CIUDAD DEL VATICANO, 5 ABR 2002 (VIS) - Se ha celebrado hoy en el generalato de la Orden Franciscana de Roma una conferencia de prensa presidida por el padre Giacomo Bini, superior general, sobre los recientes acontecimientos de Tierra Santa y específicamente de Belén.
"Hace ocho siglos -dice el superior en un comunicado- Francisco de Asís fue desarmado a encontrar al sult n de Egipto (...) entre dos ejércitos armados para construir la paz. Hoy 40 religiosos menores y religiosas franciscanas, sin quererlo, se encuentran en la misma situación: viven en su casa, con las puertas derribadas, rodeados por grupos armados, 200 palestinos dentro del convento y varios tanquesáisraelíes fuera. Permanecemos en nuestro sitio entre los dos campos, intentando dialogar con unos y otros, para evitar un fin trágico".
Padre Bini recuerda que los franciscanos han sido custodios de los Santos Lugares durante ocho siglos y seguir n cuidando de ellos ya que son "signos y símbolos de fe y de piedad, que pertenecen a toda la humanidad. (...) Nuestros religiosos están cansados física y psicológicamente; se han quedado sin víveres porque en estos días han compartido todo lo que tenían con los 200 'ocupantes'. A pesar de todo no pueden abandonar el lugar".
Los franciscanos, prosiguió el superior, desean decir a las partes implicadas en el conflicto que "quienes han sufrido, en pasado reciente o remoto, no crean tener derecho a hacer sufrir a los demás. De esta forma no habrá nunca una solución al dolor. (...) Con el perdón se construye la relación, la comunión, la paz. A todos gritamos: ¡Arrojad las armas!".
Padre Bini subrayó que todos los franciscanos "están dispuestos a actuar una vez más como mediadores, como ya están haciendo: ya que no tenemos nada que perder y ningún interés que defender, a no ser el de la paz que es derecho de todos".
A continuación pidió a los jefes de estado que "regresen a la razón, más que la fuerza", a los hombres de buena voluntad que "colaboren con los hermanos y hermanas en Belén: hablad, gritad, haced la parte que os corresponde para la construcción de la paz" y a los periodistas dijo: "no nos dejéis solos. (...) Tenéis un papel muy importante, una gran responsabilidad, podéis transformaros en constructores de paz".
El superior finalizó invitando a "todos los religiosos menores del mundo, a las contemplativas franciscanas y a todos los laicos franciscanos a añadir todos los días unos momentos para rezar por la paz", y recordó que el 7 de abril, domingo de la Misericordia Divina, ha sido declarado por Juan Pablo II Jornada de Oración por la Paz en Oriente Medio.
...;FRANCISCANOS; ORIENTE MEDIO;...;BINI;VIS;20020405;440;
"Hace ocho siglos -dice el superior en un comunicado- Francisco de Asís fue desarmado a encontrar al sult n de Egipto (...) entre dos ejércitos armados para construir la paz. Hoy 40 religiosos menores y religiosas franciscanas, sin quererlo, se encuentran en la misma situación: viven en su casa, con las puertas derribadas, rodeados por grupos armados, 200 palestinos dentro del convento y varios tanquesáisraelíes fuera. Permanecemos en nuestro sitio entre los dos campos, intentando dialogar con unos y otros, para evitar un fin trágico".
Padre Bini recuerda que los franciscanos han sido custodios de los Santos Lugares durante ocho siglos y seguir n cuidando de ellos ya que son "signos y símbolos de fe y de piedad, que pertenecen a toda la humanidad. (...) Nuestros religiosos están cansados física y psicológicamente; se han quedado sin víveres porque en estos días han compartido todo lo que tenían con los 200 'ocupantes'. A pesar de todo no pueden abandonar el lugar".
Los franciscanos, prosiguió el superior, desean decir a las partes implicadas en el conflicto que "quienes han sufrido, en pasado reciente o remoto, no crean tener derecho a hacer sufrir a los demás. De esta forma no habrá nunca una solución al dolor. (...) Con el perdón se construye la relación, la comunión, la paz. A todos gritamos: ¡Arrojad las armas!".
Padre Bini subrayó que todos los franciscanos "están dispuestos a actuar una vez más como mediadores, como ya están haciendo: ya que no tenemos nada que perder y ningún interés que defender, a no ser el de la paz que es derecho de todos".
A continuación pidió a los jefes de estado que "regresen a la razón, más que la fuerza", a los hombres de buena voluntad que "colaboren con los hermanos y hermanas en Belén: hablad, gritad, haced la parte que os corresponde para la construcción de la paz" y a los periodistas dijo: "no nos dejéis solos. (...) Tenéis un papel muy importante, una gran responsabilidad, podéis transformaros en constructores de paz".
El superior finalizó invitando a "todos los religiosos menores del mundo, a las contemplativas franciscanas y a todos los laicos franciscanos a añadir todos los días unos momentos para rezar por la paz", y recordó que el 7 de abril, domingo de la Misericordia Divina, ha sido declarado por Juan Pablo II Jornada de Oración por la Paz en Oriente Medio.
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