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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 28 de diciembre de 2015

''La vida de la familia, peregrinación para experimentar la alegría del perdón''


Ciudad del Vaticano, 27 diciembre 2015 (VIS).- A las 10.00 de la mañana de hoy, en la festividad de la Sagrada Familia, el Santo Padre presidió la Santa Misa en la basílica de San Pedro. Durante la celebración eucarística, con las familias romanas y los peregrinos llegados en ocasión del Jubileo de las Familias, y tras la lectura del Santo Evangelio, Francisco pronunció la siguiente homilía:

''Las Lecturas bíblicas que hemos escuchado nos presentan la imagen de dos familias que hacen su peregrinación hacia la casa de Dios. Elcaná y Ana llevan a su hijo Samuel al templo de Siló y lo consagran al Señor. Del mismo modo, José y María, junto con Jesús, se ponen en marcha hacia Jerusalén para la fiesta de Pascua. Podemos ver a menudo a los peregrinos que acuden a los santuarios y lugares entrañables para la piedad popular. En estos días, muchos se han puesto en camino para llegar a la Puerta Santa abierta en todas las catedrales del mundo y también en tantos santuarios. Pero lo más hermoso que hoy pone de relieve la Palabra de Dios es que la peregrinación la hace toda la familia. Papá, mamá y los hijos, van juntos a la casa del Señor para santificar la fiesta con la oración. Es una lección importante que se ofrece también a nuestras familias. Podemos decir incluso que la vida de la familia es un conjunto de pequeñas y grandes peregrinaciones.

Por ejemplo, cuánto bien nos hace pensar que María y José enseñaron a Jesús a decir sus oraciones. Y esto es una peregrinación, la peregrinación de educar en la oración. Y también nos hace bien saber que durante la jornada rezaban juntos; y que el sábado iban juntos a la sinagoga para escuchar las Escrituras de la Ley y los Profetas, y alabar al Señor con todo el pueblo. Y, durante la peregrinación a Jerusalén, ciertamente cantaban con las palabras del Salmo: ''¡Qué alegría cuando me dijeron: ''Vamos a la casa del Señor''. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén''.

Qué importante es para nuestras familias caminar juntos para alcanzar una misma meta. Sabemos que tenemos un itinerario común que recorrer; un camino donde nos encontramos con dificultades, pero también con momentos de alegría y de consuelo. En esta peregrinación de la vida compartimos también el tiempo de oración. ¿Qué puede ser más bello para un padre y una madre que bendecir a sus hijos al comienzo de la jornada y cuando concluye? Hacer en su frente la señal de la cruz como el día del Bautismo. ¿No es esta la oración más sencilla de los padres para con sus hijos? Bendecirlos, es decir, encomendarles al Señor, como hicieron Elcaná y Ana, José y María, para que sea él su protección y su apoyo en los distintos momentos del día. Qué importante es para la familia encontrarse también en un breve momento de oración antes de comer juntos, para dar las gracias al Señor por estos dones, y para aprender a compartir lo que hemos recibido con quien más lo necesita. Son pequeños gestos que, sin embargo, expresan el gran papel formativo que la familia desempeña en la peregrinación de cada día.

Al final de aquella peregrinación, Jesús volvió a Nazaret y vivió con sus padres. Esta imagen tiene también una buena enseñanza para nuestras familias. En efecto, la peregrinación no termina cuando se ha llegado a la meta del santuario, sino cuando se regresa a casa y se reanuda la vida de cada día, poniendo en práctica los frutos espirituales de la experiencia vivida. Sabemos lo que hizo Jesús aquella vez. En lugar de volver a casa con los suyos, se quedó en el Templo de Jerusalén, causando una gran pena a María y José, que no lo encontraban. Por su ''aventura'', probablemente también Jesús tuvo que pedir disculpas a sus padres. El Evangelio no lo dice, pero creo que lo podemos suponer. La pregunta de María, además, manifiesta un cierto reproche, mostrando claramente la preocupación y angustia, la suya y la de José. Al regresar a casa, Jesús se unió estrechamente a ellos, para demostrar todo su afecto y obediencia. Estos momentos, que con el Señor se transforman en oportunidad de crecimiento, en ocasión para pedir perdón y recibirlo y de demostrar amor y obediencia, también forman parte de la peregrinación de la familia.

Que en este Año de la Misericordia, toda familia cristiana sea un lugar privilegiado para esta peregrinación en el que se experimenta la alegría del perdón. El perdón es la esencia del amor, que sabe comprender el error y poner remedio. Pobres de nosotros si Dios no nos perdonase. En el seno de la familia es donde se nos educa al perdón, porque se tiene la certeza de ser comprendidos y apoyados no obstante los errores que se puedan cometer.


No perdamos la confianza en la familia. Es hermoso abrir siempre el corazón unos a otros, sin ocultar nada. Donde hay amor, allí hay también comprensión y perdón. Encomiendo a vosotras, queridas familias, esta cotidiana peregrinación doméstica, esta misión tan importante, de la que el mundo y la Iglesia tienen más necesidad que nunca''.

La Sagrada Familia: Iglesia doméstica, autentica escuela del Evangelio


Ciudad del Vaticano, 27 diciembre 2015 (VIS).- Al terminar la celebración de la Santa Misa en la fiesta de la Sagrada Familia, el Papa Francisco se asomó a la ventana de su estudio, en el Palacio Apostólico Vaticano, para rezar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. Antes del rezo de la oración mariana, el Pontífice recordó el encuentro de las familias en Filadelfia del pasado septiembre, a todas las familias que ha encontrado durante sus viajes apostólicos y las de todo el mundo. ''Quisiera saludarlas a todas con afecto y reconocimiento, en especial en este tiempo nuestro, en el que la familia está sometida a incomprensiones y dificultades de diversos tipos que la debilitan''.

''El Evangelio de hoy -ha continuado- invita a las familias a percibir la luz de esperanza que mana de la casa de Nazaret, en la cual se ha desarrollado en la alegría la infancia de Jesús… El núcleo familiar de Jesús, María y José es para todo creyente, y en especial para las familias, una auténtica escuela del Evangelio. Aquí admiramos el cumplimiento del plan divino de hacer de la familia una especial comunidad de vida y de amor. Aquí aprendemos que todo núcleo familiar cristiano está llamado a ser ''Iglesia doméstica'', para hacer resplandecer las virtudes evangélicas y volverse fermento de bien en la sociedad. Los rasgos típicos de la Sagrada Familia son: recogimiento y oración, mutua comprensión y respeto, espíritu de sacrificio, trabajo y solidaridad''.

''Del ejemplo y del testimonio de la Sagrada Familia, cada familia puede aprender indicaciones preciosas para el estilo y las opciones de vida, y puede tomar fortaleza y sabiduría para el camino de cada día. La Virgen y San José enseñan a acoger a los hijos como don de Dios, a generarlos y educarlos cooperando de forma maravillosa con la obra del Creador y donando al mundo, en cada niño, una sonrisa nueva. Es en la familia unida que los hijos alcanzan la madurez de su existencia, viviendo la experiencia significativa y eficaz del amor gratuito, de la ternura, del respeto recíproco, de la comprensión mutua, del perdón y de la alegría''.

''La verdadera alegría que se experimenta en la familia -ha recalcado- no es algo casual y fortuito. Es una alegría que es fruto de la armonía profunda entre las personas, que hace saborear la belleza de estar juntos, de sostenernos mutuamente en el camino de la vida. Pero como cimiento de todo está la presencia de Dios, su amor acogedor, misericordioso y paciente hacia todos. Si no se abre la puerta de la familia a la presencia de Dios y a su amor, la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos y se apaga la alegría. Sin embargo, la familia que vive la alegría de la fe, la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para toda la sociedad''.




El Papa recuerda a los migrantes cubanos en dificultad


Ciudad del Vaticano, 27 diciembre 2015 (VIS).- Después de rezar el Ángelus, el Papa Francisco dedicó unas palabras a los ''numerosos migrantes cubanos que se encuentran en dificultad en Centroamérica, muchos de los cuales -dijo- son víctimas del tráfico de seres humanos. Invito a los Países de la Región a renovar con generosidad todos los esfuerzos necesarios para encontrar una tempestiva solución a este drama humanitario''.


Asimismo el Pontífice saludó a todas las familias presentes en la plaza, a quienes agradeció su testimonio, y a los peregrinos llegados de diversas partes del mundo. A todos les dio las gracias por sus augurios y sus oraciones.

Mensaje del Papa a los jóvenes del encuentro Europeo de Taizé


Ciudad del Vaticano, 27 diciembre 2015 (VIS).- El Papa Francisco, a través del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, envió un mensaje a los participantes en el XXXVIII Encuentro Europeo organizado por la Comunidad de Taizé, que tiene lugar desde el lunes 28 de diciembre hasta el 1 de enero 2016 en Valencia.


El Santo Padre anima a los más de 30.000 jóvenes participantes previstos a "tener el coraje de la misericordia, la cual -dice- os va a guiar no solamente a recibirla vosotros en vuestras vidas, sino también para estar cerca de las personas más desamparadas. Vosotros sabéis que la Iglesia está aquí para toda la humanidad y allí donde están los cristianos, todos tendrían que encontrar un oasis de misericordia. Esto -destaca- se aplica de manera particular a los muchos emigrantes que necesitan nuestra acogida''. El Papa expresa además su deseo de que "durante estos hermosos días... puedan descubrir mejor a Cristo, ''el rostro de la misericordia del Padre'' y les manda su bendición.

Telegrama del Papa por los atentados en Filipinas


Ciudad del Vaticano, 27 diciembre 2015 (VIS).- El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, ha enviado un telegrama de pésame, en nombre del Santo Padre, a monseñor Giuseppe Pinto, nuncio apostólico en Manila (Filipinas), en ocasión de los atentados ocurridos en la isla de Mindanao, al sur del país.


''El Santo Padre, profundamente entristecido al conocer la noticia del asesinato de personas inocentes, envía sus condolencias a las familias de los que han perdido la vida, -dice el texto-, asegura sus oraciones para que se garantice la seguridad y la protección de todos los pueblos de la región y para que el diálogo, la tolerancia y la paz permitan que toda persona pueda vivir libre del miedo''. Asimismo Francisco pide a todos los creyentes que rechacen la violencia en nombre de Dios, que es amor, e invoca abundantes dones divinos de consolación, misericordia y fortaleza sobre todos los afectados por esta tragedia''.

Condolencias de Papa por el accidente en Nigeria


Ciudad del Vaticano, 27 diciembre 2015 (VIS).- El Santo Padre, a través del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, ha enviado un telegrama dirigido a monseñor Augustine Kasuja, nuncio apostólico en Abuya (Nigeria), ante el trágico accidente ocurrido en la ciudad nigeriana de Nnewi, al explotar un camión en un almacén de gas.


El Papa envía su más sentido pésame y asegura su cercanía en la oración por los numerosos fallecidos y heridos, a los familiares, así como a las autoridades y a toda la nación nigeriana. 

Ángelus: ''Jamás debemos cansarnos de pedir el perdón divino''


Ciudad del Vaticano, 26 diciembre 2015 (VIS).- ''Hoy celebramos la Fiesta de San Esteban. El recuerdo del primer mártir sigue inmediatamente a la Solemnidad de la Navidad'', ha recordado el Papa a medio día de hoy desde la ventana de su estudio, en el Palacio Apostólico Vaticano, desde donde se asomó para rezar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. ''Ayer contemplamos el amor misericordioso de Dios, que se ha hecho carne por nosotros -ha dicho- hoy vemos la respuesta coherente del discípulo de Jesús, que da su vida. Ayer nació en la tierra el Salvador; hoy nace para el cielo su testigo fiel. Ayer, como hoy, aparecen las tinieblas del rechazo de la vida, pero brilla más fuerte aún la luz del amor, que vence el odio e inaugura un mundo nuevo''.

''Hay un aspecto particular en el relato de hoy de los Hechos de los Apóstoles, que acerca a San Esteban al Señor. Es su perdón antes de morir lapidado. Jesús, clavado en la cruz, había dicho: ''Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen''; de modo semejante, Esteban 'arrodillándose, exclamó en voz alta: ''Señor, no les tengas en cuenta este pecado'''. Por tanto, Esteban es mártir, que significa testigo, porque hace como Jesús; en efecto, es un verdadero testigo que se comporta como Él: que reza, que ama, que dona, pero, sobre todo, que perdona, porque el perdón, como dice la misma palabra, es la expresión más alta del don''.

''Podríamos preguntarnos, ¿para qué sirve perdonar? ¿Es sólo una buena acción o da resultados? Encontramos una respuesta precisamente en el martirio de Esteban. Entre aquellos por los cuales él imploró el perdón había un joven llamado Saulo; éste perseguía a la Iglesia y trataba de destruirla. Poco después Saulo llegó a ser Pablo, el gran Santo, el Apóstol de las gentes. Había recibido el perdón de Esteban. Podemos decir que Pablo nace de la gracia de Dios y del perdón de Esteban. También nosotros nacemos del perdón de Dios. No sólo en el Bautismo, sino cada vez que somos perdonados nuestro corazón renace, es regenerado. Cada paso hacia adelante en la vida de la fe lleva impreso al inicio el signo de la misericordia divina. Porque sólo cuando somos amados podemos amar. ¡Recordémoslo, nos harán bien!: Si queremos avanzar en la fe, ante todo es necesario recibir el perdón de Dios; encontrar al Padre, que está dispuesto a perdonar todo y siempre, y que precisamente perdonando cura el corazón y reaviva el amor''. El Papa ha destacado que ''jamás debemos cansarnos de pedir el perdón divino, porque sólo cuando somos perdonados, cuando nos sentimos perdonados, aprendemos a perdonar''.


Francisco reconoció que perdonar no es una cosa fácil, ''es siempre muy difícil'' -dijo-. Y explicó que para imitar a Jesús y disculpar las pequeñas o grandes ofensas que sufrimos cada día hay que comenzar por la oración, como hizo Esteban. ''Se comienza por el propio corazón: podemos afrontar con la oración el resentimiento que experimentamos, encomendando a quien nos ha hecho el mal a la misericordia de Dios... Después se descubre que esta lucha interior para perdonar purifica del mal y que la oración y el amor nos liberan de las cadenas interiores del rencor… A través del perdón vencemos el mal con el bien, transformamos el odio en amor y así hacemos que el mundo sea más limpio''. Antes de concluir ha encomendado a la Virgen María, a todos aquellos que ''como San Esteban padecen persecuciones en nombre de la fe, nuestros mártires de hoy'' y para que oriente nuestra oración ''para recibir y donar el perdón''.

Mensaje de Navidad: ''Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tanto mal''


Ciudad del Vaticano, 25 diciembre 2015 (VIS).- Al mediodía de hoy, solemnidad de la Natividad del Señor, el Papa pronunció desde el balcón central de la basílica vaticana el tradicional mensaje navideño que publicamos a continuación e impartió, al final, la bendición ''Urbi et Orbi'':

''Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Navidad!

Cristo nos ha nacido, exultemos en el día de nuestra salvación. Abramos nuestros corazones para recibir la gracia de este día, que es Él mismo: Jesús es el ''día'' luminoso que surgió en el horizonte de la humanidad. El día de la misericordia, en el cual Dios Padre ha revelado a la humanidad su inmensa ternura. Día de luz que disipa las tinieblas del miedo y de la angustia. Día de paz, en el que es posible encontrarse, dialogar, y sobre todo reconciliarse. Día de alegría: una ''gran alegría'' para los pequeños y los humildes, para todo el pueblo.

En este día, ha nacido de la Virgen María Jesús, el Salvador. El pesebre nos muestra la ''señal'' que Dios nos ha dado: ''un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre''. Como los pastores de Belén, también nosotros vamos a ver esta señal, este acontecimiento que cada año se renueva en la Iglesia. La Navidad es un acontecimiento que se renueva en cada familia, en cada parroquia, en cada comunidad que acoge el amor de Dios encarnado en Jesucristo. Como María, la Iglesia muestra a todos la ''señal'' de Dios: el niño que ella ha llevado en su seno y ha dado a luz, pero que es el Hijo del Altísimo, porque ''proviene del Espíritu Santo''. Por eso es el Salvador, porque es el Cordero de Dios que toma sobre sí el pecado del mundo. Junto a los pastores, postrémonos ante el Cordero, adoremos la Bondad de Dios hecha carne, y dejemos que las lágrimas del arrepentimiento llenen nuestros ojos y laven nuestro corazón. Todos lo necesitamos.

Sólo él, sólo él nos puede salvar. Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella. La gracia de Dios puede convertir los corazones y abrir nuevas perspectivas para realidades humanamente insuperables.

Donde nace Dios, nace la esperanza: él trae la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra. Sin embargo, precisamente allí donde el Hijo de Dios vino al mundo, continúan las tensiones y las violencias y la paz queda como un don que se debe pedir y construir. Que los israelíes y palestinos puedan retomar el diálogo directo y alcanzar un entendimiento que permita a los dos pueblos convivir en armonía, superando un conflicto que les enfrenta desde hace tanto tiempo, con graves consecuencias para toda la región.

Pidamos al Señor que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Unidas logre cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria y remediar la gravísima situación humanitaria de la población extenuada. Es igualmente urgente que el acuerdo sobre Libia encuentre el apoyo de todos, para que se superen las graves divisiones y violencias que afligen el país. Que toda la Comunidad internacional ponga su atención de manera unánime en que cesen las atrocidades que, tanto en estos países como también en Irak, Yemen y en el África subsahariana, causan todavía numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros. Quiero recordar también a cuantos han sido golpeados por los atroces actos terroristas, particularmente en las recientes masacres sucedidas en los cielos de Egipto, en Beirut, París, Bamako y Túnez.

Que el Niño Jesús les dé consuelo y fuerza a nuestros hermanos, perseguidos por causa de su fe en distintas partes del mundo. Son nuestros mártires de hoy. Pidamos Paz y concordia para las queridas poblaciones de la República Democrática del Congo, de Burundi y del Sudán del Sur para que, mediante el diálogo, se refuerce el compromiso común en vista de la edificación de sociedades civiles animadas por un sincero espíritu de reconciliación y de comprensión recíproca.

Que la Navidad lleve la verdadera paz también a Ucrania, ofrezca alivio a quienes padecen las consecuencias del conflicto e inspire la voluntad de llevar a término los acuerdos tomados, para restablecer la concordia en todo el país. Que la alegría de este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz.

Donde nace Dios, nace la esperanza¸ y donde nace la esperanza, las personas encuentran la dignidad. Sin embargo, todavía hoy muchos hombres y mujeres son privados de su dignidad humana y, como el Niño Jesús, sufren el frío, la pobreza y el rechazo de los hombres. Que hoy llegue nuestra cercanía a los más indefensos, sobre todo a los niños soldado, a las mujeres que padecen violencia, a las víctimas de la trata de personas y del narcotráfico.

Que no falte nuestro consuelo a cuantos huyen de la miseria y de la guerra, viajando en condiciones muchas veces inhumanas y con serio peligro de su vida. Que sean recompensados con abundantes bendiciones todos aquellos, personas privadas o Estados, que trabajan con generosidad para socorrer y acoger a los numerosos emigrantes y refugiados, ayudándoles a construir un futuro digno para ellos y para sus seres queridos, y a integrarse dentro de las sociedades que los reciben.

Que en este día de fiesta, el Señor vuelva a dar esperanza a cuantos no tienen trabajo – y son tantos - y sostenga el compromiso de quienes tienen responsabilidad públicas en el campo político y económico para que se empeñen en buscar el bien común y tutelar la dignidad toda vida humana. Donde nace Dios, florece la misericordia. Este es el don más precioso que Dios nos da, particularmente en este año jubilar, en el que estamos llamados a descubrir la ternura que nuestro Padre celestial tiene con cada uno de nosotros. Que el Señor conceda, especialmente a los presos, la experiencia de su amor misericordioso que sana las heridas y vence el mal.


Y de este modo, hoy todos juntos exultemos en el día de nuestra salvación. Contemplando el portal de Belén, fijemos la mirada en los brazos de Jesús que nos muestran el abrazo misericordioso de Dios, mientras escuchamos el gemido del Niño que nos susurra: ''Por mis hermanos y compañeros voy a decir: ''La paz contigo''.

Misa del Gallo: ''La misión de dar a conocer al Príncipe de la Paz''


Ciudad del Vaticano, 24 diciembre 2015 (VIS).- El Papa Francisco presidió esta noche, a las 21.30 horas en la basílica de San Pedro, la Santa Misa del Gallo en la solemnidad de la Natividad del Señor 2015. En el curso de la celebración eucarística, después de la lectura del Santo Evangelio, el Papa pronunció la siguiente homilía:

''En esta noche brilla una ''luz grande''; sobre nosotros resplandece la luz del nacimiento de Jesús. Qué actuales y ciertas son las palabras del profeta Isaías, que acabamos de escuchar: ''Acreciste la alegría, aumentaste el gozo''. Nuestro corazón estaba ya lleno de alegría mientras esperaba este momento; ahora, ese sentimiento se ha incrementado hasta rebosar, porque la promesa se ha cumplido, por fin se ha realizado. El gozo y la alegría nos aseguran que el mensaje contenido en el misterio de esta noche viene verdaderamente de Dios. No hay lugar para la duda; dejémosla a los escépticos que, interrogando sólo a la razón, no encuentran nunca la verdad. No hay sitio para la indiferencia, que se apodera del corazón de quien no sabe querer, porque tiene miedo de perder algo. La tristeza es arrojada fuera, porque el Niño Jesús es el verdadero consolador del corazón.

Hoy ha nacido el Hijo de Dios: todo cambia. El Salvador del mundo viene a compartir nuestra naturaleza humana, no estamos ya solos ni abandonados. La Virgen nos ofrece a su Hijo como principio de vida nueva. La luz verdadera viene a iluminar nuestra existencia, recluida con frecuencia bajo la sombra del pecado. Hoy descubrimos nuevamente quiénes somos. En esta noche se nos muestra claro el camino a seguir para alcanzar la meta. Ahora tiene que cesar el miedo y el temor, porque la luz nos señala el camino hacia Belén. No podemos quedarnos inermes. No es justo que estemos parados. Tenemos que ir y ver a nuestro Salvador recostado en el pesebre. Este es el motivo del gozo y la alegría: este Niño ''ha nacido para nosotros'', ''se nos ha dado'', como anuncia Isaías. Al pueblo que desde hace dos mil años recorre todos los caminos del mundo, para que todos los hombres compartan esta alegría, se le confía la misión de dar a conocer al ''Príncipe de la paz'' y ser entre las naciones su instrumento eficaz.

Cuando oigamos hablar del nacimiento de Cristo, guardemos silencio y dejemos que ese Niño nos hable; grabemos en nuestro corazón sus palabras sin apartar la mirada de su rostro. Si lo tomamos en brazos y dejamos que nos abrace, nos dará la paz del corazón que no conoce ocaso. Este Niño nos enseña lo que es verdaderamente importante en nuestra vida. Nace en la pobreza del mundo, porque no hay un puesto en la posada para Él y su familia. Encuentra cobijo y amparo en un establo y viene recostado en un pesebre de animales. Y, sin embargo, de esta nada brota la luz de la gloria de Dios. Desde aquí, comienza para los hombres de corazón sencillo el camino de la verdadera liberación y del rescate perpetuo. De este Niño, que lleva grabados en su rostro los rasgos de la bondad, de la misericordia y del amor de Dios Padre, brota para todos nosotros sus discípulos, como enseña el apóstol Pablo, el compromiso de ''renunciar a la impiedad'' y a las riquezas del mundo, para vivir una vida ''sobria, justa y piadosa''.

En una sociedad frecuentemente ebria de consumo y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo, Él nos llama a tener un comportamiento sobrio, es decir, sencillo, equilibrado, lineal, capaz de entender y vivir lo que es importante. En un mundo, a menudo duro con el pecador e indulgente con el pecado, es necesario cultivar un fuerte sentido de la justicia, de la búsqueda y el poner en práctica la voluntad de Dios. Ante una cultura de la indiferencia, que con frecuencia termina por ser despiadada, nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad, de empatía, de compasión, de misericordia, que extraemos cada día del pozo de la oración.

Que, al igual que el de los pastores de Belén, nuestros ojos se llenen de asombro y maravilla al contemplar en el Niño Jesús al Hijo de Dios. Y que, ante Él, brote de nuestros corazones la invocación: ''Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación''.


Actos Pontificios


Ciudad del Vaticano, 28 diciembre 2015 (VIS).- El Santo Padre ha nombrado a monseñor Brian McGee, obispo de Argyll and The Isles (superficie 31.080, población 77.400, católicos 10.179, sacerdotes 25, religiosos y religiosas 32, diáconos permanentes 1) en Escocia. El obispo electo nació en 1965 en Greenock (Escocia), y fue ordenado sacerdote en 1989. Durante su ministerio pastoral ha sido entre otros, vice párroco y párroco de varias parroquias, director espiritual y vicario episcopal. Hasta el momento era vicario general de la diócesis de Paisley.


El 24 de diciembre, el Santo Padre nombró a monseñor Wojciech Tomasz Osial, auxiliar de Lowicz (superficie 5.806, población 609.479, católicos 607.825, sacerdotes 166, religiosos y religiosas 390) en Polonia. El obispo electo nació en 1970 en Lowicz (Polonia) y fue ordenado sacerdote en 1995. Es doctor en Catequética por la Universidad Salesiana de Roma. Durante su ministerio pastoral ha sido entre otros, docente de seminario y universidad, visitador diocesano y miembro del consejo pastoral. En la actualidad era consultor para la catequesis y notario de la curia.
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