la consolidación de una Europa unida", deseaba recordar las palabras pronunciadas en su primer viaje apostólico al exhortar a Europa "con un grito lleno de amor, record ndole sus ricas y fecundas raíces cristianas: '¡Europa, vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Aviva tus raíces!'. Estoy seguro de que España aportará el rico legado cultural e histórico de sus raíces católicas y los propios valores para la integración de una Europa que, desde la pluralidad de sus culturas y respetando la identidad de sus Estados miembros, busca una unidad basada en unos criterios y principios en los que prevalezca el bien integral de sus ciudadanos".
"Imploro del Señor para España y para el mundo entero -terminó- una paz que sea fecunda, estable y duradera, así como una convivencia en la unidad, dentro de la maravillosa y variada diversidad de sus pueblos y ciudades".
Después de la ceremonia de bienvenida, el Papa se trasladó en papamóvil a la nunciatura apostólica.
PV-ESPANA;LLEGADA;...;MADRID;VIS;20030503;480;
No hay comentarios:
Publicar un comentario