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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 10 de julio de 2006

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 10 JUL 2006 (VIS).-El Santo Padre nombró al padre Gianfranco Gardin, O.F.M.Conv., secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, elevándolo al mismo tiempo a la dignidad arzobispal. El arzobispo electo nació en 1944 en San Polo di Piave (Italia), fue ordenado sacerdote en 1970 y hasta ahora era director general de la revista "Messaggero di Sant'Antonio". Sucede en el cargo, por límite de edad, al arzobispo Piergiorgio Silvano Nesti, C.P.

  El sábado, 8 de julio, el Santo Padre nombró:

-Don Rafael Escudero López-Brea, obispo coadjutor de la prelatura territorial de Moyobamba (superficie 45.387, población 699.532, católicos 589.986, sacerdotes 37, religiosos 88) en Perú. El obispo electo nació en 1962 en Quintanar de la Orden (España), fue ordenado sacerdote en 1989 y hasta ahora era vicario general de la misma circunscripción.

-Miembros del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica: cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica; arzobispos Raymond Leo Burke, de Saint Louis (EE.UU.) y Lluís Martínez Sistach, de Barcelona (España).

-Don George Nkuo, obispo de Kumbo (superficie 8.000, población 734.052, católicos 141.970, sacerdotes 64, religiosos 115) en Camerún. El obispo electo nació en 1953 en Njiniikom (Camerún), fue ordenado sacerdote en 1981 y hasta ahora era secretario diocesano para la educación católica.
NA:RE:NEC:NER/.../...                        VIS 20060710 (220)


TELEGRAMA POR VICTIMAS ACCIDENTE DE IRKUTSK


CIUDAD DEL VATICANO, 9 JUL 2006 (VIS).-El cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, ha enviado un telegrama de pésame, en nombre del Santo Padre, a las autoridades civiles y religiosas competentes, con motivo del grave accidente de aviación ocurrido durante la noche del sábado en la localidad siberiana de Irkutsk, en el que han perdido la vida más de 130 personas. Sigue el texto:
 
   "El Santo Padre, profundamente entristecido por la grave catástrofe aérea de Irkutsk, que ha acarreado la muerte de numerosas personas, entre ellas tantos niños, expresa su cercanía espiritual a las familias afectadas por el luctuoso acontecimiento y mientras eleva al Señor de la Vida fervientes oraciones de sufragio por el descanso eterno de las almas de los difuntos invoca el consuelo del cielo por cuantos lloran la pérdida de sus seres queridos. El Sumo Pontífice, mientras formula sus mejores deseos para la rápida curación de los supervivientes del dramático incidente, transmite su más sentido pésame a los parientes de las víctimas, sobre los que invoca, como signo de su participación en el dolor,  el consuelo de las bendiciones de Dios".
TGR/ACCIDENTE IRKUTSK/SODANO                VIS 20060710 (190)


LA ALIANZA MATRIMONIAL, UN GRAN BIEN PARA LA HUMANIDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 9 JUL 2006 (VIS).-Al terminar la celebración eucarística para las familias, el Papa se trasladó en papamóvil desde la Ciudad de las Artes y de las Ciencias al aeropuerto de Manises, donde tuvo lugar la ceremonia de despedida. Durante los diez kilómetros de trayecto al aeropuerto, miles de personas pudieron saludar al Santo Padre.

  Después del saludo del Rey de España, Benedicto XVI dio las gracias a todos por la "amable hospitalidad" dispensada y "las muestras de afecto" durante su breve estancia en Valencia.

  El Santo Padre manifestó el deseo de que "con la ayuda del Altísimo y la maternal protección de la Virgen María, este Encuentro siga resonando como un canto gozoso del amor, de la vida y de la fe compartida en las familias, ayudando al mundo de hoy a comprender que la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer establecen un vínculo permanente, es un gran bien para toda la humanidad".

   También expresó su gratitud a los miles de peregrinos de todos los continentes que le habían acompañado en sus dos días de viaje apostólico a España y aseguró que se marchaba llevándoles en su corazón.

  El avión del Papa despegó a las 13,00 y aterrizó en el aeropuerto de Roma-Ciampino a las 15,00. Desde allí se trasladó en helicóptero hasta la Ciudad del Vaticano.
PV-ESPAÑA/DESPEDIDA/VALENCIA                VIS 20060710 (230)


MATERNIDAD Y PATERNIDAD REFLEJAN AMOR DE DIOS PADRE

CIUDAD DEL VATICANO, 9 JUL 2006 (VIS).-Esta mañana a las 9.30, el Santo Padre presidió la Misa conclusiva del Encuentro Mundial de las Familias en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en presencia de más de un millón y medio de personas. El Papa usó el Santo Cáliz durante la celebración eucarística.

  En su homilía, tras dar las gracias a Dios por la "multitud jubilosa" congregada en Valencia y por las tantas otras personas que seguían el acontecimiento a través de los medios de comunicación, Benedicto XVI recordó que en las lecturas de la Misa la familia se mostraba como "comunidad de generaciones y garante de un patrimonio de tradiciones".

  "Todos hemos recibido de otros la vida y las verdades básicas para la misma -dijo el Santo Padre- y estamos llamados a alcanzar la perfección en relación y comunión amorosa con los demás. La familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, expresa esta dimensión relacional, filial y comunitaria".

  "Cuando un niño nace, (...) con el don de la vida recibe todo un patrimonio de experiencia. (...) Los hijos crecen y maduran humanamente en la medida en que acogen con confianza ese patrimonio y esa educación, que van asumiendo progresivamente. De este modo son capaces de elaborar una síntesis personal entre lo recibido y lo nuevo, y que cada uno y cada generación está llamado a realizar".

  "En el origen de todo hombre y, por tanto, en toda paternidad y maternidad humana, está presente Dios Creador. Por eso, los esposos deben acoger al niño que les nace como hijo no sólo suyo, sino también de Dios, que lo ama por sí mismo y lo llama a la filiación divina. (...)  La memoria de este Padre ilumina la identidad más profunda de los hombres: de dónde venimos, quiénes somos y cuán grande es nuestra dignidad. (...) Por eso, en el origen de todo ser humano no existe el azar o la casualidad, sino un proyecto del amor de Dios. Es lo que nos ha revelado Jesucristo. (...) Él conocía de quién venía y de quién venimos todos: del amor de su Padre y Padre nuestro".

  "La fe no es, pues, una mera herencia cultural -subrayó el Papa-, sino una acción continua de la gracia de Dios que llama y de la libertad humana que puede o no adherirse a esa llamada. Aunque nadie responde por otro, sin embargo, los padres cristianos están llamados a dar un testimonio creíble de su fe y esperanza cristiana. (...) De este modo, con el testimonio constante del amor conyugal de los padres, vivido e impregnado de la fe, y con el acompañamiento entrañable de la comunidad cristiana, se favorecerá que los hijos hagan suyo el don mismo de la fe, descubran con ella el sentido profundo de la propia existencia y se sientan gozosos y agradecidos por ello".

  "En la cultura actual se exalta muy a menudo la libertad del individuo concebido como sujeto autónomo, como si se hiciera él sólo y se bastara a sí mismo, al margen de su relación con los demás y ajeno a su responsabilidad ante ellos".

  No obstante, "la Iglesia no cesa de recordar que la verdadera libertad del ser humano proviene de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios. Por ello, la educación cristiana es educación de la libertad y para la libertad. Nosotros hacemos el bien no como esclavos, que no son libres de obrar de otra manera, sino que lo hacemos porque tenemos personalmente la responsabilidad con respecto al mundo; porque amamos la verdad y el bien, porque amamos a Dios mismo y, por tanto, también a sus criaturas".

  "La alegría amorosa con la que nuestros padres nos acogieron y acompañaron en los primeros pasos en este mundo -agregó Benedicto XVI- es como un signo y prolongación sacramental del amor benevolente de Dios del que procedemos. La experiencia de ser acogidos y amados por Dios y por nuestros padres es la base firme que favorece siempre el crecimiento y desarrollo auténtico del hombre, que tanto nos ayuda a madurar en el camino hacia la verdad y el amor, y a salir de nosotros mismos para entrar en comunión con los demás y con Dios".

  "Para avanzar en ese camino de madurez humana, la Iglesia nos enseña a respetar y promover la maravillosa realidad del matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, que es, además, el origen de la familia. Por eso, reconocer y ayudar a esta institución es uno de los mayores servicios que se pueden prestar hoy día al bien común y al verdadero desarrollo de los hombres y de las sociedades, así como la mejor garantía para asegurar la dignidad, la igualdad y la verdadera libertad de la persona humana".

  "La familia cristiana -concluyó el Santo Padre- está llamada, pues, a cumplir los objetivos señalados no como algo impuesto desde fuera, sino como un don de la gracia del sacramento del matrimonio infundida en los esposos. Si éstos permanecen abiertos al Espíritu y piden su ayuda, él no dejará de comunicarles el amor de Dios Padre manifestado y encarnado en Cristo. El Espíritu suscitará asimismo en ellos el anhelo del encuentro definitivo con Cristo en la casa de su Padre y Padre nuestro. Éste es el mensaje de esperanza que desde Valencia quiero lanzar a todas las familias del mundo".

  Finalizada la Misa y antes de rezar el Angelus, el Santo Padre agradeció el trabajo de todos cuantos habían hecho posible el encuentro de Valencia y anunció que el próximo Encuentro Mundial de las Familias tendría lugar en 2009 en Ciudad de México (México).
PV-ESPAÑA/MISA/VALENCIA                    VIS 20060710 (930)


LA FAMILIA ES UN FUNDAMENTO INDISPENSABLE PARA LA SOCIEDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 8 JUL 2006 (VIS).-A las 17,15, el Papa se dirigió a la Palacio de la Generalitat, sede institucional del presidente de la Región autónoma de Valencia, donde hizo una visita de cortesía a los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía.

  Tras la visita, el Santo Padre regresó al Palacio Arzobispal, donde se encontró con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

  A las 20,30, Benedicto XVI se desplazó en papamóvil a la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, un complejo modernísimo de edificios que se halla en una zona céntrica de la ciudad, para presidir el Encuentro Festivo de las Familias ante cientos de miles de personas.

  El acto comenzó con el desfile de los participantes con las banderas de sus respectivos países. A continuación, el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, el cardenal Alfonso López Trujillo, dijo unas palabras.

  Después de los testimonios de familias de varios continentes, el Papa pronunció un discurso.

  El Santo Padre comenzó recordando que la familia "es una institución intermedia entre el individuo y la sociedad, y nada la puede suplir totalmente. Ella misma se apoya sobre todo en una profunda relación interpersonal entre el esposo y la esposa, sostenida por el afecto y comprensión mutua. Para ello recibe la abundante ayuda de Dios en el sacramento del matrimonio, que comporta verdadera vocación a la santidad".

  "Ojalá -dijo- los hijos contemplen más los momentos de armonía y afecto de los padres, que no los de discordia o distanciamiento, pues el amor entre el padre y la madre ofrece a los hijos una gran seguridad y les enseña la belleza del amor fiel y duradero".

  Benedicto XVI subrayó que la familia "es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como Iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos".

  Frente a los obstáculos que pueden encontrar las familias que viven aisladas del resto de sus parientes y amigos, el Papa señaló que la Iglesia "tiene la responsabilidad de ofrecer acompañamiento, estímulo y alimento espiritual que fortalezca la cohesión familiar, sobre todo en las pruebas o momentos críticos. En este sentido, es muy importante la labor de las parroquias, así como de las diversas asociaciones eclesiales".

  Hablando de la transmisión de la fe en la familia, lema de este V Encuentro Mundial, el Santo Padre afirmó que es "una responsabilidad que los padres no pueden olvidar, descuidar o delegar totalmente. (...) El lenguaje de la fe se aprende en los hogares donde esta fe crece y se fortalece a través de la oración y de la práctica cristiana".

  "Este encuentro -continuó- da nuevo aliento para seguir anunciando el Evangelio de la familia, reafirmar su vigencia e identidad basada en el matrimonio abierto al don generoso de la vida, y donde se acompaña a los hijos en su crecimiento corporal y espiritual. De este modo se contrarresta un hedonismo muy difundido, que banaliza las relaciones humanas y las vacía de su genuino valor y belleza. Promover los valores del matrimonio no impide gustar plenamente la felicidad que el hombre y la mujer encuentran en su amor mutuo. La fe y la ética cristiana, pues, no pretenden ahogar el amor, sino hacerlo más sano, fuerte y realmente libre".

  El Papa invitó a los gobernantes y legisladores "a reflexionar sobre el bien evidente que los hogares en paz y en armonía aseguran al hombre, a la familia, centro neurálgico de la sociedad". En este contexto, recordó que "el objeto de las leyes es el bien integral del hombre, la respuesta a sus necesidades y aspiraciones. Esto es una ayuda notable a la sociedad, de la cual no se puede privar y para los pueblos es una salvaguarda y una purificación. Además, la familia es una escuela de humanización del hombre, para que crezca hasta hacerse verdaderamente hombre. En este sentido, la experiencia de ser amados por los padres lleva a los hijos a tener conciencia de su dignidad de hijos".

  "La criatura concebida ha de ser educada en la fe, amada y protegida. Los hijos, con el fundamental derecho a nacer y ser educados en la fe, tienen derecho a un hogar que tenga como modelo el de Nazaret y sean preservados de toda clase de insidias y amenazas".

  Benedicto XVI hizo hincapié al final en la importancia de los abuelos en las familias: "Ellos pueden ser -y son tantas veces- los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Dan a los pequeños la perspectiva del tiempo, son memoria y riqueza de las familias. Ojalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe ante la cercanía de la muerte".

  Al finalizar el encuentro, el Santo Padre regresó al Palacio Arzobispal para pasar la noche.
PV-ESPAÑA/ENCUENTRO FAMILIAS/VALENCIA        VIS 20060710 (880)


PRESCINDIR DE DIOS SOCAVA LA VERDAD DEL HOMBRE


CIUDAD DEL VATICANO, 8 JUL 2006 (VIS).-Ofrecemos a continuación extractos de la carta del Santo Padre dirigida a los miembros de la Conferencia Episcopal Española, que entregó esta mañana a su presidente, el obispo Ricardo Blázquez Pérez, durante la visita a la Catedral de Valencia.

  "Sabéis que sigo de cerca y con mucho interés los acontecimientos de la Iglesia en vuestro País, de profunda raigambre cristiana y que tanto ha aportado y está llamada a aportar al testimonio de la fe y a su difusión en otras muchas partes del mundo. Mantened vivo y vigoroso este espíritu, que ha acompañado la vida de los españoles en su historia, para que siga nutriendo y dando vitalidad al alma de vuestro pueblo".

  "Conozco y aliento el impulso que estáis dando a la acción pastoral, en un tiempo de rápida secularización, que a veces afecta incluso a la vida interna de las comunidades cristianas. Seguid, pues, proclamando sin desánimo que prescindir de Dios, actuar como si no existiera o relegar la fe al ámbito meramente privado, socava la verdad del hombre e hipoteca el futuro de la cultura y de la sociedad".

  "Por el contrario, dirigir la mirada al Dios vivo, garante de nuestra libertad y de la verdad, es una premisa para llegar a una humanidad nueva. El mundo necesita hoy de modo particular que se anuncie y se dé testimonio de Dios que es amor y, por tanto, la única luz que, en el fondo, ilumina la oscuridad del mundo y nos da la fuerza para vivir y actuar".
 
  "Movidos por vuestra solicitud pastoral y el espíritu de plena comunión en el anuncio del Evangelio, habéis orientado la conciencia cristiana de vuestros fieles sobre diversos aspectos de la realidad ante la cual se encuentran y que en ocasiones perturban la vida eclesial y la fe de los sencillos. Asimismo, habéis puesto la Eucaristía como tema central de vuestro Plan de Pastoral, con el fin de "revitalizar la vida cristiana desde su mismo corazón, pues adentrándonos en el misterio eucarístico entramos en el corazón de Dios".

  "Hermanos en el episcopado, os exhorto encarecidamente a mantener y acrecentar vuestra comunión fraterna, testimonio y ejemplo de la comunión eclesial que ha de reinar en todo el pueblo fiel que se os ha confiado. Ruego por vosotros, ruego por España. Os pido que oréis por mí y por toda la Iglesia. Invoco a la Santísima Virgen María, tan venerada en vuestras tierras, para que os ampare y acompañe en vuestro ministerio pastoral, a la vez que os imparto con gran afecto la Bendición Apostólica".
PV-ESPAÑA/MENSAJE OBISPOS/VALENCIA            VIS 20060710 (450)


EL PAPA REZA POR LAS VICTIMAS DEL ACCIDENTE DE METRO

CIUDAD DEL VATICANO, 8 JUL 2006 (VIS).-Benedicto XVI partió a las 9,30 del aeropuerto romano de Fiumicino rumbo a Valencia (España), donde llegó a las 11,30. El  objetivo de su primer viaje apostólico a España, el tercero fuera de Italia desde el inicio de su pontificado, es clausurar mañana el V Encuentro Mundial de las Familias, cuyo tema es "La transmisión de la fe en la familia".

  Nada más bajar del avión, en el aeropuerto de Manises, los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, dieron la bienvenida al Santo Padre. Posteriormente recibió el saludo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y de otras autoridades civiles y eclesiásticas, entre ellos, el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco.

  En su discurso, el Papa dio las gracias al arzobispo, a los obispos auxiliares, así como a toda la archidiócesis levantina por la "calurosa acogida en el marco de este Encuentro Mundial, y que estos días acompaña en el dolor a las familias que lloran por sus seres queridos, víctimas de un trágico episodio, y que se siente cercana también a los heridos".

  "Mi deseo -afirmó- es proponer el papel central, para la Iglesia y la sociedad, que tiene la familia fundada en el matrimonio. Ésta es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría".

  Benedicto XVI recordó que su "venerado predecesor y gran amigo de España, el querido Juan Pablo II, convocó este Encuentro. (...) Muy unido a todos los participantes, imploraré del Señor, por intercesión de nuestra Madre Santísima y del Apóstol Santiago, abundantes gracias para las familias de España y de todo el mundo".

  Tras pronunciar el primer discurso, el Papa se trasladó en papamóvil a la estación de Jesús, donde rezó por los 42 fallecidos en el accidente de metro del pasado lunes.

  Poco después, se dirigió a la Catedral de Valencia, dedicada a la Virgen de la Asunción, donde rezó ante el Santísimo, y posteriormente, en la capilla del Santo Cáliz, firmó el Libro de Honor y una carta autógrafa dirigida a todos los miembros de la Conferencia Episcopal Española, que entregó a su presidente, monseñor Ricardo Blázquez Pérez, obispo de Bilbao.

  Según la tradición, el Santo Cáliz es la copa que usó Jesús en la Ultima Cena. Tiempo después, San Pedro se lo llevó a Roma y fue conservado por los papas hasta Sixto II que, durante la persecución del Emperador Valeriano (siglo III), ordenó, poco antes de su martirio, a su diácono Lorenzo que lo escondiera. San Lorenzo envió el cáliz a su tierra natal, Huesca, antes de su martirio. Esto ocurrió en el año 258 ó 261. Allí permaneció 450 años, hasta la invasión musulmana. En el año 712, ante el avance musulmán, el obispo de Huesca lo llevó hasta el monasterio de San Juan de la Peña. Siglos más tarde, en 1437, el Rey Alfonso V el Magnánimo lo entregó a la Catedral de Valencia. En 1982, Juan Pablo II usó el Santo Cáliz durante la celebración eucarística en la que ordenó al mayor número de sacerdotes de su pontificado.
 
  El Papa se trasladó a continuación a la Basílica de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, que fue construida entre 1652 y 1667 y que el beato Juan XXIII proclamó en 1961 patrona principal de toda la región valenciana. Allí rezó de nuevo por los fallecidos en el siniestro, acompañado en esa ocasión por los familiares de las víctimas.

  "Ante la Virgen de los Desamparados, le pedimos que sea consuelo para todas las familias que han sufrido las consecuencias del accidente, que ha sumido en el dolor y el luto a sus hijos en esta ciudad. Con el corazón puesto en la misericordia divina, recemos todos juntos un Padrenuestro en sufragio de quienes están ahora en la presencia de Dios".

  Terminada la breve ceremonia, el Papa salió de la basílica y antes de rezar el Angelus en la Plaza de la Virgen, dirigió unas palabras a los seminaristas, acompañados por sus familiares.

  "El amor, la entrega y la fidelidad de los padres, así como la concordia en la familia, es el ambiente propicio para que se escuche la llamada divina y se acoja el don de la vocación. Vivid intensamente los años de preparación en el seminario, con la ayuda y el discernimiento de los formadores, y con la docilidad y confianza total de los Apóstoles, que siguieron a Jesús prontamente. Aprended de la Virgen María cómo se acoge sin reservas esta llamada, con alegría y generosidad".

  Antes de terminar, el Santo Padre se dirigió en valenciano a la Virgen de los Desamparados: "Davant de la Cheperudeta vullc dirli: "Ampareumos nit i dia en totes les necessitats, puix que sou, Verge María, Mare dels Desamparats" (Ante la Jorobadita quiero decirle: "Ampáranos noche y día en todas las necesidades, ya que sois, Virgen María, Madre de los Desamparados").

  Benedicto XVI se trasladó entonces al Palacio Arzobispal, su residencia oficial en los dos días de su visita.
PV-ESPAÑA/LLEGADA:CATEDRAL:BASILICA/VALENCIA    VIS 20060710 (870)


OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 10 JUL 2006 (VIS).-El Santo Padre nombró al padre Gianfranco Gardin, O.F.M.Conv., secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, elevándolo al mismo tiempo a la dignidad arzobispal. El arzobispo electo nació en 1944 en San Polo di Piave (Italia), fue ordenado sacerdote en 1970 y hasta ahora era director general de la revista "Messaggero di Sant'Antonio". Sucede en el cargo, por límite de edad, al arzobispo Piergiorgio Silvano Nesti, C.P.

  El sábado, 8 de julio, el Santo Padre nombró:

-Don Rafael Escudero López-Brea, obispo coadjutor de la prelatura territorial de Moyobamba (superficie 45.387, población 699.532, católicos 589.986, sacerdotes 37, religiosos 88) en Perú. El obispo electo nació en 1962 en Quintanar de la Orden (España), fue ordenado sacerdote en 1989 y hasta ahora era vicario general de la misma circunscripción.

-Miembros del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica: cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica; arzobispos Raymond Leo Burke, de Saint Louis (EE.UU.) y Lluís Martínez Sistach, de Barcelona (España).

-Don George Nkuo, obispo de Kumbo (superficie 8.000, población 734.052, católicos 141.970, sacerdotes 64, religiosos 115) en Camerún. El obispo electo nació en 1953 en Njiniikom (Camerún), fue ordenado sacerdote en 1981 y hasta ahora era secretario diocesano para la educación católica.
NA:RE:NEC:NER/.../...                        VIS 20060710 (220)


TELEGRAMA POR VICTIMAS ACCIDENTE DE IRKUTSK

CIUDAD DEL VATICANO, 9 JUL 2006 (VIS).-El cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, ha enviado un telegrama de pésame, en nombre del Santo Padre, a las autoridades civiles y religiosas competentes, con motivo del grave accidente de aviación ocurrido durante la noche del sábado en la localidad siberiana de Irkutsk, en el que han perdido la vida más de 130 personas. Sigue el texto:
 
   "El Santo Padre, profundamente entristecido por la grave catástrofe aérea de Irkutsk, que ha acarreado la muerte de numerosas personas, entre ellas tantos niños, expresa su cercanía espiritual a las familias afectadas por el luctuoso acontecimiento y mientras eleva al Señor de la Vida fervientes oraciones de sufragio por el descanso eterno de las almas de los difuntos invoca el consuelo del cielo por cuantos lloran la pérdida de sus seres queridos. El Sumo Pontífice, mientras formula sus mejores deseos para la rápida curación de los supervivientes del dramático incidente, transmite su más sentido pésame a los parientes de las víctimas, sobre los que invoca, como signo de su participación en el dolor,  el consuelo de las bendiciones de Dios".
TGR/ACCIDENTE IRKUTSK/SODANO                VIS 20060710 (190)


LA ALIANZA MATRIMONIAL, UN GRAN BIEN PARA LA HUMANIDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 9 JUL 2006 (VIS).-Al terminar la celebración eucarística para las familias, el Papa se trasladó en papamóvil desde la Ciudad de las Artes y de las Ciencias al aeropuerto de Manises, donde tuvo lugar la ceremonia de despedida. Durante los diez kilómetros de trayecto al aeropuerto, miles de personas pudieron saludar al Santo Padre.

  Después del saludo del Rey de España, Benedicto XVI dio las gracias a todos por la "amable hospitalidad" dispensada y "las muestras de afecto" durante su breve estancia en Valencia.

  El Santo Padre manifestó el deseo de que "con la ayuda del Altísimo y la maternal protección de la Virgen María, este Encuentro siga resonando como un canto gozoso del amor, de la vida y de la fe compartida en las familias, ayudando al mundo de hoy a comprender que la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer establecen un vínculo permanente, es un gran bien para toda la humanidad".

   También expresó su gratitud a los miles de peregrinos de todos los continentes que le habían acompañado en sus dos días de viaje apostólico a España y aseguró que se marchaba llevándoles en su corazón.

  El avión del Papa despegó a las 13,00 y aterrizó en el aeropuerto de Roma-Ciampino a las 15,00. Desde allí se trasladó en helicóptero hasta la Ciudad del Vaticano.
PV-ESPAÑA/DESPEDIDA/VALENCIA                VIS 20060710 (230)


MATERNIDAD Y PATERNIDAD REFLEJAN AMOR DE DIOS PADRE

CIUDAD DEL VATICANO, 9 JUL 2006 (VIS).-Esta mañana a las 9.30, el Santo Padre presidió la Misa conclusiva del Encuentro Mundial de las Familias en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en presencia de más de un millón y medio de personas. El Papa usó el Santo Cáliz durante la celebración eucarística.

  En su homilía, tras dar las gracias a Dios por la "multitud jubilosa" congregada en Valencia y por las tantas otras personas que seguían el acontecimiento a través de los medios de comunicación, Benedicto XVI recordó que en las lecturas de la Misa la familia se mostraba como "comunidad de generaciones y garante de un patrimonio de tradiciones".

  "Todos hemos recibido de otros la vida y las verdades básicas para la misma -dijo el Santo Padre- y estamos llamados a alcanzar la perfección en relación y comunión amorosa con los demás. La familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, expresa esta dimensión relacional, filial y comunitaria".

  "Cuando un niño nace, (...) con el don de la vida recibe todo un patrimonio de experiencia. (...) Los hijos crecen y maduran humanamente en la medida en que acogen con confianza ese patrimonio y esa educación, que van asumiendo progresivamente. De este modo son capaces de elaborar una síntesis personal entre lo recibido y lo nuevo, y que cada uno y cada generación está llamado a realizar".

  "En el origen de todo hombre y, por tanto, en toda paternidad y maternidad humana, está presente Dios Creador. Por eso, los esposos deben acoger al niño que les nace como hijo no sólo suyo, sino también de Dios, que lo ama por sí mismo y lo llama a la filiación divina. (...)  La memoria de este Padre ilumina la identidad más profunda de los hombres: de dónde venimos, quiénes somos y cuán grande es nuestra dignidad. (...) Por eso, en el origen de todo ser humano no existe el azar o la casualidad, sino un proyecto del amor de Dios. Es lo que nos ha revelado Jesucristo. (...) Él conocía de quién venía y de quién venimos todos: del amor de su Padre y Padre nuestro".

  "La fe no es, pues, una mera herencia cultural -subrayó el Papa-, sino una acción continua de la gracia de Dios que llama y de la libertad humana que puede o no adherirse a esa llamada. Aunque nadie responde por otro, sin embargo, los padres cristianos están llamados a dar un testimonio creíble de su fe y esperanza cristiana. (...) De este modo, con el testimonio constante del amor conyugal de los padres, vivido e impregnado de la fe, y con el acompañamiento entrañable de la comunidad cristiana, se favorecerá que los hijos hagan suyo el don mismo de la fe, descubran con ella el sentido profundo de la propia existencia y se sientan gozosos y agradecidos por ello".

  "En la cultura actual se exalta muy a menudo la libertad del individuo concebido como sujeto autónomo, como si se hiciera él sólo y se bastara a sí mismo, al margen de su relación con los demás y ajeno a su responsabilidad ante ellos".

  No obstante, "la Iglesia no cesa de recordar que la verdadera libertad del ser humano proviene de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios. Por ello, la educación cristiana es educación de la libertad y para la libertad. Nosotros hacemos el bien no como esclavos, que no son libres de obrar de otra manera, sino que lo hacemos porque tenemos personalmente la responsabilidad con respecto al mundo; porque amamos la verdad y el bien, porque amamos a Dios mismo y, por tanto, también a sus criaturas".

  "La alegría amorosa con la que nuestros padres nos acogieron y acompañaron en los primeros pasos en este mundo -agregó Benedicto XVI- es como un signo y prolongación sacramental del amor benevolente de Dios del que procedemos. La experiencia de ser acogidos y amados por Dios y por nuestros padres es la base firme que favorece siempre el crecimiento y desarrollo auténtico del hombre, que tanto nos ayuda a madurar en el camino hacia la verdad y el amor, y a salir de nosotros mismos para entrar en comunión con los demás y con Dios".

  "Para avanzar en ese camino de madurez humana, la Iglesia nos enseña a respetar y promover la maravillosa realidad del matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, que es, además, el origen de la familia. Por eso, reconocer y ayudar a esta institución es uno de los mayores servicios que se pueden prestar hoy día al bien común y al verdadero desarrollo de los hombres y de las sociedades, así como la mejor garantía para asegurar la dignidad, la igualdad y la verdadera libertad de la persona humana".

  "La familia cristiana -concluyó el Santo Padre- está llamada, pues, a cumplir los objetivos señalados no como algo impuesto desde fuera, sino como un don de la gracia del sacramento del matrimonio infundida en los esposos. Si éstos permanecen abiertos al Espíritu y piden su ayuda, él no dejará de comunicarles el amor de Dios Padre manifestado y encarnado en Cristo. El Espíritu suscitará asimismo en ellos el anhelo del encuentro definitivo con Cristo en la casa de su Padre y Padre nuestro. Éste es el mensaje de esperanza que desde Valencia quiero lanzar a todas las familias del mundo".

  Finalizada la Misa y antes de rezar el Angelus, el Santo Padre agradeció el trabajo de todos cuantos habían hecho posible el encuentro de Valencia y anunció que el próximo Encuentro Mundial de las Familias tendría lugar en 2009 en Ciudad de México (México).
PV-ESPAÑA/MISA/VALENCIA                    VIS 20060710 (930)


LA FAMILIA ES UN FUNDAMENTO INDISPENSABLE PARA LA SOCIEDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 8 JUL 2006 (VIS).-A las 17,15, el Papa se dirigió a la Palacio de la Generalitat, sede institucional del presidente de la Región autónoma de Valencia, donde hizo una visita de cortesía a los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía.

  Tras la visita, el Santo Padre regresó al Palacio Arzobispal, donde se encontró con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

  A las 20,30, Benedicto XVI se desplazó en papamóvil a la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, un complejo modernísimo de edificios que se halla en una zona céntrica de la ciudad, para presidir el Encuentro Festivo de las Familias ante cientos de miles de personas.

  El acto comenzó con el desfile de los participantes con las banderas de sus respectivos países. A continuación, el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, el cardenal Alfonso López Trujillo, dijo unas palabras.

  Después de los testimonios de familias de varios continentes, el Papa pronunció un discurso.

  El Santo Padre comenzó recordando que la familia "es una institución intermedia entre el individuo y la sociedad, y nada la puede suplir totalmente. Ella misma se apoya sobre todo en una profunda relación interpersonal entre el esposo y la esposa, sostenida por el afecto y comprensión mutua. Para ello recibe la abundante ayuda de Dios en el sacramento del matrimonio, que comporta verdadera vocación a la santidad".

  "Ojalá -dijo- los hijos contemplen más los momentos de armonía y afecto de los padres, que no los de discordia o distanciamiento, pues el amor entre el padre y la madre ofrece a los hijos una gran seguridad y les enseña la belleza del amor fiel y duradero".

  Benedicto XVI subrayó que la familia "es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como Iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos".

  Frente a los obstáculos que pueden encontrar las familias que viven aisladas del resto de sus parientes y amigos, el Papa señaló que la Iglesia "tiene la responsabilidad de ofrecer acompañamiento, estímulo y alimento espiritual que fortalezca la cohesión familiar, sobre todo en las pruebas o momentos críticos. En este sentido, es muy importante la labor de las parroquias, así como de las diversas asociaciones eclesiales".

  Hablando de la transmisión de la fe en la familia, lema de este V Encuentro Mundial, el Santo Padre afirmó que es "una responsabilidad que los padres no pueden olvidar, descuidar o delegar totalmente. (...) El lenguaje de la fe se aprende en los hogares donde esta fe crece y se fortalece a través de la oración y de la práctica cristiana".

  "Este encuentro -continuó- da nuevo aliento para seguir anunciando el Evangelio de la familia, reafirmar su vigencia e identidad basada en el matrimonio abierto al don generoso de la vida, y donde se acompaña a los hijos en su crecimiento corporal y espiritual. De este modo se contrarresta un hedonismo muy difundido, que banaliza las relaciones humanas y las vacía de su genuino valor y belleza. Promover los valores del matrimonio no impide gustar plenamente la felicidad que el hombre y la mujer encuentran en su amor mutuo. La fe y la ética cristiana, pues, no pretenden ahogar el amor, sino hacerlo más sano, fuerte y realmente libre".

  El Papa invitó a los gobernantes y legisladores "a reflexionar sobre el bien evidente que los hogares en paz y en armonía aseguran al hombre, a la familia, centro neurálgico de la sociedad". En este contexto, recordó que "el objeto de las leyes es el bien integral del hombre, la respuesta a sus necesidades y aspiraciones. Esto es una ayuda notable a la sociedad, de la cual no se puede privar y para los pueblos es una salvaguarda y una purificación. Además, la familia es una escuela de humanización del hombre, para que crezca hasta hacerse verdaderamente hombre. En este sentido, la experiencia de ser amados por los padres lleva a los hijos a tener conciencia de su dignidad de hijos".

  "La criatura concebida ha de ser educada en la fe, amada y protegida. Los hijos, con el fundamental derecho a nacer y ser educados en la fe, tienen derecho a un hogar que tenga como modelo el de Nazaret y sean preservados de toda clase de insidias y amenazas".

  Benedicto XVI hizo hincapié al final en la importancia de los abuelos en las familias: "Ellos pueden ser -y son tantas veces- los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Dan a los pequeños la perspectiva del tiempo, son memoria y riqueza de las familias. Ojalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe ante la cercanía de la muerte".

  Al finalizar el encuentro, el Santo Padre regresó al Palacio Arzobispal para pasar la noche.
PV-ESPAÑA/ENCUENTRO FAMILIAS/VALENCIA        VIS 20060710 (880)


PRESCINDIR DE DIOS SOCAVA LA VERDAD DEL HOMBRE


CIUDAD DEL VATICANO, 8 JUL 2006 (VIS).-Ofrecemos a continuación extractos de la carta del Santo Padre dirigida a los miembros de la Conferencia Episcopal Española, que entregó esta mañana a su presidente, el obispo Ricardo Blázquez Pérez, durante la visita a la Catedral de Valencia.

  "Sabéis que sigo de cerca y con mucho interés los acontecimientos de la Iglesia en vuestro País, de profunda raigambre cristiana y que tanto ha aportado y está llamada a aportar al testimonio de la fe y a su difusión en otras muchas partes del mundo. Mantened vivo y vigoroso este espíritu, que ha acompañado la vida de los españoles en su historia, para que siga nutriendo y dando vitalidad al alma de vuestro pueblo".

  "Conozco y aliento el impulso que estáis dando a la acción pastoral, en un tiempo de rápida secularización, que a veces afecta incluso a la vida interna de las comunidades cristianas. Seguid, pues, proclamando sin desánimo que prescindir de Dios, actuar como si no existiera o relegar la fe al ámbito meramente privado, socava la verdad del hombre e hipoteca el futuro de la cultura y de la sociedad".

  "Por el contrario, dirigir la mirada al Dios vivo, garante de nuestra libertad y de la verdad, es una premisa para llegar a una humanidad nueva. El mundo necesita hoy de modo particular que se anuncie y se dé testimonio de Dios que es amor y, por tanto, la única luz que, en el fondo, ilumina la oscuridad del mundo y nos da la fuerza para vivir y actuar".
 
  "Movidos por vuestra solicitud pastoral y el espíritu de plena comunión en el anuncio del Evangelio, habéis orientado la conciencia cristiana de vuestros fieles sobre diversos aspectos de la realidad ante la cual se encuentran y que en ocasiones perturban la vida eclesial y la fe de los sencillos. Asimismo, habéis puesto la Eucaristía como tema central de vuestro Plan de Pastoral, con el fin de "revitalizar la vida cristiana desde su mismo corazón, pues adentrándonos en el misterio eucarístico entramos en el corazón de Dios".

  "Hermanos en el episcopado, os exhorto encarecidamente a mantener y acrecentar vuestra comunión fraterna, testimonio y ejemplo de la comunión eclesial que ha de reinar en todo el pueblo fiel que se os ha confiado. Ruego por vosotros, ruego por España. Os pido que oréis por mí y por toda la Iglesia. Invoco a la Santísima Virgen María, tan venerada en vuestras tierras, para que os ampare y acompañe en vuestro ministerio pastoral, a la vez que os imparto con gran afecto la Bendición Apostólica".
PV-ESPAÑA/MENSAJE OBISPOS/VALENCIA            VIS 20060710 (450)


EL PAPA REZA POR LAS VICTIMAS DEL ACCIDENTE DE METRO


CIUDAD DEL VATICANO, 8 JUL 2006 (VIS).-Benedicto XVI partió a las 9,30 del aeropuerto romano de Fiumicino rumbo a Valencia (España), donde llegó a las 11,30. El  objetivo de su primer viaje apostólico a España, el tercero fuera de Italia desde el inicio de su pontificado, es clausurar mañana el V Encuentro Mundial de las Familias, cuyo tema es "La transmisión de la fe en la familia".

  Nada más bajar del avión, en el aeropuerto de Manises, los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, dieron la bienvenida al Santo Padre. Posteriormente recibió el saludo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y de otras autoridades civiles y eclesiásticas, entre ellos, el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco.

  En su discurso, el Papa dio las gracias al arzobispo, a los obispos auxiliares, así como a toda la archidiócesis levantina por la "calurosa acogida en el marco de este Encuentro Mundial, y que estos días acompaña en el dolor a las familias que lloran por sus seres queridos, víctimas de un trágico episodio, y que se siente cercana también a los heridos".

  "Mi deseo -afirmó- es proponer el papel central, para la Iglesia y la sociedad, que tiene la familia fundada en el matrimonio. Ésta es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría".

  Benedicto XVI recordó que su "venerado predecesor y gran amigo de España, el querido Juan Pablo II, convocó este Encuentro. (...) Muy unido a todos los participantes, imploraré del Señor, por intercesión de nuestra Madre Santísima y del Apóstol Santiago, abundantes gracias para las familias de España y de todo el mundo".

  Tras pronunciar el primer discurso, el Papa se trasladó en papamóvil a la estación de Jesús, donde rezó por los 42 fallecidos en el accidente de metro del pasado lunes.

  Poco después, se dirigió a la Catedral de Valencia, dedicada a la Virgen de la Asunción, donde rezó ante el Santísimo, y posteriormente, en la capilla del Santo Cáliz, firmó el Libro de Honor y una carta autógrafa dirigida a todos los miembros de la Conferencia Episcopal Española, que entregó a su presidente, monseñor Ricardo Blázquez Pérez, obispo de Bilbao.

  Según la tradición, el Santo Cáliz es la copa que usó Jesús en la Ultima Cena. Tiempo después, San Pedro se lo llevó a Roma y fue conservado por los papas hasta Sixto II que, durante la persecución del Emperador Valeriano (siglo III), ordenó, poco antes de su martirio, a su diácono Lorenzo que lo escondiera. San Lorenzo envió el cáliz a su tierra natal, Huesca, antes de su martirio. Esto ocurrió en el año 258 ó 261. Allí permaneció 450 años, hasta la invasión musulmana. En el año 712, ante el avance musulmán, el obispo de Huesca lo llevó hasta el monasterio de San Juan de la Peña. Siglos más tarde, en 1437, el Rey Alfonso V el Magnánimo lo entregó a la Catedral de Valencia. En 1982, Juan Pablo II usó el Santo Cáliz durante la celebración eucarística en la que ordenó al mayor número de sacerdotes de su pontificado.
 
  El Papa se trasladó a continuación a la Basílica de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, que fue construida entre 1652 y 1667 y que el beato Juan XXIII proclamó en 1961 patrona principal de toda la región valenciana. Allí rezó de nuevo por los fallecidos en el siniestro, acompañado en esa ocasión por los familiares de las víctimas.

  "Ante la Virgen de los Desamparados, le pedimos que sea consuelo para todas las familias que han sufrido las consecuencias del accidente, que ha sumido en el dolor y el luto a sus hijos en esta ciudad. Con el corazón puesto en la misericordia divina, recemos todos juntos un Padrenuestro en sufragio de quienes están ahora en la presencia de Dios".

  Terminada la breve ceremonia, el Papa salió de la basílica y antes de rezar el Angelus en la Plaza de la Virgen, dirigió unas palabras a los seminaristas, acompañados por sus familiares.

  "El amor, la entrega y la fidelidad de los padres, así como la concordia en la familia, es el ambiente propicio para que se escuche la llamada divina y se acoja el don de la vocación. Vivid intensamente los años de preparación en el seminario, con la ayuda y el discernimiento de los formadores, y con la docilidad y confianza total de los Apóstoles, que siguieron a Jesús prontamente. Aprended de la Virgen María cómo se acoge sin reservas esta llamada, con alegría y generosidad".

  Antes de terminar, el Santo Padre se dirigió en valenciano a la Virgen de los Desamparados: "Davant de la Cheperudeta vullc dirli: "Ampareumos nit i dia en totes les necessitats, puix que sou, Verge María, Mare dels Desamparats" (Ante la Jorobadita quiero decirle: "Ampáranos noche y día en todas las necesidades, ya que sois, Virgen María, Madre de los Desamparados").

  Benedicto XVI se trasladó entonces al Palacio Arzobispal, su residencia oficial en los dos días de su visita.
PV-ESPAÑA/LLEGADA:CATEDRAL:BASILICA/VALENCIA    VIS 20060710 (870)


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