Ciudad
del Vaticano, 13 noviembre 2012
(VIS).-Se ha dado a conocer el documento final del I Encuentro de la
Pastoral de la Carretera y de la Calle en África y Madagascar
organizado, por el el Consejo Pontificio para la Pastoral de los
Emigrantes e Itinerantes en colaboración con la Comisión Episcopal
para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes de la Conferencia
Episcopal de Tanzania. En la reunión, que tuvo lugar en Dar- es-
Salaam (Tanzania) en septiembre, participaron obispos, sacerdotes,
religiosos y laicos procedentes de 31 países de África y
Madagascar: Angola, Benin, Burkina Faso, Burundi, Camerún, República
Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo, Gibuti ,
Egipto, Etiopía, Gabón, Ghana, Guinea, Costa de Marfil, Kenya,
Madagascar, Malawi, Marruecos, Mozambique, Namibia, Nigeria, Rwanda,
Senegal, Sierra Leona, Sudáfrica, Tanzania, Togo, Uganda, Zambia y
Zimbabwe.
Durante
el encuentro, cuyo tema fue “Jesús en persona se acercó y caminó
entre nosotros” se afrontaron todos los temas relativos a la vida
de la carretera y de la calle, desde la seguridad vial, al fenómeno
de la prostitución voluntaria o forzada, la trata de personas con
fines de explotación sexual y los niños de la calle, los derechos
humanos en particular en relación con la dignidad de las mujeres y
jóvenes.
Entre
las conclusiones, los participantes reconocen que África es “un
continente donde millones de personas, voluntaria o
involuntariamente, están en movimiento todos los días,
transformando así las carreteras y calles en lugar privilegiado de
evangelización y educación”, así como el hecho de que “las
carreteras y las calles en África y Madagascar, que facilitan la
vida cotidiana, las comunicaciones humanas e interculturales, también
representan serios peligros para la vida, favorecen la explotación
de los seres humanos y contribuyen a la propagación de enfermedades
como el VIH / SIDA que son a menudo el resultado de demasiados largas
horas de trabajo, falta de descanso y asistencia espiritual, de la
corrupción y la delincuencia organizada”.
Como
acciones prioritarias para contrarrestar este fenómeno, el documento
propone, entre otras, la creación urgente en las conferencias
episcopales y las diócesis de un departamento de educación y
formación que promueva el conocimiento de la compleja realidad de
los hombres, mujeres y niños que viven en o de la carretera /
calle y de las prácticas que atentan contra la dignidad humana y
ponen en peligro sus vidas. Igualmente insiste en “dar protagonismo
a la enculturación del Evangelio como una prioridad en todos los
planes pastorales diocesanos para liberar a la gente de las prácticas
perjudiciales que discriminan y atentan contra la dignidad de las
mujeres, niñas y niños” y en presionar a los gobiernos africanos
para que “la ley y el orden se aplican para proteger la dignidad y
la vida de las mujeres, las niñas y los niños inocentes que están
en peligro” en el continente africano.
Entre
las acciones generales, los participantes en el encuentro destacan la
cooperación con las Conferencias Episcopales de otros continentes,
para coordinar sus esfuerzos para prevenir la trata de mujeres,
jóvenes y niños con fines de explotación sexual o laboral; la
creación de redes de ayuda a las víctimas a través de una
cooperación eclesial y ecuménica a nivel nacional, regional y
continental y la formación de capellanes y ministros laicos
itinerantes para ayudar a los que viven de la carretera.
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