Ciudad
del Vaticano, 18 de diciembre 2014 (VIS).-El diálogo oficial entre
luteranos y católicos está en marcha desde hace casi cincuenta años
y los progresos logrados en este medio siglo ''constituyen un sólido
fundamento para de amistad sincera vivida en la fe y en la
espiritualidad'', constató el Papa Francisco recibiendo esta mañana
a una delegación de la Iglesia Evangélica Luterana Alemana, en
visita ecuménica a Roma.
A
pesar de las diferencias teológicas que persisten en diversas
cuestiones de fe, la colaboración y la convivencia fraterna
caracterizan la vida de las Iglesias y comunidades eclesiales
católicas y luteranas, comprometidas en un camino ecuménico común,
y textos conjuntos como la "Declaración Común sobre la
Doctrina de la Justificación" entre la Federación Luterana
Mundial y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de
los Cristianos, firmada oficialmente hace quince años en Augsburg,
''son -dijo el Pontífice- piedras angulares, que permiten seguir con
confianza el camino emprendido''.
Y
aunque el objetivo común de la unidad plena y visible de los
cristianos a veces parezca alejarse a causa de diferentes
interpretaciones sobre lo que es la Iglesia y su unidad, es necesario
no ceder a la resignación sino concentrarse en el próximo paso
posible. ''No olvidemos -recalcó el Papa- que recorremos juntos el
camino de la amistad, del respeto mutuo y de la investigación
teológica; un camino que nos hace mirar con esperanza al futuro. Por
eso el pasado 21 de noviembre las campanas de todas las catedrales
de Alemania tocaron para invitar a todos los hermanos cristianos a
un servicio litúrgico común por el quincuagésimo aniversario de la
promulgación del Decreto Unitatis Redintegratio del Vaticano II''.
El
Santo Padre manifestó su complacencia porque la Comisión de
diálogo bilateral entre la Conferencia Episcopal Alemana y la
Iglesia Evangélica Luterana de Alemania están a punto de terminar
un trabajo dedicado a "Dios y la dignidad del hombre." y
subrayó la gran actualidad de ''los temas relacionados con la
dignidad de la persona humana en el principio y el final de su vida,
así como las relacionadas con la familia, el matrimonio y la
sexualidad, que no pueden ser excluidos o dejados de lado solo
porque no se quiere poner en peligro el consenso ecuménico alcanzado
hasta el momento. Sería una pena que, en temas tan importantes
relacionados con la existencia humana, hubiera nuevas diferencias
confesionales''.
''El
diálogo ecuménico ya no puede separarse hoy de la realidad y de la
vida de nuestras iglesias. En 2017 los cristianos luteranos y
católicos conmemorarán conjuntamente el quinto centenario de la
Reforma. En esa ocasión ambos tendrán, por primera vez, la
oportunidad de compartir la misma conmemoración ecuménica en todo
el mundo, no como una celebración triunfalista, sino como una
profesión de nuestra fe común en el Dios uno y trino. El fulcro de
este evento serán, por tanto, la oración en común y la petición
de perdón al Señor Jesucristo por las culpas recíprocas, junto con
la alegría de compartir y recorrer juntos un camino ecuménico. De
este hecho es muestra significativa el documento elaborado por la
Comisión luterano-católica para la Unidad y publicado el año
pasado "Del conflicto a la comunión. La conmemoración
conjunta luterano-católico de la Reforma en 2017 ". ¡Que esta
conmemoración -finalizó el Papa- nos lleve a todos a dar, con la
ayuda de Dios y el apoyo de su Espíritu, nuevos pasos hacia la
unidad y a no limitarnos sólo a lo que ya hemos logrado!''.
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