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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 10 de enero de 2011

CARDENAL BERTONE CELEBRARA MISA EN PRIMER ANIVERSARIO TERREMOTO HAITI

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2011 (VIS).-El cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, presidirá el miércoles 12 de enero una celebración eucarística en el primer aniversario del terremoto en Haití. La misa tendrá lugar e las 16,30 en la basílica papal de Santa María Mayor.

Según un comunicado, “la iniciativa de conmemorar con una Santa Misa a las víctimas del terrible terremoto, ha sido promovida por el embajador de Haití ante la Santa Sede y han sido invitados a participar los miembros del cuerpo diplomático ante la Santa Sede y los otros diplomáticos presentes en Roma.
OP/ VIS 20110110 (110)

AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2011 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Cardenal William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

-Cardenal Marc Ouellet, P.S.S., prefecto de la Congregación para los Obispos.

-Cardenal Cláudio Hummes, O.F.M., prefecto emérito de la Congregación para el Clero.
AP/ VIS 20110110 (50)

COLABORACION ENTRE COMUNIDAD CRISTIANA Y FAMILIA

CIUDAD DEL VATICANO, 9 ENE 2011 (VIS).-Hoy, festividad del Bautismo del Señor, Benedicto XVI presidió en la Capilla Sixtina la Santa Misa durante la cual administró el sacramento del Bautismo a 21 niños, hijos de dependientes vaticanos o de la Santa Sede.

En la homilía, el Papa explicó que el Bautismo insertaba a los que los solicitaban en el “intercambio de amor recíproco que hay en Dios entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. “Por este gesto que realizo -añadió- se derrama en ellos el amor de Dios, inundándoles de sus dones. A través del lavado del agua, vuestros hijos se insertan en la vida misma de Jesús, que murió en la cruz para liberarnos del pecado y resucitando venció la muerte”.

“Dándonos la fe -prosiguió el pontífice- el Señor nos ha dado lo más precioso de la vida, es decir el motivo más verdadero y más bello por el que vivir. (...) La fe es el gran don con el que nos da también la vida eterna, la verdadera vida. (...) Al recibir el Bautismo, estos niños obtienen como don un sello espiritual indeleble, el “carácter”, que marca interiormente para siempre su pertenencia al Señor y los hace miembros vivos de su cuerpo místico, que es la Iglesia. Al entrar a formar parte del Pueblo de Dios, para estos niños comienza hoy un camino que deberá ser un camino de santidad y de conformación a Jesús, una realidad sembrada en ellos como la semilla de un árbol espléndido, que debe crecer”

Ciertamente, observó el Santo Padre, “después será necesaria una adhesión libre y consciente a esta vida de fe y de amor, y por eso es necesario que, tras el Bautismo, sean educados en la fe, instruidos según la sabiduría de la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia, para que crezca en ellos este germen de la fe que hoy reciben y puedan llegar a la plena madurez cristiana”.

“La Iglesia, que los acoge entre sus hijos, debe hacerse cargo, junto a los padres y a los padrinos, de acompañarlos en este camino de crecimiento. La colaboración entre comunidad cristiana y familia es más necesaria que nunca en el actual contexto social, en el que la institución familiar está amenazada por muchas partes y tiene que enfrentarse a no pocas dificultades en su misión de educar en la fe. La disminución de referencias culturales estables y la rápida transformación a la que está sometida continuamente la sociedad, hacen verdaderamente arduo el compromiso educativo. Por eso, es necesario que las parroquias se esfuercen cada vez más en apoyar a las familias, pequeñas Iglesias domésticas, en su tarea de transmisión de la fe”, concluyó el Santo Padre”.
HML/ VIS 20110110 (460)

REDESCUBRIR LA BELLEZA DEL BAUTISMO Y DE PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 9 ENE 2011 (VIS).-Después de bautizar a un grupo de bebés en la Capilla Sixtina, el Papa se asomó a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.

El Santo Padre señaló que con la fiesta del Bautismo del Señor concluye el tiempo litúrgico de la Navidad. “Este misterio de la vida de Cristo -dijo- muestra visiblemente que su venida en la carne es el acto sublime de amor de las tres Personas divinas. Podemos decir que desde este solemne acontecimiento la acción creadora, redentora y santificadora de la Santísima Trinidad será cada vez más manifiesta en la misión pública de Jesús, en su enseñanza, en los milagros, en su pasión, muerte y resurrección”.

“Es verdaderamente el Mesías, el Hijo del Altísimo que, saliendo de las aguas del Jordán, establece la regeneración en el Espíritu y abre, a los que lo quieran, la posibilidad de convertirse en hijos de Dios. De hecho, no es por casualidad que todo bautizado adquiera el carácter de hijo a partir del nombre cristiano, signo inconfundible de que el Espíritu Santo hace nacer “de nuevo” al hombre desde el seno de la Iglesia”.

Benedicto XVI hizo hincapié en que “el Bautismo es el inicio de la vida espiritual, que encuentra su plenitud por medio de la Iglesia. En la hora propicia del Sacramento, mientras la comunidad eclesial reza y confía a Dios a un nuevo hijo, los padres y los padrinos se comprometen a acoger al recién bautizado, sosteniéndolo en la formación y en la educación cristiana. ¡Y ésta es una gran responsabilidad, que se deriva de un gran don! Por eso, deseo alentar a todos los fieles a redescubrir la belleza de estar bautizados y pertenecer a la gran familia de Dios, y a dar gozoso testimonio de su fe, para que ésta genere frutos de bien y de concordia”.

Después de la oración mariana, el Papa recordó “a la población de Haití, un año después del terrible terremoto, al que por desgracia ha seguido también una grave epidemia de cólera. El cardenal Robert Sarah, presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”, viaja hoy a la Isla caribeña, para expresar mi constante cercanía y la de toda la Iglesia”.

El Santo Padre se dirigió a continuación a un grupo de parlamentarios italianos, a quienes agradeció “su compromiso, compartido con otros colegas, en favor de la libertad religiosa. Con ellos saludo también a los fieles coptos aquí presentes a los que renuevo mi cercanía”, concluyó.
ANG/ VIS 20110110 (440)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 9 ENE 2011 (VIS).-El Santo Padre nombró a don Gervas John Mwasikwabhila Nyaisonga obispo de la diócesis de Dodoma (superficie 41.311, población 1.951.000, católicos 407.000, sacerdotes 106, religiosos 605) en Tanzania. El obispo electo nació en 1966 en el distrito de Bunda (Tanzania), fue ordenado sacerdote en 1996 y actualmente era profesor asistente en la St. Augustine=s University of Tanzania (SAUT).

El pasado sábado, 8 de enero, el Papa nombró:

-Monseñor Antonio Guido Filipazzi nuncio apostólico, elevándolo a la dignidad de arzobispo. El nuncio electo nació en 1963 en Melzo (Italia), fue ordenado sacerdote en 1987 y actualmente era consejero de nunciatura.

-Monseñor Edgar Peña Parra nuncio apostólico, elevándolo a la dignidad de arzobispo. El nuncio electo nació en 1960 en Maracaibo (Venezuela), fue ordenado sacerdote en 1985 y actualmente era consejero de nunciatura.
NER:NN/ VIS 20110110 (120)

DISCURSO DEL PAPA A LOS MIEMBROS DEL CUERPO DIPLOMATICO

CIUDAD DEL VATICANO, 10 ENE 2011 (VIS).-Esta mañana, en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano, Benedicto XVI pronunció su discurso anual a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede. El Papa recibió las felicitaciones de todos los embajadores, a través del decano del Cuerpo, el Embajador Alejandro Emilio Valladares Lanza, de Honduras.

Actualmente la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas plenas con 178 países, a los que hay que añadir la Unión Europea y la Soberana Orden Militar de Malta y una misión con carácter especial: la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina.

Por lo que se refiere a las Organizaciones Internacionales, la Santa Sede está presente en la ONU en calidad de “Estado observador” y es además miembro de 7 Organizaciones o Agencias del Sistema ONU, observador en otras 8 y miembro u observador en 5 Organizaciones regionales.

Siguen amplios extractos del discurso del Santo Padre:

“La humanidad, a través de sus creencias y ritos, ha manifestado a lo largo de su historia una búsqueda incesante de Dios, y “estas formas de expresión son tan universales que se puede llamar al hombre un ser religioso”. La dimensión religiosa es una característica innegable e irreprimible del ser y del obrar del hombre, la medida de la realización de su destino y de la construcción de la comunidad a la que pertenece. Por consiguiente, cuando el mismo individuo, o los que están a su alrededor, olvidan o niegan este aspecto fundamental, se crean desequilibrios y conflictos en todos los sentidos, tanto en el aspecto personal como interpersonal”.

“(…) el derecho a la libertad religiosa, (…) que es en realidad el primer derecho, porque históricamente ha sido afirmado en primer lugar, y porque, por otra parte, tiene como objeto la dimensión constitutiva del hombre, es decir, su relación con el Creador, ¿no ha sido demasiadas veces puesto en discusión o violado? Me parece que hoy la sociedad, sus responsables y la opinión pública, son más conscientes, incluso aunque no siempre de manera exacta, de la gravedad de esta herida contra la dignidad y la libertad del “homo religiosus”, sobre la que he querido llamar la atención de todos en muchas ocasiones”.

“La Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para el Medio Oriente, celebrada en el Vaticano en octubre pasado, ha sido un momento de oración y reflexión, en el que el pensamiento se ha dirigido con insistencia a las comunidades cristianas de esta región del mundo, tan probadas a causa de su adhesión a Cristo y a la Iglesia”.

“Sí, mirando hacia Oriente, nos han consternado los atentados que han sembrado la muerte, el dolor y la angustia entre los cristianos de Irak, hasta el punto de inducirlos a dejar la tierra de sus padres en la que han vivido desde siglos. Renuevo a las autoridades de ese País y a los jefes religiosos musulmanes mi apremiante llamamiento a trabajar para que sus conciudadanos cristianos puedan vivir con seguridad y puedan seguir dando su aportación a la sociedad de la que son miembros con pleno derecho. También en Egipto, en Alejandría, el terrorismo ha golpeado brutalmente a los fieles reunidos en oración en una iglesia. Esta sucesión de ataques es un signo más de la urgente necesidad de que los Gobiernos de la Región adopten, a pesar de las dificultades y amenazas, medidas eficaces para la protección de las minorías religiosas”.

“(…) Aprecio la preocupación por los derechos de los más débiles y la clarividencia política que algunos países de Europa han demostrado en estos últimos días, pidiendo una respuesta concertada de la Unión Europea para que los cristianos sean protegidos en Oriente Medio.

“Quisiera recordar, en definitiva, que el derecho a la libertad religiosa no se aplica plenamente allí donde sólo se garantiza la libertad de culto, y además con limitaciones. Asimismo, animo a que se promueva la plena salvaguarda de la libertad religiosa y de los demás derechos humanos, mediante programas que, desde la escuela primaria y en el marco de la enseñanza religiosa, enseñen a respetar a todos los hermanos en humanidad.

“Por lo que respecta a los Estados de la Península Arábica, donde viven numerosos trabajadores cristianos inmigrantes, espero que la Iglesia católica pueda disponer de estructuras pastorales apropiadas.

“Entre las normas que lesionan el derecho de las personas a la libertad religiosa, merece una mención especial la ley contra la blasfemia en Pakistán: Animo de nuevo a las autoridades de ese País a realizar los esfuerzos necesarios para abrogarla, tanto más cuanto es evidente que sirve de pretexto para cometer injusticias y violencias contra las minorías religiosas. El trágico asesinato del Gobernador del Punjab pone de manifiesto la urgencia de proceder en este sentido: la veneración a Dios promueve la fraternidad y el amor, no el odio o la división. Se pueden mencionar otras situaciones preocupantes, a veces violentas, en el Sur y Sureste del continente asiático, en países que tienen por otra parte una tradición de relaciones sociales pacíficas.

“El peso particular de una determinada religión en una nación jamás debería implicar la discriminación en la vida social de los ciudadanos que pertenecen a otra confesión o, peor aún, que se consienta la violencia contra ellos. A este respecto, es importante que el diálogo interreligioso favorezca un compromiso común para reconocer y promover la libertad religiosa de todas las personas y comunidades. Por último, como ya he recordado, la violencia contra los cristianos no perdona ni siquiera a África. Un triste testimonio de ello son los ataques contra dos lugares de culto en Nigeria, mientras se celebraba el Nacimiento de Cristo.

“Por otra parte, en diversos países en que la Constitución reconoce una cierta libertad religiosa, la vida de las comunidades religiosas se hace, de hecho, difícil y a veces incluso insegura ya que el ordenamiento jurídico o social se inspira en sistemas filosóficos y políticos que postulan un estricto control, por no decir un monopolio, del Estado sobre la sociedad. Es necesario que cesen tales ambigüedades, de manera que los creyentes no tengan ya que debatirse entre la fidelidad a Dios y la lealtad a su patria. Pido de modo particular que todos garanticen a la comunidad católica la plena autonomía de organización y la libertad de cumplir su misión, conforme a las normas y estándares internacionales en este ámbito. En este momento, mi pensamiento vuelve de nuevo a las comunidades católicas de China continental y a sus Pastores, que viven un momento de dificultad y de prueba. Por otro lado, quisiera dirigir una palabra de ánimo a las autoridades de Cuba, País que en 2010 ha celebrado los 75 años de sus relaciones diplomáticas ininterrumpidas con la Santa Sede, para que el diálogo que felizmente se ha instaurado con la Iglesia se refuerce y amplíe todavía más”.

“Dirigiendo nuestra mirada de Oriente a Occidente, nos encontramos frente a otros tipos de amenazas contra el pleno ejercicio de la libertad religiosa. Pienso, en primer lugar, en los países que conceden una gran importancia al pluralismo y la tolerancia, pero donde la religión sufre una marginación creciente. Se tiende a considerar la religión, toda religión, como un factor sin importancia, extraño a la sociedad moderna o incluso desestabilizador, y se busca por diversos medios impedir su influencia en la vida social. Se llega así a exigir que los cristianos ejerzan su profesión sin referencia a sus convicciones religiosas o morales, e incluso en contradicción con ellas, como, por ejemplo, allí donde están en vigor leyes que limitan el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios o de algunos profesionales del derecho”.

“En este contexto, es un motivo de alegría que el Consejo de Europa, en el mes de octubre pasado, haya adoptado una Resolución que protege el derecho del personal médico a la objeción de conciencia frente a ciertos actos que, como el aborto, lesionan gravemente el derecho a la vida”.

“Otra manifestación de marginación de la religión y, en particular, del cristianismo, consiste en desterrar de la vida pública fiestas y símbolos religiosos, por respeto a los que pertenecen a otras religiones o no creen. De esta manera, no sólo se limita el derecho de los creyentes a la expresión pública de su fe, sino que se cortan las raíces culturales que alimentan la identidad profunda y la cohesión social de muchas naciones. El año pasado, algunos países europeos se unieron al recurso del Gobierno italiano en la famosa causa de la exposición del crucifijo en los lugares públicos. Deseo expresar mi gratitud a las autoridades de esas naciones, así como a todos los que se han empeñado en este sentido, episcopados, organizaciones y asociaciones civiles o religiosas, en particular al Patriarcado de Moscú y a los demás representantes de la jerarquía ortodoxa, y a todas las personas, creyentes y también no creyentes, que han querido manifestar su aprecio por este símbolo portador de valores universales”.

“Reconocer la libertad religiosa significa, además, garantizar que las comunidades religiosas puedan trabajar libremente en la sociedad, con iniciativas en el ámbito social, caritativo o educativo. (...) Es preocupante que este servicio que las comunidades religiosas ofrecen a toda la sociedad, en particular mediante la educación de las jóvenes generaciones, sea puesto en peligro u obstaculizado por proyectos de ley que amenazan con crear una especie de monopolio estatal en materia escolástica, como se puede constatar por ejemplo en algunos países de América Latina. Mientras muchos de ellos celebran el segundo centenario de su independencia, ocasión propicia para recordar la contribución de la Iglesia católica en la formación de la identidad nacional, exhorto a todos los Gobiernos a promover sistemas educativos que respeten el derecho primordial de las familias a decidir la educación de sus hijos, inspirándose en el principio de subsidiariedad, esencial para organizar una sociedad justa”.

“Continuando mi reflexión, no puedo dejar de mencionar otra amenaza a la libertad religiosa de las familias en algunos países europeos, allí donde se ha impuesto la participación a cursos de educación sexual o cívica que transmiten una concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra, pero que en realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la justa razón”.

“En esta solemne circunstancia, permitirme explicitar algunos principios que inspiran la actividad de la Santa Sede, y de toda la Iglesia católica, ante las Organizaciones Internacionales intergubernamentales, a fin de promover el pleno respeto de la libertad religiosa de todos. En primer lugar, está la convicción de que no se puede crear una especie de escala en la gravedad de la intolerancia contra las religiones. Desgraciadamente, una actitud semejante es frecuente, y los actos discriminatorios contra los cristianos son considerados precisamente como menos graves, menos dignos de atención por parte de los Gobiernos y de la opinión pública. Al mismo tiempo, se debe rechazar también el peligroso contraste que algunos quieren establecer entre el derecho a la libertad religiosa y los demás derechos del hombre, olvidando o negando así el papel central que el respeto de la libertad religiosa tiene en la defensa y protección de la alta dignidad del hombre. Todavía menos justificables son los intentos de oponer al derecho a la libertad religiosa unos derechos pretendidamente nuevos, promovidos activamente por ciertos sectores de la sociedad e incluidos en las legislaciones nacionales o en directivas internacionales, pero que no son, en realidad, más que la expresión de deseos egoístas que no encuentran fundamento en la auténtica naturaleza humana. Por último, es necesario afirmar que no es suficiente una proclamación abstracta de la libertad religiosa: esta norma fundamental de la vida social debe ser aplicada y respetada en todos los niveles y ámbitos”.

“La promoción de una plena libertad religiosa de las comunidades católicas es también el objetivo que persigue la Santa Sede cuando establece concordatos u otros acuerdos. Me alegra el que algunos Estados de diversas regiones del mundo y de tradiciones religiosas, culturales y jurídicas distintas elijan el instrumento de las convenciones internacionales como medio para organizar las relaciones entre la comunidad política y la Iglesia católica, estableciendo a través del diálogo el cuadro de una colaboración en el respeto de las competencias recíprocas. El año pasado se ha concluido y ha entrado en vigor un Acuerdo para la asistencia religiosa de los fieles católicos de las fuerzas armadas en Bosnia-Herzegovina, y actualmente hay negociaciones en curso en diversos países”.

“La actividad de los representantes pontificios en los Estados y Organizaciones internacionales está igualmente al servicio de la libertad religiosa. Quisiera señalar con satisfacción que las autoridades vietnamitas han aceptado la designación de un Representante mío que, visitando las queridas comunidades católicas de ese País, manifestará la solicitud del Sucesor de Pedro. Quisiera igualmente recordar que, durante el año pasado, la red diplomática de la Santa Sede se ha reforzado en África, desde ahora una presencia estable se ha asegurado en tres países donde el nuncio no era residente”.

“Quisiera reafirmar con fuerza que la religión no constituye un problema para la sociedad, no es un factor de perturbación o de conflicto. Quisiera repetir que la Iglesia no busca privilegios, ni quiere intervenir en cuestiones extrañas a su misión, sino simplemente cumplirla con libertad. Invito a cada uno a reconocer la gran lección de la historia: “¿Cómo negar la aportación de las grandes religiones del mundo al desarrollo de la civilización? La búsqueda sincera de Dios ha llevado a un mayor respeto de la dignidad del hombre. Las comunidades cristianas, con su patrimonio de valores y principios, han contribuido mucho a que las personas y los pueblos hayan tomado conciencia de su propia identidad y dignidad, así como a la conquista de instituciones democráticas y a la afirmación de los derechos del hombre con sus respectivas obligaciones. También hoy, en una sociedad cada vez más globalizada, los cristianos están llamados a dar su aportación preciosa al fatigoso y apasionante compromiso por la justicia, al desarrollo humano integral y a la recta ordenación de las realidades humanas, no sólo con un compromiso civil, económico y político responsable, sino también con el testimonio de su propia fe y caridad”.

“En este sentido, la figura de la Beata Madre Teresa de Calcuta es emblemática: el centenario de su nacimiento se ha celebrado en Tirana, en Skopje, en Pristina, así como en India; le han rendido un vibrante homenaje, no sólo la Iglesia, sino también las autoridades civiles y los jefes religiosos, sin contar personas de todas las confesiones. Ejemplos como el suyo muestran al mundo cuánto puede beneficiar a la sociedad el compromiso que nace de la fe”.

“Que ninguna sociedad humana se prive voluntariamente de la contribución fundamental que constituyen las personas y las comunidades religiosas. (...) Por eso, mientras formulo votos para que este nuevo año sea rico en concordia y en un progreso real, exhorto a todos, responsables políticos, jefes religiosos y personas de toda clase, a emprender con determinación el camino hacia una paz auténtica y estable, que pase por el respeto del derecho a la libertad religiosa en toda su amplitud”.
CD/ VIS 20110110 (2500)
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