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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 13 de abril de 2015

Novena reunión del Papa con los cardenales consejeros


Ciudad del Vaticano, 13 abril 2015 (VIS).- Esta mañana ha comenzado la novena reunión del Consejo de Cardenales en la que participa también el Santo Padre. Los trabajos de los cardenales se prolongarán hasta el miércoles 15 de abril.

Misa por el centenario del Metz Yeghern armenio : Jesús llena el abismo del pecado con el abismo de su misericordia

Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).– En el segundo domingo de Pascua,o de la Divina Misericordia, el Papa Francisco celebró en la basílica de San Pedro la santa misa por el centenario del ''martirio'' (Metz Yeghern, el Gran Mal) del pueblo armenio, y proclamó Doctor de la Iglesia a san Gregorio de Narek (951 ca- 1003 ca), monje, teólogo, poeta y filósofo armenio, cuya festividad se celebra el 27 de febrero.

Concelebró con el Santo Padre, Sua Beatitud Nerses Bedros XIX Tarmouni, Patriarca di Cilicia de los Armenios Católicos, en presencia de Su Santidad Karekin II, Patriarca Supremo y Catolicós de Todos los Armenios y de Su Santidad Aram I, Catolicós de la Gran Casa de Cilicia. La celebración contó con la presencia del Presidente de la Repubblica di Armenia, Serž Sargsyan.

En su homilía el Papa comentó el evangelio de San Juan, que estaba presente en el Cenáculo con los otros discípulos al anochecer del primer día de la semana y cuenta ''cómo Jesús entró, se puso en medio y les dijo: ''Paz a vosotros'', y ''les enseñó las manos y el costado'', les mostró sus llagas. Así ellos se dieron cuenta de que no era una visión, era Él, el Señor, y se llenaron de alegría .Ocho días después, Jesús entró de nuevo en el Cenáculo y mostró las llagas a Tomás, para que las tocase como él quería, para que creyese y se convirtiese en testigo de la Resurrección''.

También a nosotros, hoy, en este Domingo que san Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, ''el Señor nos muestra, por medio del Evangelio, sus llagas. Son llagas de misericordia. Es verdad: las llagas de Jesús son llagas de misericordia. ''Por sus llagas fuimos sanados'' . Jesús nos invita a mirar sus llagas, nos invita a tocarlas, como a Tomás, para sanar nuestra incredulidad. Nos invita, sobre todo, a entrar en el misterio de sus llagas, que es el misterio de su amor misericordioso''.

''A través de ellas, como por una brecha luminosa -dijo Francisco- podemos ver todo el misterio de Cristo y de Dios: su Pasión, su vida terrena –llena de compasión por los más pequeños y los enfermos–, su encarnación en el seno de María. Y podemos recorrer hasta sus orígenes toda la historia de la salvación: las profecías –especialmente la del Siervo de Yahvé–, los Salmos, la Ley y la alianza, hasta la liberación de Egipto, la primera pascua y la sangre de los corderos sacrificados; e incluso hasta los patriarcas Abrahán, y luego, en la noche de los tiempos, hasta Abel y su sangre que grita desde la tierra. Todo esto lo podemos verlo a través de las llagas de Jesús Crucificado y Resucitado y, como María en el Magnificat, podemos reconocer que ''su misericordia llega a sus fieles de generación en generación'' .

''Ante los trágicos acontecimientos de la historia humana, nos sentimos a veces abatidos, y nos preguntamos: ''¿Por qué?''. La maldad humana puede abrir en el mundo abismos, grandes vacíos: vacíos de amor, vacíos de bien, vacíos de vida. Y nos preguntamos: ¿Cómo podemos salvar estos abismos? Para nosotros es imposible; sólo Dios puede colmar estos vacíos que el mal abre en nuestro corazón y en nuestra historia. Es Jesús, que se hizo hombre y murió en la cruz, quien llena el abismo del pecado con el abismo de su misericordia''.

El Obispo de Roma recordó que San Bernardo, en su comentario al Cantar de los Cantares, se detiene justamente en el misterio de las llagas del Señor, ''usando expresiones fuertes, atrevidas, que nos hace bien recordar hoy. Dice él que ''las heridas que su cuerpo recibió nos dejan ver los secretos de su corazón; nos dejan ver el gran misterio de piedad, nos dejan ver la entrañable misericordia de nuestro Dios''. Es este, hermanos y hermanas, el camino que Dios nos ha abierto para que podamos salir, finalmente, de la esclavitud del mal y de la muerte, y entrar en la tierra de la vida y de la paz. Este Camino es Él, Jesús, Crucificado y Resucitado, y especialmente lo son sus llagas llenas de misericordia''.

Los Santos nos enseñan que ''el mundo se cambia a partir de la conversión de nuestros corazones, y esto es posible gracias a la misericordia de Dios. Por eso, ante mis pecados o ante las grandes tragedias del mundo, ''me remorderá mi conciencia, pero no perderé la paz, porque me acordaré de las llagas del Señor. Él, en efecto, “fue traspasado por nuestras rebeliones” . ¿Qué hay tan mortífero que no haya sido destruido por la muerte de Cristo?'' .

''Con los ojos fijos en las llagas de Jesús Resucitado -finalizó el Pontífice- cantemos con la Iglesia: ''Eterna es su misericordia'' . Y con estas palabras impresas en el corazón, recorramos los caminos de la historia, de la mano de nuestro Señor y Salvador, nuestra vida y nuestra esperanza''.



Mensaje del Papa a los armenios

Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).–Al final de la misa celebrada en la basílica de San Pedro por el centenario del “martirio” (Metz Yeghern) armenio y la proclamación como Doctor de la Iglesia de san Gregorio de Narek, el Papa encontró en la Capilla de la Piedad a Su Santidad Karekin II, Patriarca Supremo y Catolicós de Todos los Armenios, a Su Santidad. Aram I, Catolicós de la Gran Casa de Cilicia, a Su Beatitud Nerses Bedros XIX Tarmouni, Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos y al Presidente de la República de Armenia,Serž Sargsyan. A todos les entregó, en copia firmada, en italiano con la traducción en armenio, el mensaje que había leido al inicio del rito y cuyo texto reproducimos a continuación:

''Queridos hermanos y hermanas armenios, Queridos hermanos y hermanas:

En varias ocasiones he definido este tiempo como un tiempo de guerra, como una tercera guerra mundial “por partes”, en la que asistimos cotidianamente a crímenes atroces, a sangrientas masacres y a la locura de la destrucción. Desgraciadamente todavía hoy oímos el grito angustiado y desamparado de muchos hermanos y hermanas indefensos, que a causa de su fe en Cristo o de su etnia son pública y cruelmente asesinados –decapitados, crucificados, quemados vivos–, o bien obligados a abandonar su tierra.

También hoy estamos viviendo una especie de genocidio causado por la indiferencia general y colectiva, por el silencio cómplice de Caín que clama: ''¿A mí qué me importa?'', ''¿Soy yo el guardián de mi hermano?''.

La humanidad conoció en el siglo pasado tres grandes tragedias inauditas: la primera, que generalmente es considerada como ''el primer genocidio del siglo XX'' (Juan Pablo II y Karekin II, Declaración conjunta, Etchmiazin, 27 de septiembre de 2001), afligió a vuestro pueblo armenio –primera nación cristiana–, junto a los sirios católicos y ortodoxos, los asirios, los caldeos y los griegos. Fueron asesinados obispos, sacerdotes, religiosos, mujeres, hombres, ancianos e incluso niños y enfermos indefensos. Las otras dos fueron perpetradas por el nazismo y el estalinismo. Y más recientemente ha habido otros exterminios masivos, como los de Camboya, Ruanda, Burundi, Bosnia. Y, sin embargo, parece que la humanidad no consigue dejar de derramar sangre inocente. Parece que el entusiasmo que surgió al final de la segunda guerra mundial está desapareciendo y disolviéndose. Da la impresión de que la familia humana no quiere aprender de sus errores, causados por la ley del terror; y así aún hoy hay quien intenta acabar con sus semejantes, con la colaboración de algunos y con el silencio cómplice de otros que se convierten en espectadores. No hemos aprendido todavía que ''la guerra es una locura, una masacre inútil'' .

Queridos fieles armenios, hoy recordamos, con el corazón traspasado de dolor, pero lleno de esperanza en el Señor Resucitado, el centenario de aquel trágico hecho, de aquel exterminio terrible y sin sentido, que vuestros antepasados padecieron cruelmente. Es necesario recordarlos, es más, es obligado recordarlos, porque donde se pierde la memoria quiere decir que el mal mantiene aún la herida abierta; esconder o negar el mal es como dejar que una herida siga sangrando sin curarla.

Os saludo con afecto y os agradezco vuestro testimonio. Saludo y agradezco la presencia del señor Serž Sargsyan, Presidente de la República de Armenia. Saludo cordialmente también a mis hermanos Patriarcas y Obispos: Su Santidad Karekin II, Patriarca supremo y Catolicós de todos los armenios; Su Santidad Aram I, Catolicós de la Gran Casa de Cilicia; Su Beatitud Nerses Bedros XIX, Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos; los dos Catolicosados de la Iglesia Apostólica Armenia y el Patriarcado de la Iglesia Armenio-Católica.

Con la firme certeza de que el mal nunca proviene de Dios, infinitamente Bueno, y firmes en la fe, profesamos que la crueldad nunca puede ser atribuida a la obra de Dios y, además, no debe encontrar, en ningún modo, en su santo Nombre justificación alguna. Vivamos juntos esta celebración con los ojos fijos en Jesucristo Resucitado, Vencedor de la muerte y del mal''.

Regina Caeli: ''Invitados a contemplar en las llagas del Resucitado la Divina Misericordia''

Ciudad del Vaticano,12 de abril 2015 (VIS).- Tras la celebración de la Santa Misa en la Basílica Vaticana para los fieles de rito armenio, el Papa Francisco se asomó a mediodía a la ventana de su estudio, en el Palacio Apostólico Vaticano, para rezar el Regina Coeli con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. Antes de la oración mariana, el Pontífice les dirigió unas palabras:

''Hoy es el octavo día después de Pascua, y el evangelio de Juan nos documenta las dos apariciones de Jesús Resucitado a los apóstoles reunidos en el Cenáculo... La primera vez, el Señor mostró a los discípulos las heridas de su cuerpo... Pero esa tarde faltaba Tomás, que no quiso creer en el testimonio de los otros... Ocho días después –precisamente como hoy– Jesús vuelve a presentarse a los suyos y se dirige inmediatamente a Tomás, invitándolo a tocar las heridas de sus manos y de su costado. Va al encuentro de su incredulidad, para que, a través de los signos de la Pasión, pueda alcanzar la plenitud de la fe pascual, la fe en la resurrección de Jesús.

Tomás es ''uno que no se contenta y busca, pretende constatar él mismo, tener una experiencia personal propia. Tras las resistencias e inquietudes iniciales, al final también él llega a creer... Jesús lo espera con paciencia y se ofrece a las dificultades e inseguridades del último llegado''. El apóstol ''toca'' el misterio pascual que manifiesta plenamente el amor salvífico de Dios, rico de misericordia. Y como Tomás también todos nosotros: en este segundo Domingo de Pascua estamos invitados a contemplar en las llagas del Resucitado la Divina Misericordia, que supera todo límite humano y resplandece sobre la oscuridad del mal y del pecado''.

Francisco recordó que un buen momento, ''intenso y prolongado'', para acoger las inmensas riquezas del amor misericordioso de Dios será el próximo Jubileo Extraordinario de la Misericordia, destacando que el rostro de la misericordia es Jesucristo. ''Dirijamos la mirada hacia Él -dijo- que siempre nos busca, nos espera y nos perdona... Y que la Vírgen Madre nos ayude a ser misericordiosos con los demás como Jesús lo es con nosotros''.

Al finalizar el Regina Coeli, el Papa saludó a los presentes, sobre todo a los peregrinos participantes en la misa en la iglesia del Espíritu Santo en Sassia, centro de devoción a la Divina Misericordia. Mencionó a las comunidades neocatecumenales de Roma que comienzan una misión especial en las plazas de la ciudad para rezar y dar testimonio de su fe. También felicitó a las Iglesias de Oriente que, según su calendario, celebran la Santa Pascua y por último, agradeció los numerosos mensajes de felicitaciones pascuales, que durante estos días han estado llegando de diversas partes del mundo.

Jubileo Extraordinario: Camino del perdón y la misericordia

Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).–Ayer, sábado 11 de abril,, a las 17.30 horas en la basílica de San Pedro, el Santo Padre presidió las primeras vísperas del segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia con motivo de la entrega y de la lectura de la Bula de convocación oficial del Jubileo Extraordinario de la Misericordia que se abrirá el 8 de diciembre de 2015 y será clausurado el 16 de noviembre de 2016.

El Santo Padre, acompañado por los cardenales, se desplazó a la entrada de la Basílica Vaticana y, al lado de Puerta Santa entregó la Bula de convocación a los cuatro cardenales arciprestes de las basílicas papales de Roma: San Pedro en el Vaticano, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor. Como expresión del deseo de que el Jubileo se celebre en Roma y en todo el mundo, el Papa entregó también una copia de la Bula -para que llegue simbólicamente a los obispos de todo el mundo- a los prefectos de las congregacioness para los Obispos, para la Evangelización de los Pueblos y para las Iglesias Orientales. En nombre de todo el Oriente recibió tambien una copia del documento el arzobispo Savio Hon Tai-Fai y del continente africano el arzobispo Bartolomé Adoukonou. Monseñor Khaled Ayad Bishay de la Iglesia Patriarcal de Alejandría de los Coptos recibió la copia destinada a las Iglesias Orientales.

A continuación el Regente de la Casa Pontificia, monseñor Leonardo Sapienza, en calidad de Protonotario Apostólico, leyó en presencia del Papa algunos extractos del documento oficial de convocatoria del Año Santo extraordinario. Posteriormente, el Santo Padre presidió, en la basílica vaticana, las primeras vísperas y pronunció la siguiente homilía:

''Todavía resuena en todos nosotros el saludo de Jesús Resucitado a sus discípulos la tarde de Pascua: ''Paz a vosotros'' . La paz, sobre todo en estas semanas, sigue siendo el deseo de tantos pueblos que sufren la violencia inaudita de la discriminación y de la muerte, sólo por llevar el nombre de cristianos. Nuestra oración se hace aún más intensa y se convierte en un grito de auxilio al Padre, rico en misericordia, para que sostenga la fe de tantos hermanos y hermanas que sufren, a la vez que pedimos que convierta nuestros corazones, para pasar de la indiferencia a la compasión.

San Pablo nos ha recordado que hemos sido salvados en el misterio de la muerte y resurrección del Señor Jesús. Él es el Reconciliador, que está vivo en medio de nosotros para mostrarnos el camino de la reconciliación con Dios y con los hermanos. El Apóstol recuerda que, a pesar de las dificultades y los sufrimientos de la vida, sigue creciendo la esperanza en la salvación que el amor de Cristo ha sembrado en nuestros corazones. La misericordia de Dios se ha derramado en nosotros haciéndonos justos, dándonos la paz.

Una pregunta está presente en el corazón de muchos: ¿por qué hoy un Jubileo de la Misericordia? Simplemente porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Éste no es un tiempo para estar distraídos, sino al contrario para permanecer alerta y despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial. Es el tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre .

Por eso el Año Santo tiene que mantener vivo el deseo de saber descubrir los muchos signos de la ternura que Dios ofrece al mundo entero y sobre todo a cuantos sufren, se encuentran solos y abandonados, y también sin esperanza de ser perdonados y sentirse amados por el Padre. Un Año Santo para sentir intensamente dentro de nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como Buen Pastor, ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos. Un Jubileo para percibir el calor de su amor cuando nos carga sobre sus hombros para llevarnos de nuevo a la casa del Padre. Un Año para ser tocados por el Señor Jesús y transformados por su misericordia, para convertirnos también nosotros en testigos de misericordia. Para esto es el Jubileo: porque este es el tiempo de la misericordia. Es el tiempo favorable para curar las heridas, para no cansarnos de buscar a cuantos esperan ver y tocar con la mano los signos de la cercanía de Dios, para ofrecer a todos, a todos, el camino del perdón y de la reconciliación.

Que la Madre de la Divina Misericordia abra nuestros ojos para que comprendamos la tarea a la que estamos llamados; y que nos alcance la gracia de vivir este Jubileo de la Misericordia con un testimonio fiel y fecundo''.

Síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).– Ofrecemos a continuación una síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

La Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia titulada ''Misericordiae vultus se compone de 25 números. El Papa Francisco describe los rasgos más sobresalientes de la misericordia situando el tema, ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo. La misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reconocer, contemplar y servir. La Bula se desarrolla en clave trinitaria (números 6-9.) y se extiende en la descripción de la Iglesia como un signo creíble de la misericordia: "La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia" (n. 10).

Francisco indica las etapas principales del Jubileo. La apertura coincide con el quincuagéismo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II:'' La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo''.(n. 4). La conclusión tendrá lugar "en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que difunda su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. "(n. 5) .

Una peculiaridad de este Año Santo es que se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo. La Puerta Santa será abierta por el Papa en San Pedro el 8 de diciembre y el domingo siguiente en todas las iglesias del mundo. Otra de las novedades es que el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios, meta de muchos peregrinos.

El Papa Francisco, recupera la enseñanza de San Juan XXIII, que hablaba de la "medicina de la Misericordia" y de Pablo VI que identificó la espiritualidad del Vaticano II con la del samaritano. La Bula también explica algunos aspectos sobresalientes del Jubileo: primero el lema "Misericordiosos como el Padre", a continuación el sentido de la peregrinación y sobre todo la necesidad del perdón. El tema particular que interesa al Papa se encuentra en el n. 15: las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.". Otra indicación atañe a la Cuaresma con el envío de los "Misioneros de la Misericordia" (n. 18). Nueva y original iniciativa con la que el Papa quiere resaltar de forma aún más concreta su cuidado pastoral. El Papa trata en los nn. 20-21 el tema de la relación entre la justicia y la misericordia, demostrando que no se detiene en una visión legalista, sino que apunta a un camino que desemboca en el amor misericordioso.

El n. 19 es un firme llamamiento contra la violencia organizada y contra las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción. Son palabras muy fuertes con las que el Papa denuncia esta "llaga putrefacta" e insiste para que en este Año Santo haya una verdadera conversión: "¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis. El Papa os tiende la mano. Está dispuesto a escucharos. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia."(n. 19).

La referencia a la Indulgencia como tema tradicional del Jubileo se expresa en el n. 22. Un último aspecto original es el de la misericordia como tema común a Judios y Musulmanes: "Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación. "(n. 23).

El deseo del Papa es que este Año, vivido también en la compartición de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.. (…) En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: '' Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos''.

El Papa manifiesta su sintonía con el tema de la VII Cumbre de las Américas: ''Prosperidad con equidad''

Ciudad del Vaticano, 11 de abril 2015 (Vis).–El Papa Francisco ha enviado un mensaje a Juan Carlos Varela Rodríguez, Presidente de Panamá, país anfitrión de la VII Cumbre de las Américas, dedicada esta vez al tema ''Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas''. El Santo Padre que se siente ''en sintonía'' con el tema elegido, afirma estar convencido de que ''la inequidad, la injusta distribución de las riquezas y de los recursos, es fuente de conflictos y de violencia entre los pueblos, porque supone que el progreso de unos se construye sobre el necesario sacrificio de otros y que, para poder vivir dignamente, hay que luchar contra los demás''.

''El bienestar así logrado -escribe- es injusto en su raíz y atenta contra la dignidad de las personas. Hay ''bienes básicos'', como la tierra, el trabajo y la casa, y ''servicios públicos'', como la salud, la educación, la seguridad, el medio ambiente…, de los que ningún ser humano debería quedar excluido. Este deseo –que todos compartimos–, desgraciadamente aún está lejos de la realidad.... El gran reto de nuestro mundo es la globalización de la solidaridad y la fraternidad en lugar de la globalización de la discriminación y la indiferencia y, mientras no se logre una distribución equitativa de la riqueza, no se resolverán los males de nuestra sociedad ''.

Francisco constata que si es cierto que muchos países han experimentado un fuerte desarrollo económico en los últimos años, ''no es menos cierto que otros siguen postrados en la pobreza. Además, en las economías emergentes, gran parte de la población no se ha beneficiado del progreso económico general, sino que frecuentemente se ha abierto una brecha mayor entre ricos y pobres''. ''La teoría del ''goteo'' o ''derrame'' -anota- se ha revelado falaz: no es suficiente esperar que los pobres recojan las migajas que caen de la mesa de los ricos. Son necesarias acciones directas en pro de los más desfavorecidos, cuya atención, como la de los más pequeños en el seno de una familia, debería ser prioritaria para los gobernantes''.

También llama la atención de los participantes en la Cumbre sobre el problema de la inmigración. ''La inmensa disparidad de oportunidades entre unos países y otros -constata- hace que muchas personas se vean obligadas a abandonar su tierra y su familia, convirtiéndose en fácil presa del tráfico de personas y del trabajo esclavo, sin derechos, ni acceso a la justicia… En ocasiones, la falta de cooperación entre los Estados deja a muchas personas fuera de la legalidad y sin posibilidad de hacer valer sus derechos, obligándoles a situarse entre los que se aprovechan de los demás o a resignarse a ser víctimas de los abusos. Son situaciones en las que no basta salvaguardar la ley para defender los derechos básicos de la persona, en las que la norma, sin piedad y misericordia, no responde a la justicia. A veces, incluso dentro de cada país, se dan diferencias escandalosas y ofensivas, especialmente en las poblaciones indígenas, en las zonas rurales o en los suburbios de las grandes ciudades. Sin una auténtica defensa de estas personas contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia, el Estado de derecho perdería su legitimidad''.

''Los esfuerzos por tender puentes, canales de comunicación, tejer relaciones, buscar el entendimiento nunca son vanos. La situación geográfica de Panamá, en el centro del continente Americano, que la convierte en un punto de encuentro del norte y el sur, de los Océanos Pacífico y Atlántico, es seguramente una llamada, pro mundi beneficio, a generar un nuevo orden de paz y de justicia y a promover la solidaridad y la colaboración respetando la justa autonomía de cada nación'', señala el Pontífice que concluye manifestando el deseo de que la Iglesia ''sea también instrumento de paz y reconciliación entre los pueblos''.

A los formadores de los consagrados: No sólo maestros, sino testigos del seguir a Cristo

Ciudad del Vaticano, 11 de abril 2015 (Vis).–''Vivir en Cristo según la forma de vida del Evangelio'' ha sido el tema del congreso internacional para los formadores a la vida consagrada, celebrado en Roma del 7 al 11 de abril. Sus participantes, alrededor de 1.400, fueron recibidos esta mañana en audiencia por el Papa Francisco que, notando cuántos eran exclamó: ''Al veros tan numerosos no se diría que hay una crisis vocacional'' y resaltó a continuación la belleza y la importancia de la vida consagrada para el mundo y para la Iglesia.

No obstante, Francisco, señaló que la disminución cuantitativa en el número de vocaciones es innegable, y esto hace que sea aún más urgente la tarea de formación, manifestando además su convicción de que ''no hay crisis de vocaciones donde hay consagrados capaces de transmitir, a través de su propio testimonio, la belleza de la consagración. Y el testimonio es fecundo, si no hay testimonio, si no hay coherencia, no habrá vocaciones''. ''No seáis sólo maestros, sino sobre todo testigos del seguir a Cristo en el carisma propio -añadió- porque la misión y la tarea de los formadores es ''plasmar realmente en el corazón de los jóvenes el corazón de Jesús para que tengan sus mismos sentimientos''.

''En estos días de la Resurrección, la palabra que cuando rezaba resonaba más a menudo era ''Galilea'', allí ''donde todo empezó'', como dice San Pedro en su primer discurso -dijo el Papa a los formadores- Lo que sucedió en Jerusalén comenzó en Galilea. Y también nuestra vida comenzó en una Galilea...Cada uno de nosotros ha tenido la experiencia del … encuentro con el Señor, ese encuentro que no se olvida, pero que tantas veces acaba cubierto por las cosas, por el trabajo, por las inquietudes y también por los pecados y la mundanidad. Para dar testimonio es necesario ir a menudo en peregrinación a la Galilea propia, retomar el estupor, la memoria de aquel encuentro para recomenzar desde allí. Porque si no se sigue este camino de la memoria corremos el peligro de quedarnos allí donde estamos y, también el de no saber porque estamos allí ''.

''La vida consagrada es hermosa -subrayó- es uno de los más preciados tesoros de la Iglesia, está arraigada en la vocación bautismal. Por eso es hermoso ser formadores, ya que es un privilegio participar en la obra del Padre, que forma el corazón del Hijo en aquellos a quien llama el Espíritu. A veces se puede sentir este servicio como una carga que nos sustrajera a algo más importante. Pero esto es un engaño, una tentación. Es importante la misión, pero es igualmente importante formar a la misión, a la pasión del anuncio, del ir a todas partes, a cada periferia, para contar a todos el amor de Jesucristo, especialmente a los alejados, decírselo a los jóvenes y a los pobres, y dejarse también evangelizar por ellos. Todo esto requiere una base sólida, una estructura cristiana de la personalidad que hoy las mismas familias rara vez pueden dar. Y esto aumenta vuestra responsabilidad''.

''No es cierto que los jóvenes de hoy sean mediocres o poco generosos -prosiguió- pero tienen necesidad de experimentar que "es más bienaventurado el que da que el que recibe'', que hay una gran libertad en una vida obediente, gran fecundidad en un corazón virgen, gran riqueza en no poseer nada. De ahí la necesidad de estar amorosamente atentos a la trayectoria de cada uno y de ser evangélicamente exigentes en todas las etapas del camino de formación, empezando por el discernimiento vocacional, para que la eventual crisis de cantidad no se traduzca en la mucho más grave crisis de calidad. Y este es el peligro. El discernimiento vocacional es importante: … todos los que conocen la personalidad humana -psicólogos, padres o madres espirituales- nos dicen que los jóvenes que inconscientemente sienten que tienen...algún problema de desequilibrio o desviación, buscan también, insconcientemente, estructuras fuertes que los protejan, para protegerse a sí mismos. Y aquí está el discernimiento: en saber decir que no. Pero sin echarlos: no, eso no. ''Yo te acompaño: ve, ve''... Y como se acompaña en la vida la entrada, hay que acompañar también la salida, para que él o ella encuentren el camino de la vida, con la ayuda necesaria''.

''La formación inicial, ese discernimiento, es sólo el primer paso de un proceso destinado a durar toda la vida, y el joven debe ser formado en la libertad humilde e inteligente de dejarse educar por Dios Padre todos los días de la vida, en todas las edades, en la misión como en la fraternidad, en la acción como en la contemplación''.

''En esta misión -concluyó el Papa- no deben escatimarse ni tiempo ni energías. Y no os desaniméis cuando los resultados no coincidan con las expectativas. Es doloroso, cuando después de tres o cuatro años, viene un chico o una chica diciendo: ''No puedo. He encontrado otro amor que no va contra Dios, pero no puedo, me voy''. Es muy duro. Pero es también vuestro martirio. Y los fracasos, estos fracasos desde el punto de vista del formador, pueden favorecer el camino de vuestra formación continua. Y si a veces sentís que vuestro trabajo no se aprecia lo suficiente, sabed que Jesús os sigue con amor, y que toda la Iglesia está agradecida a vosotros''.



Audiencias


Ciudad del Vaticano, 13 de abril 2015(VIS).-El Santo Padre ha recibido en audiencia al arzobispo Carlos José Ñañez, de Córdoba (Argentina).

El sábado, 11 de abril, recibió en audiencia:

-Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos.

-Daniele Mancini, nuevo embajador de Italia ante la Santa Sede que ha presentado sus cartas credenciales.

-Arzobispo Antonio Guido Filipazzi, nuncio apostólico en Indonesia

Actos Pontificios

Ciudad del Vaticano, 13 de abril 2015 (Vis).– El Santo Padre nombró:

-Miembros de los Dicasterios de la Curia Romana a los siguientes cardenales , creados y publicados en el consistorio del 14 de febrero 2015:

-Cardenal Dominique Mamberti, Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, miembro del Consejo de cardenales y obispos de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado; miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y miembro de la Congregación para las Causas de los Santos.

-Cardenal Ricardo Blázquez Pérez, arzobispo de Valladolid (España) miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fede y miembro del Pontificio Consejo para la Cultura.

-Cardenal Berhaneyesus Demerew Souraphiel, arzobispo de Addis Abeba (Etiopia), miembro de la Congregación para las Iglesias Orientales y miembro del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Inmigrantes e Itinerantes.

-Cardenal Edoardo Menichelli, arzobispo de Ancona-Osimo (Italia), miembro de la Congregación para las Iglesias Orientales y miembro del Pontificio Consejo para la Salud.

-CardenalJohn Atcherley Dew,arzobispo de Wellington (Nuova Zelanda), miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y miembro del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos.

-Cardenal Pierre Nguyên Văn Nhon, arzobispo de Hanoi (Vietnam), miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y miembro del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

-Cardenal Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok (Tailandia), miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y miembro del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

-Cardenal Arlindo Gomes Furtado, obispo de Santiago de Cabo Verde (Cabo Verde),miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos miembro del Pontificio Consejo Cor Unum.

-Cardenal Soane Patita Paini Mafi, obispo de Tonga (Tonga) miembro de la Congregación para la Evangelición de los Pueblos y miembro del Pontificio Consejo Cor Unum.

-Cardenal Manuel José Macário do Nascimento Clemente, Patriarca de Lisboa (Portugal), miembro de la Congregación para el Clero y miembro del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

-Cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia (México) miembro de la Congregación para el Clero y miembro del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

-Cardenal Charles Maung Bo,arzobispo de Yangon (Myanmar), miembro de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y miembro del Pontificio Consejo para la Cultura.

-Cardenal Daniel Fernando Sturla Berhouet,arzobispo de Montevideo (Uruguay), miembro de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y miembro del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

-Cardenal José Luis Lacunza Maestrojuán, obispo de David (Panamá), miembro del de la Congregación para la Educación Católica y miembro del Pontificio Consejo para la Cultura.

-Cardenal Francesco Montenegro,arzobispo de Agrigento (Italia), miembro del Pontificio Consejo para la Cultura y miembro del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Inmigrantes e Itinerantes.

-Nombró al obispo François Eid, emérito de El Cairo de los Maronitas y procurador del Patriarca Maronita ante la Santa Sede como visitador apostólico para los fieles maronitas en Bulgaria, Grecia y Rumanía.

-Nombró a monseñor Paolo Rocco Gualtieri como nuncio apostólico en Madagascar elevándolo al mismo tiempo a la dignidad arzobispal. El arzobispo electo nació en 1961 en Supersano (Italia) y fue ordenado sacerdote en 1988. Es Licenciado en Dercho Canónico y en Teología Dogmática. Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1996 y ha prestado servicio en las representaciones pontificias en Papua Nueva Guinea, República Dominicana y en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.

-El domingo, 12 de abril, el Santo Padre aceptó la renuncia del arzobispo Matthias U Shwe al gobierno pastoral de la archidiócesis de Taunggyi (Myanmar) en conformidad con el canon 401, párrafo 2 del C.I.C y nombró al obispo Basilio Athai, hasta ahora auxiliar en la misma sede, como Administrador apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de Taunggyi.


El sábado, 11 de abril nombró:

-Obispo Jean de Dieu Raoelison, hasta ahora auxiliar de Antananarivo, en Madagascar, como obispo de Ambatondrazaka (superficie 21.000, población 1.536.000, católicos 277.000, sacerdotes 32, religiosos 208) en Madagascar. Sucede al obispo Antoine Scopelliti OSST, cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis.

-Reverendo Dante Gustavo Draida como obispo auxiliar de la archidiócesis de Mendoza (superficie 63.839, población 1.250.000, católicos 1.086.000, sacerdotes 157, religiosos 270, diáconos permanentes 61) en Argentina. El obispo electo nació en 1968 en Reconquista (Argentina) y fue ordenado sacerdote en 1996. En su ministerio pastoral ha sido, entre otros, vicario parroquial, misionero ad gentes en Cuba, párroco, asesor diocesano para la pastoral vocacional, formador de seminario, miembro del Consejo Presbiterial y del Colegio de Consultores. Actualmente es vicario general de la diócesis de Reconquista y párroco de La Inmaculada.
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