CIUDAD DEL VATICANO, 26 JUN 2008 (VIS).-El Papa recibió hoy las cartas credenciales del nuevo embajador de Gabón, Firmin Mboutsou, y en su discurso puso de relieve las buenas relaciones existentes entre este país y la Santa Sede desde hace cuarenta años.
El Santo Padre afirmó que "la Iglesia contribuye y desea contribuir cada vez más a la educación de los hombres, mujeres y niños, sin distinción, respetando a las personas y sus culturas, transmitiendo a cada uno los valores espirituales y morales indispensables para el crecimiento del ser humano. Asimismo, en su larga tradición, participa en la educación sanitaria". En este sentido, el Papa manifestó el deseo de que gracias a un acuerdo, el país "reconozca plenamente y sostenga este servicio caritativo", el cual "tendrá efectos benéficos sobre la presencia religiosa y el dinamismo de las estructuras en el ámbito sanitario y social".
Refiriéndose posteriormente a los acuerdos firmados en 2001 sobre la enseñanza, Benedicto XVI expresó el deseo de una "consolidación de los acuerdos, con el episcopado del país, sobre la enseñanza en todos los niveles, especialmente la enseñanza superior. La Iglesia -dijo- desea mantener y desarrollar una enseñanza de calidad, para lo cual es necesario el apoyo confiado de las autoridades y de los diferentes servicios del Estado".
Hablando de la importancia de "organizar mejor la pastoral de las fuerzas armadas" en Gabón, el Papa subrayó la oportunidad de que sus miembros "puedan formar comunidades cristianas particulares bajo la guía de un pastor que sepa reconocer y respetar la especificidad del mundo militar".
El Santo Padre invitó a las "autoridades y a los hombres de buena voluntad, especialmente en el querido continente africano, a comprometerse cada vez más por un mundo pacífico, fraterno y solidario".
"Sin justicia -aseguró-, sin la lucha contra toda forma de corrupción, sin el respeto de las reglas del derecho, es imposible construir una paz verdadera, y está claro que los ciudadanos tendrán dificultades para otorgar confianza a sus dirigentes; es más -añadió-; sin el respeto de la libertad de cada individuo, no puede haber paz". En este contexto, el Papa afirmó que la Iglesia está dispuesta a colaborar y a apoyar "a todas las personas que se preocupen primordialmente de establecer una sociedad que respete los derechos más elementales del ser humano y que quiera construir una sociedad para el ser humano".
Benedicto XVI concluyó haciendo hincapié en que "el futuro a menudo está relacionado con las cuestiones puramente económicas, que son el origen de numerosos conflictos. Los habitantes del país deben ser los primeros beneficiarios del producto de las riquezas naturales de la nación y hay que hacer todo lo posible para una mejor protección del planeta, dejando a las generaciones futuras una tierra realmente habitable, capaz de alimentar a todos sus habitantes".
CD/CARTAS CREDENCIALES/GABON:MBOUTSOU VIS 20080626 (470)
El Santo Padre afirmó que "la Iglesia contribuye y desea contribuir cada vez más a la educación de los hombres, mujeres y niños, sin distinción, respetando a las personas y sus culturas, transmitiendo a cada uno los valores espirituales y morales indispensables para el crecimiento del ser humano. Asimismo, en su larga tradición, participa en la educación sanitaria". En este sentido, el Papa manifestó el deseo de que gracias a un acuerdo, el país "reconozca plenamente y sostenga este servicio caritativo", el cual "tendrá efectos benéficos sobre la presencia religiosa y el dinamismo de las estructuras en el ámbito sanitario y social".
Refiriéndose posteriormente a los acuerdos firmados en 2001 sobre la enseñanza, Benedicto XVI expresó el deseo de una "consolidación de los acuerdos, con el episcopado del país, sobre la enseñanza en todos los niveles, especialmente la enseñanza superior. La Iglesia -dijo- desea mantener y desarrollar una enseñanza de calidad, para lo cual es necesario el apoyo confiado de las autoridades y de los diferentes servicios del Estado".
Hablando de la importancia de "organizar mejor la pastoral de las fuerzas armadas" en Gabón, el Papa subrayó la oportunidad de que sus miembros "puedan formar comunidades cristianas particulares bajo la guía de un pastor que sepa reconocer y respetar la especificidad del mundo militar".
El Santo Padre invitó a las "autoridades y a los hombres de buena voluntad, especialmente en el querido continente africano, a comprometerse cada vez más por un mundo pacífico, fraterno y solidario".
"Sin justicia -aseguró-, sin la lucha contra toda forma de corrupción, sin el respeto de las reglas del derecho, es imposible construir una paz verdadera, y está claro que los ciudadanos tendrán dificultades para otorgar confianza a sus dirigentes; es más -añadió-; sin el respeto de la libertad de cada individuo, no puede haber paz". En este contexto, el Papa afirmó que la Iglesia está dispuesta a colaborar y a apoyar "a todas las personas que se preocupen primordialmente de establecer una sociedad que respete los derechos más elementales del ser humano y que quiera construir una sociedad para el ser humano".
Benedicto XVI concluyó haciendo hincapié en que "el futuro a menudo está relacionado con las cuestiones puramente económicas, que son el origen de numerosos conflictos. Los habitantes del país deben ser los primeros beneficiarios del producto de las riquezas naturales de la nación y hay que hacer todo lo posible para una mejor protección del planeta, dejando a las generaciones futuras una tierra realmente habitable, capaz de alimentar a todos sus habitantes".
CD/CARTAS CREDENCIALES/GABON:MBOUTSOU VIS 20080626 (470)
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