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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 28 de septiembre de 2009

CRISTIANOS: COMPARTIR CON EL MUNDO TESORO DE LA SALVACION


CIUDAD DEL VATICANO, 27 SEP 2009 (VIS).-El arzobispado de Praga fue la sede del encuentro del Santo Padre con los miembros del Consejo Ecuménico de la República Checa. El Papa llegó a esa sede a las 17,15 y fue recibido por el cardenal Miloslav Vlk, arzobispo de Praga. Tras recibir el saludo del presidente del Consejo Ecuménico, Benedicto XVI pronunció un discurso.

  "Es difícil creer que han pasado solo dos décadas desde que la caída de los regímenes precedentes dio lugar a una transición difícil pero productiva hacia estructuras políticas más participativas", dijo el Papa. "En este periodo los cristianos se han unido a otras personas de buena voluntad para contribuir a reconstruir un orden político justo y siguen comprometidos en el dialogo para abrir nuevos caminos hacia la comprensión y la colaboración reciproca de cara a la paz y el progreso del bien común".

  Sin embargo, observó, "brotan bajo nuevas formas intentos de marginar el influjo del cristianismo en la vida pública, a veces con el pretexto de que sus enseñanzas son perjudiciales para el bienestar de la sociedad. (...) La separación artificial del Evangelio de la vida intelectual y pública debería llevarnos a comprometernos en una recíproca "autocrítica de la edad moderna" y "autocrítica del cristianismo moderno", sobre todo respecto a la esperanza que pueden ofrecer a la humanidad (...) en un periodo caracterizado por la proliferación de diversas visiones del mundo".

  "El cristianismo tiene mucho que ofrecer en ámbito práctico y moral", constató el Papa, pero además "ofrece una realidad más profunda e inseparable de la "economía" de la caridad que obra en este mundo: Ofrece la salvación".

  "El término salvación, rico de significados -explicó- expresa algo fundamental y universal en el anhelo humano de la felicidad y la plenitud. (...) Es la verdad central del Evangelio, el objetivo al que apunta cualquier esfuerzo de evangelización y atención pastoral. Y es el criterio sobre el que los cristianos se centran siempre cuando tratan de curar las heridas y divisiones del pasado".

  "La proclamación por parte de la Iglesia de la salvación en Jesucristo es siempre antigua y siempre nueva. (...) Cuando Europa escucha la historia del cristianismo, escucha su misma historia. Sus nociones de justicia, de libertad y responsabilidad social, junto con las instituciones culturales y jurídicas establecidas para defender estas ideas y transmitirlas a las generaciones futuras están plasmadas por su herencia cristiana. En verdad, la memoria del pasado alimenta sus aspiraciones de futuro".

  Benedicto XVI recordó a los santos bohemos Adalberto y Agnese, que difundieron el Evangelio "convencidos de que los cristianos no deben replegarse sobre sí mismos, temerosos del mundo, sino compartir con confianza el tesoro que les han confiado". También los cristianos de hoy, "abriéndose a la situación actual y reconociendo todo lo bueno de la sociedad, deben tener el valor de invitar a los hombres y mujeres a la conversión radical  que deriva del encuentro con Cristo e introduce en una nueva vida de gracia".

  "Desde este punto de vista entendemos con más claridad porqué los cristianos deben unirse a los demás para recordar a Europa sus raíces. No porque estas raíces se hayan secado. Al contrario: por el hecho de que sigan, de forma tenue, pero fecunda, dando al continente el sostén espiritual y moral que permite establecer un diálogo significativo con personas de otras culturas y religiones. Precisamente porque el Evangelio no es una ideología, no pretende bloquear dentro de esquemas rígidos las realidades socio- políticas que cambian. Más bien, trasciende las vicisitudes de este mundo y arroja una luz nueva sobre la dignidad de la persona en cada época".

  "Pidamos a Dios -concluyó el Papa- que nos dé un espíritu valeroso para compartir las verdades salvíficas eternas que han permitido y seguirán permitiendo el progreso social y cultural de este continente".

  Finalizado el acto, el Santo Padre se desplazó en papamóvil al Castillo de Praga para  encontrar a los representantes del mundo académico.
PV-REP. CHECA/ECUMENISMO/PRAGA                    VIS 20090928 (670)


NO SE PUEDE ELIMINAR EL ANHELO POR LA LIBERTAD Y LA VERDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 27 SEP 2009 (VIS).-A las 18,00, el Papa se encontró en el Castillo de Praga con los rectores de las universidades de la República Checa, con una representación de profesores y estudiantes, además de miembros de las instituciones culturales del Estado y de la Iglesia católica.

  En su discurso, el Santo Padre dijo que "si es verdad que algunos piensan que los interrogantes planteados por la religión,  la fe y la ética no ocupan un lugar en el ámbito de la razón pública, esta visión no es en absoluto evidente. La libertad, que es la base del ejercicio de la razón -en la universidad como en la Iglesia-, tiene un objetivo preciso: la búsqueda de la verdad, y como tal expresa una dimensión propia del cristianismo, que efectivamente ha dado lugar al nacimiento de la universidad".

  "La gran tradición formativa, abierta a lo trascendente, que es el fundamento de las universidades en toda Europa -continuó- se ha subvertido sistemáticamente, aquí y en otras partes, por la ideología reductiva del materialismo, por la represión de la religión y por la opresión del espíritu humano. Sin embargo, en 1989, el mundo fue testigo de manera dramática del derribo de una ideología totalitaria que fracasó y del triunfo del espíritu humano".

  Benedicto XVI subrayó que "el anhelo por la libertad y la verdad es parte inalienable de nuestra humanidad. Nunca puede ser eliminado, y como ha demostrado la historia, si se niega se pone en peligro la misma humanidad. A este anhelo tratan de responder la fe religiosa, las artes, la filosofía, la teología y las otras disciplinas científicas, cada una con su propio método, tanto en el ámbito de una reflexión atenta como en el de una buena praxis".

  Tras poner de relieve que la universidad tiene como misión "iluminar las mentes y los corazones de los jóvenes", el Papa dijo que esta tarea "no consiste en la mera acumulación de conocimientos o de capacidades, sino en una "paideia", una formación humana en las riquezas de una tradición".

  "Hay que recuperar -continuó- la idea de una formación integral, basada en la unidad del conocimiento enraizado en la verdad. (...) Con el masivo crecimiento de la información y de la tecnología nace la tentación de separar la razón de la búsqueda de la verdad. (...) El relativismo que deriva de ello genera un camuflaje, detrás del cual pueden esconderse nuevas amenazas a la autonomía de las instituciones académicas".

  El Santo Padre se preguntó si no es verdad que "habiendo pasado el período de injerencia como consecuencia del totalitarismo político, a menudo hoy en el mundo el ejercicio de la razón y la investigación académica se ven obligados -de manera sutil y a veces no tan sutil- a doblegarse a las presiones de grupos de interés ideológicos y al atractivo de objetivos utilitarios a breve plazo o solo pragmáticos".

  "La capacidad de análisis y la que es necesaria para formular hipótesis científicas, unida al arte prudente del discernimiento, ofrecen un antídoto eficaz a la actitud de replegarse en sí mismo, de la falta de compromiso e incluso de alienación, que a veces se encuentran en nuestras sociedades de bienestar y que pueden afectar sobre todo a los jóvenes".

  Benedicto XVI señaló que "los que proponen la exclusión positivista de lo divino de la universalidad de la razón no solo niegan una de las convicciones más profundas de los creyentes, sino que terminan por contrastar precisamente el diálogo de las culturas que proponen. Una comprensión de la razón sorda a lo divino, que relega las religiones al reino de las subculturas, es incapaz de entrar en aquel diálogo de las culturas del que tiene tanta necesidad nuestro mundo".

  "La confianza en la capacidad humana de buscar la verdad, de encontrar la verdad y de vivir según la verdad, llevó a la fundación de las grandes universidades europeas. Ciertamente tenemos que reafirmar esto hoy -concluyó- para otorgar al mundo intelectual la valentía necesaria para el desarrollo de un auténtico bienestar, un futuro verdaderamente digno del ser humano".

  Concluido el encuentro con el mundo académico, el Papa se trasladó a la nunciatura apostólica para pernoctar.
PV-REP. CHECA/MUNDO ACADEMICO/PRAGA                VIS 20090928 (690)


SAN VENCESLAO: ANTEPONER SANTIDAD A PODER TERRENAL


CIUDAD DEL VATICANO, 28 SEP 2009 (VIS).-A las 8,15, el Papa se trasladó en automóvil desde la nunciatura apostólica a la iglesia de San Venceslao en Stará Boleslav, a 35 km. de Praga. La iglesia surge sobre el sitio del martirio del santo, considerado el lugar símbolo del nacimiento de la nación checa y por lo tanto, meta de una peregrinación nacional el 28 de septiembre de cada año.

  Venceslao nació hacia el 907 y subió al trono en el año 925. Según la tradición era un rey culto y religioso, benefactor de los pobres y justo. Fue asesinado por motivos políticos por su hermano Boleslao en el año 935. Sus restos mortales fueron trasladados en el 938 a la catedral de Praga y ya desde el siglo X se le venera como santo.

  A su llegada a la iglesia de San Venceslao el Santo Padre fue recibido por las autoridades religiosas y civiles y, tras la adoración del Santísimo, bajó a la cripta del Mausoleo de la Nación Checa donde está expuesta la reliquia del santo. Antes de abandonar el templo, el Papa saludó a 20 sacerdotes ancianos, alojados en la casa de la Conferencia Episcopal y a sus acompañantes. Concluida la visita se dirigió en papamóvil a la explanada de Melnik, donde celebró la Santa Misa en la solemnidad de San Venceslao,  festividad nacional de la República Checa.

  En la homilía, Benedicto XVI subrayó que Venceslao era "un modelo de santidad para todos, especialmente para los que guían las suertes de las comunidades y de los pueblos. Pero nos preguntamos, en nuestros días, ¿la santidad sigue siendo actual? ¿No interesan más el éxito y la gloria terrena? ¿Y cuánto duran y cuanto valen ambos?".

  "El siglo pasado -y vuestra tierra es testigo- ha visto caer -dijo- no pocos potentes, que parecían haber llegado a alturas casi inalcanzables. De improviso se han encontrado privados de su poder. Los que niegan y siguen negando a Dios y, en consecuencia, no respetan al ser humano, parecen tener una vida fácil y lograr el éxito material. Pero basta rascar la superficie para constatar que en esas personas hay tristeza e insatisfacción". 

  "Sólo los que conservan en el corazón el santo "temor de Dios" confían también en el ser humano y dedican su existencia a la construcción de un mundo más justo y fraternal. Hoy hacen falta personas que sean "creyentes" y "creíbles", dispuestas a difundir en todos los ámbitos de la sociedad los principios e ideales cristianos en que se inspira su acción. Esa es la santidad, vocación universal de todos los bautizados, que lleva a cumplir el propio deber con fidelidad y valor, mirando no al propio interés egoísta, sino al bien común y buscando siempre la voluntad divina".

  Citando el Evangelio de hoy, en el que Cristo pronuncia las palabras: "¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?", el Papa recalcó que el valor auténtico de la existencia humana "no se mide solo con bienes terrenos e intereses pasajeros porque no son las realidades materiales las que apagan la sed profunda de sentido y de felicidad encerrada en el corazón de cada persona. Por eso, Cristo no vacila en proponer a sus discípulos el camino estrecho de la santidad".

  Un camino que es posible seguir, como hicieron los santos, que con su ejemplo "alientan a quien se llama cristiano a ser creíble, es decir, coherente con los principios y la fe que profesa. No basta parecer buenos y honrados, es necesario serlo realmente".

  "Esta es la lección de vida de San Venceslao -concluyó el Santo Padre-, que tuvo el valor de anteponer el reino de los cielos a la fascinación del poder terreno".
PV-REP.CHECA/MISA/MELNIK                        VIS 20090928 (630)


EL PAPA A LOS JOVENES: SOIS LA ESPERANZA DE LA IGLESIA


CIUDAD DEL VATICANO, 28 SEP 2009 (VIS).-Finalizada la celebración eucarística el Papa se dirigió a los más de 10.000 jóvenes peregrinos al lugar del martirio de San Venceslao, que habían pasado la noche acampados en un terreno de la explanada de Melnik para asistir a la Misa presidida por Benedicto XVI.

  "¡Con vosotros también el Papa se siente joven!", exclamó Benedicto XVI, agradeciendo a los peregrinos su "entusiasmo" y su "generosidad". "En cada joven -dijo- hay una aspiración a la felicidad, a veces mezclada con un sentimiento de inquietud; una aspiración que, sin embargo,  a menudo la sociedad de consumo explota de forma falsa y alienante. Es necesario en cambio evaluar seriamente el anhelo de felicidad, que exige una respuesta verdadera y exhaustiva. A vuestra edad se toman las primeras grandes decisiones, capaces de orientar la vida hacia el bien o hacia el mal".

  Benedicto XVI recordó a los jóvenes las palabras de San Agustín, cuando afirmaba que "el corazón de todas las personas está inquieto hasta que no encuentra realmente lo que busca". Y Agustín descubrió que "solo Jesucristo era las respuesta satisfactoria al deseo, suyo y de cada ser humano, de una vida feliz, llena de significado y de valor".

  "Como hizo con él, el Señor sale al encuentro de cada uno de vosotros. Llama a la puerta de vuestra libertad y os pide que le acojáis como amigo. Quiere haceros felices, llenaros de humanidad y dignidad. La fe cristiana es esto: el encuentro con Cristo, Persona viva que da a la vida un nuevo horizonte y con ello la dirección decisiva".

  "El Señor, efectivamente, llama a cada uno por su nombre y os quiere confiar una misión específica en la Iglesia y en la sociedad. (...) Os renueva constantemente la invitación a ser discípulos y testigos suyos. Llama a muchos al matrimonio, y la preparación para este sacramento constituye un camino vocacional verdadero. Considerad entonces seriamente la llamada divina a constituir una familia cristiana y que la juventud sea el tiempo para construir con responsabilidad vuestro futuro. La sociedad necesita familias cristianas, familias santas".

  "Si el  Señor os llama a seguirlo en el sacerdocio ministerial o en la vida consagrada -prosiguió- no dudéis en responder a su invitación. En particular, en este Año Sacerdotal, me dirijo a vosotros, jóvenes. (...) La Iglesia, también en este país, necesita sacerdotes numerosos y santos y personas totalmente consagradas al servicio de Cristo, esperanza del mundo".

  "¡La esperanza! Esta palabra a la que recurro a menudo -dijo el Papa- se conjuga bien con la juventud. Vosotros, queridos jóvenes, sois la esperanza de la Iglesia que espera que os hagáis mensajeros de la esperanza".

  El Santo Padre invitó a continuación a los jóvenes a participar en la próxima Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Madrid (España) en agosto de 2011, y les pidió que vivieran la fe "con entusiasmo y alegría, creciendo en la unidad entre vosotros y Cristo, rezando y siendo asiduos en la práctica de los sacramentos, sobre todo la Eucaristía y la Confesión".

  Después de saludar en diversos idiomas a los jóvenes que abarrotaban la explanada. Benedicto XVI emprendió el regreso en automóvil a Praga, donde almorzó en el arzobispado con los obispos de la República Checa.
PV-REP.CHECA/MENSAJE JOVENES/MELNIK                VIS 20090928 (560)


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