CIUDAD DEL VATICANO, 27 MAR 2002 (VIS) - El arzobispo Diarmuid Martin, observador permanente de la Santa Sede, intervino ayer en la 58 sesión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que se reúne en Ginebra del 18 de marzo al 26 de abril. Su discurso estuvo dedicado al primer principio de la Declaración de Río de 1992: "Los seres humanos están al centro del interés del desarrollo sostenible".
"Las personas humanas son el punto central de una economía basada en los conocimientos -dijo-. Su iniciativa y creatividad son la fuerza motriz e innovadora de una economía moderna". Sin embargo, agregó citando las palabras de Juan Pablo II "la triste realidad (...) es que 'muchas personas, quizá la mayoría hoy, no tienen los medios que podrían asegurarles ocupar su lugar de forma eficaz y humanamente digno dentro de un sistema productivo en el que el trabajo es realmente esencial".
El arzobispo recordó que "la pobreza actualmente no puede definirse solamente en términos de falta de ingresos, sino más bien en términos de capacidad de desarrollar completamente ese potencial humano con el que Dios ha dotado a cada hombre y mujer. Combatir la pobreza (...) significa desarrollar el potencial humano".
El arzobispo Martin subrayó "el derecho de las personas a desarrollar plenamente sus capacidades" y añadió que "conseguir este derecho no es solamente una comprensible aspiración humana. Es un requisito esencial para el desarrollo de una economía fuerte y moderna".
DELSS;DESARROLLO; DERECHOS HUMANOS;...;MARTIN;VIS;20020327;250;
"Las personas humanas son el punto central de una economía basada en los conocimientos -dijo-. Su iniciativa y creatividad son la fuerza motriz e innovadora de una economía moderna". Sin embargo, agregó citando las palabras de Juan Pablo II "la triste realidad (...) es que 'muchas personas, quizá la mayoría hoy, no tienen los medios que podrían asegurarles ocupar su lugar de forma eficaz y humanamente digno dentro de un sistema productivo en el que el trabajo es realmente esencial".
El arzobispo recordó que "la pobreza actualmente no puede definirse solamente en términos de falta de ingresos, sino más bien en términos de capacidad de desarrollar completamente ese potencial humano con el que Dios ha dotado a cada hombre y mujer. Combatir la pobreza (...) significa desarrollar el potencial humano".
El arzobispo Martin subrayó "el derecho de las personas a desarrollar plenamente sus capacidades" y añadió que "conseguir este derecho no es solamente una comprensible aspiración humana. Es un requisito esencial para el desarrollo de una economía fuerte y moderna".
DELSS;DESARROLLO; DERECHOS HUMANOS;...;MARTIN;VIS;20020327;250;
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