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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 3 de mayo de 2010

DIOS AYUDA A AFRONTAR Y SUPERAR LAS DIFICULTADES

CIUDAD DEL VATICANO, 2 MAY 2010 (VIS).-El Papa realizó hoy una visita pastoral a Turín (Italia) con motivo de la ostensión de la Sábana Santa.

  Después de un breve encuentro con los ciudadanos en la Plaza de San Carlos, el Santo Padre presidió a las 10.45 la celebración eucarística en este mismo lugar.

  En la homilía, Benedicto XVI se refirió a las dificultades en la vida cristiana. En este sentido recordó "a cuantos viven concretamente su existencia en condiciones de precariedad, a causa de la falta de trabajo, de la incertidumbre ante el futuro, del sufrimiento físico y moral. Pienso en las familias, en los jóvenes, en las personas ancianas que con frecuencia viven en la soledad, en los marginados, en los inmigrantes".

  A pesar de los numerosos problemas, continuó, "precisamente la certeza que nos ofrece la fe, la certeza de que no estamos solos, de que Dios ama a cada uno sin distinciones y está cerca de cada uno con su amor, hace posible afrontar, vivir y superar el cansancio de los problemas cotidianos".

  El Papa exhortó a las familias "a vivir la dimensión cristiana del amor en las simples acciones cotidianas, en las relaciones familiares, superando divisiones e incomprensiones, a la hora de cultivar la fe que hace aún más firme la comunión".

  "También deseo alentar el esfuerzo, con frecuencia difícil, de quien está llamado a administrar el bien público: la colaboración para alcanzar el bien común y hacer que la ciudad sea cada vez más humana y habitable es un signo de que el pensamiento cristiano sobre el ser humano nunca es contra su libertad, sino favorable a una mayor plenitud que solo halla su realización en una "civilización del amor".

  El Santo Padre animó en particular a los jóvenes a "no perder nunca la esperanza, la que viene de Cristo resucitado, de la victoria de Dios sobre el pecado y la muerte".

  Refiriéndose posteriormente a la Sábana Santa, el pontífice subrayó que "en ella vemos, como reflejados, nuestros padecimientos en los sufrimientos de Cristo. (...) Precisamente por este motivo, es un signo de esperanza: Cristo ha afrontado la cruz para poner un límite al mal; para hacernos entrever, en su Pascua, el anticipo de ese momento en el que también para nosotros toda lágrima será enjugada y ya no habrá muerte, ni luto, ni lamento, ni afán".

  Benedicto XVI terminó exhortando a los fieles de Turín a "permanecer firmes en la fe que habéis recibido y que da sentido a la vida; a no perder nunca la luz de la esperanza en Cristo resucitado, que es capaz de transformar la realidad y hacer nuevo todo; a vivir en ciudades, en los barrios, en las comunidades, en las familias, de manera sencilla y concreta el amor de Dios: "Como yo es he amado, amaos también unos a otros".

  Después de la misa y antes del Regina Coeli, el Papa se dirigió a María, que en Turín es venerada como patrona con el título de Virgen del Consuelo. "Confío a Ella esta ciudad y todos sus habitantes. Vela, María, por las familias y el mundo del trabajo; vela por quienes han perdido la fe o la esperanza; consuela a los enfermos, a los encarcelados y a todos los que sufren; sostiene, o Auxilio de los Cristianos, a los jóvenes, a los ancianos y a las personas con dificultades. Vela, o Madre de la Iglesia, por los pastores y por toda la comunidad de los creyentes, para que sean "sal y luz" en la sociedad".
PV-ITALIA/                                    VIS 20100503 (560)

A LOS JÓVENES: SED PARTE DEL GRAN MOSAICO DE LA IGLESIA

CIUDAD DEL VATICANO, 2 MAY 2010 (VIS).- A las 16,30 el Santo Padre llegó a la Plaza de San Carlos para encontrarse con los jóvenes de la archidiócesis de Turín y de las diócesis limítrofes. Después de la presentación del cardenal Severino Poletto, arzobispo de Turín y del saludo de dos jóvenes, el Papa dirigió a los presentes un discurso.

  Recordando que hace 25 años Juan Pablo II dedicó a los jóvenes una carta centrada en el encuentro de Jesús con el joven rico, que le pregunta qué debe hacer para alcanzar la vida eterna, Benedicto XVI dijo: "Hoy no es fácil hablar de vida eterna ni de realidades eternas porque la mentalidad de nuestra época nos dice que no hay nada definitivo: todo cambia y con gran velocidad. Cambiar se ha vuelto en muchos casos la contraseña (...) y de este modo también vosotros, jóvenes, os sentís llevados a pensar a menudo que es imposible tomar decisiones definitivas que os comprometan para toda la vida".

  Pero, se preguntó el Papa, "¿Es verdad que para ser felices nos tenemos que contentar con pequeñas alegrías fugaces y momentáneas que, una vez pasadas, dejan amargura en el corazón? Queridos jóvenes, esta no es la verdadera libertad, la felicidad no se alcanza así. Cada uno de nosotros está creado no para tomar decisiones provisionales y revocables, sino definitivas e irrevocables que den pleno sentido a la existencia. Lo vemos en nuestra vida: querríamos que cada experiencia bella, que nos colma de felicidad, no acabase jamás. Dios nos creó teniendo en cuenta el "para siempre" y puso en nuestro corazón la semilla de una vida que realice algo bueno y grande".

  "En el diálogo con el joven que poseía muchas riquezas, Jesús indica cual es la riqueza más grande de la vida: el amor -prosiguió el pontífice-; amar a Dios y a los demás con todo nuestro ser. (...) No hay nada más grande para el ser humano, que es mortal y limitado, que participar en la vida de amor de Dios. Hoy vivimos en un contexto cultural que no favorece las relaciones humanas profundas y desinteresadas; al contrario, lleva a menudo a encerrarse en uno mismo, al individualismo. (...) Pero el corazón de los jóvenes es, por naturaleza, sensible al amor verdadero. Por eso me dirijo a vosotros con gran confianza y os digo: ¡No es fácil convertir vuestra vida en algo hermoso y grande, cuesta trabajo, pero con Cristo todo es posible!".

  "Vivid este encuentro con el amor de Cristo en una fuerte relación personal con Él; vividlo en la Iglesia, sobre todo en los sacramentos", exhortó Benedicto XVI a los jóvenes. "El amor de Cristo por el joven del Evangelio es el mismo que siente por cada uno de vosotros. No es un amor confinado en el pasado, no es una ilusión, no está reservado a pocos. (...) ¡Que cada uno se sienta parte viva de la Iglesia, involucrado en la obra de evangelización sin miedo (...) con los hermanos en la fe y con los pastores, saliendo de una tendencia individualista también a la hora de vivir la fe, para respirar a pleno pulmón la belleza de formar parte del gran mosaico de la Iglesia de Cristo!".

  El Santo Padre puso como ejemplo al beato Piergiorgio Frassati, de quien se celebra el veinte aniversario de la beatificación y que "vivió con gran compromiso su formación cristiana, dando un testimonio de fe sencillo y eficaz". El Papa recordó que el lema de Frassati era "Vivir y no vegetar", e invitó a cuantos le escuchaban a "descubrir como él que vale la pena esforzarse por Dios y con Dios, responder a su llamada en las decisiones fundamentales y en las cotidianas, aunque cueste".

  "La Sábana Santa -concluyó- sea para vosotros una invitación a grabar en vuestro espíritu el rostro del amor de Dios, para ser vosotros mismos, en vuestros ambientes y con vuestros coetáneos, una expresión creíble del rostro de Cristo".
PV-ITALIA/                                   VIS 20100503 (670)

SÁBANA SANTA: ICONO DEL MISTERIO DEL SABADO SANTO

CIUDAD DEL VATICANO, 2 MAY 2010 (VIS).-Finalizado el encuentro con los jóvenes, en el que participaron unas 20.000 personas, el Santo Padre se desplazó en automóvil a la Catedral de Turín para venerar la Sábana Santa, cuya ostensión comenzada el 10 de abril, terminará el 23 de mayo.

  El Papa, que fue recibido por el párroco y los canónigos del Capítulo Metropolitano, adoró la Eucaristía en la Capilla del Santísimo Sacramento para trasladarse después al altar mayor, donde veneró la Sábana Santa.

  Después de venerar el Santo Sudario, Benedicto XVI leyó su meditación titulada "El misterio del Sábado Santo", subtitulo del tema de la ostensión: "Passio Christi- Passio hominis".

  "La Sábana Santa -dijo el Papa- es el icono de este misterio. (...) Efectivamente es un sudario que envolvió el cadáver de un hombre crucificado, y que corresponde completamente  a lo que  dicen los Evangelios de Jesús. (...) El Sábado Santo es el día en que Dios se esconde. (...) En nuestra época, especialmente después de atravesar el siglo pasado, la humanidad se ha vuelto  particularmente sensible al misterio del Sábado Santo. El escondimiento de Dios forma parte de la espiritualidad del ser humano  contemporáneo, de manera existencial, casi inconsciente, como un vacío en el corazón que se ha hecho cada vez más grande. (...) . Después de las dos guerras mundiales, de los campos de concentración y los gulags, de Hiroshima y Nagasaki, nuestra época se ha transformado cada vez más en un Sábado Santo: la oscuridad de este día interpela a todos los que se interrogan sobre la vida, y  especialmente a nosotros, los creyentes. También a nosotros nos atañe esta oscuridad".

  "Y, sin embargo, la muerte del Hijo de Dios, de Jesús de Nazaret, tiene un aspecto opuesto, totalmente positivo, fuente de consuelo y de esperanza. Pienso así que la Sábana Santa se comporta como un documento "fotográfico", que tiene un "positivo" y un "negativo". Y efectivamente es así: el misterio más oscuro de la fe es al mismo tiempo el signo más luminoso de una esperanza ilimitada. El Sábado Santo es una  "tierra de nadie" entre la muerte y la resurrección, pero en esta "tierra de nadie" ha entrado Uno, el Único, que la ha atravesado con los signos de su Pasión por el ser humano".

  "En ese "tiempo más  allá del tiempo", Jesucristo "descendió a los infiernos". (...) Dios, hecho hombre, llegó hasta el punto de entrar en la soledad extrema y absoluta del ser humano donde no llega rayo de amor alguno, donde reina el abandono total sin ninguna palabra de consuelo: "los infiernos". Jesucristo, permaneciendo en la muerte, cruzó el umbral de esta soledad última para guiarnos también a nosotros a atravesarla con él. (...) El ser humano vive porque es amado y puede amar; y si hasta en el espacio de la muerte pudo penetrar el amor, entonces incluso allí llegó también la vida. En la hora de la soledad más grande nunca estaremos solos: "Passio Christi. Passio hominis".

  "¡Este es el misterio del Sábado Santo! Precisamente desde allí, desde la oscuridad de la muerte del Hijo de Dios, surgió la luz de una nueva esperanza: la luz de la Resurrección. Y pienso que contemplando este sacro lino con los ojos de la fe se vislumbre esa luz. (...) Este es el poder de la Sábana Santa: del rostro de este "Hombre de dolores", que carga con el peso de la pasión del ser humano de todo tiempo y lugar, también con nuestras pasiones, nuestros sufrimientos, nuestras dificultades, nuestros pecados. (...) Emana una majestad solemne, un señorío paradójico".

  "¿Cómo habla la Sábana Santa? ¡Habla con la sangre, y la sangre es  vida! La Sábana Santa es un icono escrito con sangre; sangre de un hombre flagelado, coronado de espinas, crucificado y herido en el costado derecho. La imagen grabada en la Sábana Santa es la de un muerto, pero la sangre habla de su vida. Cada rastro de sangre habla de amor y de vida. (...) Es como un manantial que murmura en el silencio y nosotros (...) podemos escucharlo, en el silencio del Sábado Santo".

  Finalizada la meditación, Benedicto XVI saludó a las monjas de clausura de los diversos monasterios de la archidiócesis y a los miembros del Comité de la Sábana Santa para trasladarse después a  la Casa de la Divina Providencia, donde  a las 18.30, en la iglesia del Cottolengo, se encontró con los enfermos.
PV-ITALIA/                                   VIS 20100503 (740)

DIOS HACE FECUNDO EL OFRECIMIENTO DEL DOLOR


CIUDAD DEL VATICANO, 2 MAY 2010 (VIS).-A las 18,30, el Papa se encontró con los enfermos en la Iglesia de la Pequeña Casa de la Divina Providencia, fundada por san Giuseppe Benedetto Cottolengo (1786-1842), en los suburbios de Turín en 1832.

  "Este encuentro -dijo el Santo Padre al inicio de su discurso-, se enmarca muy bien en mi peregrinación a la Sábana Santa, en la que podemos leer todo el drama del sufrimiento, pero también, a la luz de la Resurrección de Cristo, el pleno significado que asume para la redención del mundo".

  Hablando de Cottolengo, Benedicto XVI afirmó que "aun experimentando en su vida momentos dramáticos, mantuvo siempre una confianza serena ante los acontecimientos; atento a percibir los signos de la paternidad de Dios, reconoció en todas las situaciones su presencia y su misericordia y en los pobres, la imagen más amable de su grandeza".

  "La base fundamental de su trabajo fue desde el inicio -continuó- el ejercicio de la caridad cristiana con todos, que le permitía reconocer en cada ser humano, aunque estuviera marginado por la sociedad, una gran dignidad. (...) Por tanto, el hacerse cargo de tantos sufrimientos humanos, significaba, para nuestro santo, crear relaciones de cercanía afectuosa, familiar y espontánea, creando estructuras que favoreciesen esta cercanía con el estilo de familia que sigue viviéndose hoy".

  El Papa aseguró a los enfermos que tenían una misión importante: "Viviendo vuestros sufrimientos en unión con Cristo crucificado y resucitado, participáis en el misterio de su sufrimiento para la salvación del mundo. Ofreciendo nuestro dolor a Dios por medio de Cristo, podemos colaborar en la victoria del bien sobre el mal, porque Dios hace fecunda nuestra oferta, nuestro acto de amor".

  "Esta Casa es -subrayó- uno de los frutos maduros nacidos de la Cruz y de la Resurrección de Cristo y manifiesta que el sufrimiento, el mal, la muerte no tienen la última palabra, porque de la muerte y del sufrimiento puede resurgir la vida".

  El Santo Padre concluyó poniendo de relieve que "en este lugar podemos entender mejor que si la pasión del hombre fue asumida por Cristo en su Pasión, nada se perderá. El mensaje de esta solemne  ostensión de la  Sábana Santa: "Passio Christi - Passio hominis", aquí se entiende en modo particular".

  Finalizada la visita y tras saludar a varios enfermos presentes en la Iglesia del Cottolengo, el Papa se dirigió al aeropuerto de Turín, donde a las 20,00 se embarcó en el avión de regreso a Roma. Desde el aeropuerto de Ciampino se trasladó en helicóptero al Vaticano.
PV-ITALIA/                                VIS 20100503 (420)

COMUNICADO REUNION VISITADORES LEGIONARIOS DE CRISTO


CIUDAD DEL VATICANO, 1 MAY 2010 (VIS).-La Oficina de Prensa de la Santa Sede hizo hoy público el siguiente comunicado:

"1. En los días 30 de abril y 1 de mayo, el cardenal secretario de Estado ha presidido en el Vaticano una reunión con los cinco obispos encargados de la visita apostólica a la Congregación de los Legionarios de Cristo (monseñor Ricardo Blázquez Pérez, arzobispo de Valladolid: monseñor Charles Chaput, O.F.M.Cap., arzobispo de Denver; monseñor Ricardo Ezzati Andrello, S.D.B., arzobispo de Concepción; monseñor Giuseppe Versaldi, obispo de Alessandria; monseñor Ricardo Watty Urquidi, M.Sp.S., obispo de Tepic). En ella han participado los prefectos de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y el sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.

  Una de las sesiones se ha desarrollado en presencia del Santo Padre, a quien los visitadores han presentado una síntesis de sus relaciones, ya enviadas anteriormente.

  Durante la visita se ha entrevistado personalmente a más de mil Legionarios y se han analizado varios centenares de testimonios escritos. Los visitadores han visitado casi todas las casas religiosas y muchas obras de apostolado dirigidas por la congregación. Han escuchado o leído el juicio de muchos obispos diocesanos de los países en los cuales trabaja la congregación. Los visitadores también han hablado con numerosos miembros del Movimiento "Regnum Christi", aunque no era objetivo de la visita, en particular hombres y mujeres consagrados. Han recibido también una notable correspondencia por parte de laicos comprometidos y de familiares de miembros del Movimiento.

  Los cinco visitadores han dado testimonio de la acogida sincera que se les ha dispensado y del espíritu de colaboración activa mostrado por la congregación y por los diferentes religiosos. Aunque actuaron independientemente, han llegado a una valoración ampliamente convergente y a un juicio compartido. Han atestiguado haber encontrado un gran número de religiosos ejemplares, honestos, llenos de talento, muchos de los cuales jóvenes, que buscan a Cristo con celo auténtico y que ofrecen toda su existencia a la difusión del Reino de Dios.

2. La visita apostólica ha podido comprobar que la conducta del padre Marcial Maciel Degollado ha causado consecuencias serias en la vida y en la estructura de la Legión, hasta el punto de que requiere un camino de profunda revisión.

  Los gravísimos y objetivamente inmorales comportamientos del padre Maciel, confirmados por testimonios incontrovertibles, representan, en algunos casos, auténticos delitos y manifiestan una vida sin escrúpulos ni auténtico sentimiento religioso. Esta vida era desconocida para gran parte de los Legionarios, sobre todo por el sistema de relaciones entretejido por el padre Maciel, que hábilmente había sabido crearse coartadas, ganarse la confianza, amistad y silencio de los que le rodeaban y reforzar su propio papel de fundador carismático.

  En ocasiones, un lamentable descrédito y alejamiento de cuantos dudaban de su recto comportamiento, así como la errada convicción de no querer dañar el bien que la Legión estaba realizando, habían creado a su alrededor un mecanismo de defensa que le permitió ser inatacable durante mucho tiempo, haciendo que, por consiguiente, fuera muy difícil conocer su verdadera vida.

3. El entusiasmo sincero de la mayoría de los Legionarios, que ha emergido también en las visitas a las casas de la congregación y a muchas de sus obras, apreciadas por numerosas personas, ha llevado a muchos en el pasado a pensar que las acusaciones, que iban siendo cada vez más insistentes y se iban multiplicando, no podían ser más que calumnias.

  Por lo tanto, el descubrimiento y el conocimiento de la verdad acerca de su fundador ha provocado en los miembros de la Legión una sorpresa, un desconcierto y un profundo dolor, que los visitadores han evidenciado de diferentes maneras.

4. De los resultados de la visita apostólica han surgido con claridad, entre otros, los siguientes elementos:
  a) La necesidad de redefinir el carisma de la Congregación de los Legionarios de Cristo, preservando el núcleo verdadero, el de la "militia Christi", que caracteriza la acción apostólica y misionera de la Iglesia y que no se identifica con la eficiencia a toda costa;
  b) La necesidad de revisar el ejercicio de la autoridad, que debe estar unida a la verdad, para respetar la conciencia y desarrollarse a la luz del Evangelio como auténtico servicio eclesial;
  c) La necesidad de preservar el entusiasmo de la fe de los jóvenes, el ardor misionero, el dinamismo apostólico, por medio de una adecuada formación. De hecho, la desilusión sobre el fundador podría cuestionar la vocación y ese núcleo de carisma que pertenece a los Legionarios de Cristo y es propio de ellos.

5. El Santo Padre quiere asegurar a todos los Legionarios de Cristo y a los miembros del Movimiento "Regnum Christi" que no se quedarán solos: la Iglesia tiene la firme voluntad de acompañarles y de ayudarles en el camino de purificación que les espera. Éste comportará también un encuentro sincero con cuantos, dentro y fuera de la Legión, han sido víctimas de los abusos sexuales y del sistema de poder aplicado por el fundador: a ellos se dirige en este momento el pensamiento y la oración del Santo Padre, junto con la gratitud hacia quienes, a pesar de grandes dificultades, han tenido la valentía y la constancia de exigir la verdad.

6. El Santo Padre, agradeciendo a los visitadores el delicado trabajo que han desarrollado con competencia, generosidad y profunda sensibilidad pastoral, se ha reservado la facultad de indicar próximamente las modalidades de este acompañamiento, comenzando por el nombramiento de un delegado y de una comisión de estudio de las constituciones.

  A los miembros consagrados del Movimiento "Regnum Christi", que lo han pedido con insistencia, el Santo Padre enviará un visitador.

7. Por último, el Papa renueva a todos los Legionarios de Cristo, a sus familias, a los laicos comprometidos en el Movimiento "Regnum Christi", su aliento en este momento difícil para la congregación y para cada uno de ellos. Les exhorta a no perder de vista que su vocación, surgida del llamamiento de Cristo y animada por el ideal de testimoniar al mundo su amor, es un auténtico don de Dios, una riqueza para la Iglesia, el fundamento indestructible sobre el cual construir el futuro personal y el de la Legión".
OP/                                        VIS 20100503 (1050)

CARDENAL MAYER: NADA SE ANTEPONGA AL AMOR DE CRISTO


CIUDAD DEL VATICANO, 3 MAY 2010 (VIS).-Benedicto XVI pronunció esta mañana la homilía al final del funeral por el cardenal Paul Augustin Mayer, O.S.B.,  prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, fallecido el pasado 30 de abril en Roma a los 98 años.

  La misa de exequias, celebrada en el altar de la cátedra de la basílica de San Pedro, fue presidida por el cardenal Angelo Sodano, decano del colegio cardenalicio y concelebrada por varios purpurados.

  "La gran e indefectible esperanza, fundada en la sólida roca del amor de Dios -dijo el Papa en la homilía-, nos asegura que la vida de quienes mueren en Cristo "no termina, se transforma" y "al deshacerse nuestra morada terrenal adquirimos una mansión eterna en el cielo". En una época como la nuestra, en la que el miedo a la muerte conduce a muchas personas a la desesperación y a la búsqueda de consuelos ilusorios, el cristiano se distingue por el hecho de que pone su seguridad en Dios, en un Amor tan grande que puede renovar el mundo entero".

  Durante toda su existencia, el cardenal Mayer, dijo el Papa, "quiso realizar lo que San Benito afirma en la Regla: "Nada se anteponga al amor de Cristo". Benedicto XVI recordó a continuación los hitos de la vida del purpurado, empezando por  su actividad como profesor en el Pontificio Ateneo de San Anselmo, del que fue rector desde 1949 hasta 1966, época en la que se fundó el Pontificio Instituto Litúrgico, "un punto de referencia fundamental para la preparación de los formadores en el campo de la liturgia"

  El Santo Padre se refrió después a la competencia del cardenal que le hizo acreedor de muchos y prestigiosos encargos, como cuando el Papa Pablo VI le nombró Secretario de la Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares y lo consagró obispo en 1972. En los años de servicio en ese dicasterio, "promovió la actuación progresiva de las disposiciones del Concilio Vaticano II con respecto a las familias religiosas" y "en ese ámbito particular, en su calidad de religioso, demostró gran sensibilidad eclesial y humana".

  En 1984 Juan Pablo II lo nombró Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, creándolo cardenal en 1985 y designándolo poco más tarde como primer presidente de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei". "En este encargo nuevo y delicado -dijo el Papa- el cardenal Mayer se confirmó como siervo entregado y fiel, intentando aplicar su lema: "El amor de Cristo nos recoge en la unidad".

  El Papa concluyó encomendando al difunto cardenal a la Virgen de las Gracias de Altötting (Baviera), lugar de peregrinación cercano al lugar de nacimiento del difunto.
HML/                                        VIS 20100503 (470)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 3 MAY 2010 (VIS).-El Santo Padre:

-Elevó al rango de diócesis la prelatura territorial de Ipil, en Filipinas, conservando la misma denominación y configuración territorial y haciéndola sufragánea de la iglesia metropolitana de Zamboanga. Nombró al obispo Julius S. Tonel, hasta ahora prelado en la misma sede, primer obispo de la diócesis de Ipil (superficie 4.850, población 654.000, católicos 429.000, sacerdotes 40, religiosos 53) en Filipinas.

-Nombró a monseñor Mijo Gorski obispo auxiliar de la archidiócesis de Zagreb (superficie 4.246, población 1.237.650, católicos 1.101.900, sacerdotes 562, religiosos 1.657, diáconos permanentes 7) en Croacia. El obispo electo nació en 1952 en Mihovljan (Croacia), fue ordenado sacerdote en 1977 y hasta ahora era canónigo de la catedral de Zagreb y director del Instituto archidiocesano para el sustento del clero.
ECE:NER:NEA/                                    VIS 20100503 (140)
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