CIUDAD DEL VATICANO, 7 ABR 2003 (VIS) - El Papa recibió esta mañana al presidente de la República Argentina, Eduardo Alberto Duhalde, que terminará su mandato presidencial a finales de mayo. "Con su presencia hoy aquí -dijo el Santo Padre-, quiere, sin duda, expresar la sincera gratitud de sus compatriotas por la contribución de la Santa Sede al servicio del progreso, la paz, la justicia y la dignidad de la persona humana".
"Mirando a Argentina -afirmó- hago votos para que el patrimonio de la doctrina social de la Iglesia siga siendo un valioso instrumento de orientación para superar los problemas que obstaculizan la edificación de un orden más justo, fraterno y solidario".
Tras hacer referencia a las situaciones de injusticia, Juan Pablo II aseguró que detrás de ellas "existe siempre un grave desorden moral, que no se mejora aplicando solamente medidas técnicas, más o menos acertadas, sino sobre todo promoviendo decididamente un conjunto de reformas que favorezcan los derechos y deberes de la familia como base natural e insustituible de la sociedad. Asimismo se deben impulsar proyectos de defensa y desarrollo en favor de la vida que tengan presente la dimensión ética de la persona, desde su concepción hasta su ocaso natural".
El Papa animó a todos los argentinos a buscar la concordia, respetando y defendiendo los derechos humanos fundamentales y a trabajar por construir una sociedad "que facilite la igualdad de oportunidades y ahuyente toda sombra de discriminación entre sus miembros, sin sucumbir a los principios materialistas que ciegan las conciencias y endurecen los corazones".
"Pido a Dios -continuó- que la Nación Argentina, avanzando por los caminos de la unidad y la solidaridad efectiva, alcance en un futuro próximo la prosperidad que anhelan sus hijos, después de haber pasado por una fuerte crisis". El Santo Padre solicitó también a los responsables del país que se esfuercen por hacer las reformas necesarias "para que nadie carezca de los bienes necesarios para desarrollarse como persona y como ciudadano".
"Que presten especial atención a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, los pobres en general y los desempleados, los jubilados, los jóvenes, sin olvidar a aquellos que por motivos obvios tienen que traspasar las propias fronteras emigrando a otros países en busca de un futuro mejor. Los argentinos -concluyó-, poniendo su confianza en Dios y contando también con la ayuda de la comunidad internacional, han de ser los principales protagonistas y artífices de una historia patria serena y promisoria para todos".
AC;ARGENTINA;...;DUHALDE;VIS;20030407;400;
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