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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 20 de junio de 2011

DESARROLLAR EL DEPÓSITO DE LA FE DEJADO POR LOS ANTEPASADOS

CIUDAD DEL VATICANO, 19 JUN 2011 (VIS).-Benedicto XVI viajó esta mañana en helicóptero desde el Vaticano a la República de San Marino, donde a las 10,00, en el Estadio de Serravalle, presidió una concelebración Eucarística.

Al inicio de la homilía, el Santo Padre afirmó que la fiesta que celebramos hoy, la Santísima Trinidad, es “fiesta de Dios, del centro de nuestra fe. (…) El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno, porque Dios es amor y el amor es la fuerza vivificante absoluta, la unidad creada por el amor y más unidad que la unidad puramente física”.

Comentando el Evangelio de San Juan, cuando dice: “Tanto amó Dios al mundo hasta dar a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él no se pierda, sino que tenga la vida eterna”, el Papa señaló que “en el mundo hay mal, egoísmo, maldad y Dios podría venir para juzgar al mundo, para destruir el mal, para castigar a aquellos que obran en las tinieblas. En cambio, muestra que ama al mundo, al hombre, a pesar de su pecado, y envía lo que tiene de más precioso: a su Hijo unigénito. Y no solo lo envía, sino que lo dona al mundo”.

“La fe en el Dios trinitario -continuó- ha caracterizado también esta Iglesia de San Marino Montefeltro, en el curso de su historia antigua y gloriosa. La evangelización de esta tierra se atribuye a los santos Marino y León, que en la mitad del siglo III después de Cristo habrían desembarcado en Rimini procedentes de Dalmacia. (…) Trajeron, en el contexto de esta realidad local, con la fe en el Dios revelado en Jesucristo, perspectivas y valores nuevos, determinando el nacimiento de una cultura y de una civilización centradas en la persona humana, imagen de Dios y por esto portadoras de derechos precedentes a toda legislación humana”.

Benedicto XVI puso de relieve que “junto a la fe, es necesario recordar también la absoluta fidelidad al obispo de Roma, al que esta Iglesia siempre ha mirado con devoción y afecto, así como la atención demostrada a la gran tradición de la Iglesia oriental y la profunda devoción a la Virgen María”.

Dirigiéndose a los fieles presentes, el Papa dijo que estaban “llamados a desarrollar este precioso depósito en uno de los momentos más decisivos de la historia”, ante “las profundas y rápidas transformaciones culturales, sociales, económicas y políticas, que han determinado nuevas orientaciones y han modificado la mentalidad, las costumbres y la sensibilidad”.

“Se ha insinuado la tentación de considerar que la riqueza del hombre no es la fe, sino su poder personal y social, su inteligencia, su cultura y su capacidad de manipulación científica, tecnológica y social de la realidad. Así, también en esta tierra, se ha iniciado a sustituir la fe y los valores cristianos con presuntas riquezas, que se revelan, al final, inconsistentes e incapaces de sostener la gran promesa de lo verdadero, del bien, de lo bello y justo que a lo largo de los siglos vuestros antepasados identificaron con la experiencia de la fe”.

El Santo Padre se refirió asimismo a “la crisis de muchas familias, agravadas por la difusa fragilidad psicológica y espiritual de los cónyuges, al igual que el cansancio experimentado por muchos educadores para seguir formando a los jóvenes, condicionados por múltiples precariedades, principalmente la del papel social y las posibilidades de trabajo”.

“Exhorto a todos los fieles –terminó- a ser como fermento en el mundo, mostrándoos, tanto en Montefeltro como en San Marino cristianos presentes, decididos y coherentes”. A los sacerdotes, religiosos y religiosas pidió que vivieran “siempre en la más cordial y activa comunión eclesial, ayudando y escuchando al pastor diocesano” y en este contexto hizo un llamamiento a las familias y a los jóvenes para que “abran su alma a una pronta respuesta a la llamada del Señor. ¡No nos arrepentimos jamás de ser generosos con Dios!. A los laicos, les instó a “comprometerse activamente en la Comunidad, de modo que, junto a las peculiares obligaciones cívicas, políticas, sociales y culturales, puedan encontrar tiempo y disponibilidad para la vida de la fe, la vida pastoral”.
PV-SAN MARINO/ VIS 20110620 (700)

EL PAPA PIDE ACOGIDA Y DIGNIDAD DE VIDA PARA LOS REFUGIADOS

CIUDAD DEL VATICANO, 19 JUN 2011 (VIS).-Acabada la Santa Misa, el Papa rezó el Ángelus y, antes de la oración mariana dio las gracias a todos los que habían contribuido a la preparación y organización de su visita a San Marino.

Después recordó la beatificación de Sor Margarita Rutan, Hija de la Caridad, que tiene lugar hoy en Dax (Francia). La beata vivió en la segunda mitad del siglo XVIII, y trabajó en el hospital de Dax. Durante las persecuciones que siguieron a la Revolución fue condenada a muerte “por su fe católica y su fidelidad a la Iglesia”, dijo Benedicto XVI, subrayando que Sor Margarita dio un “testimonio luminoso del amor de Cristo a los pobres”.

Por último, el Santo Padre señaló que mañana se celebra la Jornada Mundial del Refugiado, que coincide con el sesenta aniversario de la adopción de la Convención internacional que tutela a cuantos son perseguidos y obligados a huir de sus propios países. “Invito por lo tanto a las autoridades civiles y a todas las personas de buena voluntad a garantizar acogida y dignas condiciones de vida a los refugiados, en espera de que puedan regresar libremente y con seguridad a su patria”, concluyó.
PV-SAN MARINO/ VIS 20110620 (220)

A AUTORIDADES CIVILES: SUPERAR LA CRISIS CON VALENTIA Y RESPONSABILIDAD

CIUDAD DEL VATICANO, 19 JUN 2011 (VIS).-A las 16,15 Benedicto XVI se trasladó en automóvil desde la Casa de San José a la Plaza de la Libertad, donde fue acogido por los Capitanes Regentes de San Marino, María Luisa Berti y Filippo Tamagnini.

Después de la ejecución del Himno Pontificio y del himno de la República de San Marino, el Papa acompañado por los Capitanes Regentes entró en el Palacio Público y se dirigió a la Sala del Consejo de los XII, donde recibió el saludo de los ministros del gobierno y posteriormente mantuvo un coloquio privado con los capitanes regentes. A continuación, en la Sala del Consejo Grande y General, pronunció un discurso ante los miembros del gobierno, del congreso y del cuerpo diplomático acreditado.

Benedicto XVI trazó los orígenes de la comunidad que hace diecisiete siglos se formó alrededor del diácono Marino, gran predicador del Evangelio, y subrayó cómo a lo largo de la historia los habitantes de la República que lleva el nombre del santo han permanecido “siempre fieles a los valores de la fe cristiana, anclando sólidamente a ellos su convivencia pacifica, siguiendo criterios de democracia y de solidaridad”.

El Papa elogió el apego de los sanmarinenses a ese “patrimonio de valores” y les exhortó a “conservarlo y a valorarlo, porque se encuentra en la base de vuestra identidad mas profunda, una identidad que pide (...) ser asumida en plenitud. Gracias a ella, se puede construir una sociedad atenta al verdadero bien de la persona, a su dignidad y libertad, y capaz de salvaguardar el derecho de todo pueblo a vivir en paz. Estos son los fundamentos de la sana laicidad, dentro de la cual deben actuar las instituciones civiles, comprometidas en la defensa del bien común”.

“La Iglesia, respetuosa de la legítima autonomía de la que el poder civil debe gozar -dijo-, colabora con él al servicio del ser humano en la defensa de sus derechos fundamentales, de esas instancias éticas grabadas en su misma naturaleza. Por eso, (...) se compromete para que las legislaciones civiles promuevan y tutelen siempre la vida humana, desde la concepción hasta su fin natural. Además, pide para la familia el debido reconocimiento y un apoyo efectivo”.

“Sabemos que en el contexto actual la institución familiar se pone en entredicho, casi en un intento de ignorar su irrenunciable valor. Los que sufren las consecuencias son los sectores mas débiles, especialmente las jóvenes generaciones, mas vulnerables y por eso mas fácilmente expuestas a la desorientación, a la automarginación y a la esclavitud de las dependencias. A veces las instituciones educativas no logran dar a los jóvenes respuestas adecuadas y si éstos carecen de apoyo familiar, a menudo encuentran obstáculos para incorporarse al tejido social”.

El Santo Padre habló después de la crisis económica que afecta también a San Marino, después de los años de prosperidad gracias al comercio y al turismo, y mencionó también la cuestión de los trabajadores fronterizos, auspiciando que se resuelvan sus problemas, “teniendo en cuenta el derecho al trabajo y la tutela de las familias”. La situación actual “lleva a replantarse el camino y se convierte en ocasión de discernimiento. Hace que la sociedad sienta la exigencia de afrontar los problemas con valentía y responsabilidad, con generosidad y dedicación, recordando el amor a la libertad que distingue a vuestro pueblo”.

A las autoridades presentes Benedicto XVI recordó que les correspondía “la tarea de constituir la ciudad terrenal en la debida autonomía y en el respeto de esos principios humanos y espirituales a los que cada ciudadano está llamado a adherirse con toda la responsabilidad de su conciencia personal; y, al mismo tiempo, el deber de seguir trabajando para construir una comunidad fundada en valores compartidos”.

Finalizado el discurso, el Santo Padre, acompañado de los Capitanes Regentes visitó la basílica de San Marino, cerrada al público, donde fue acogido por el rector, monseñor Lino Tosi. Tras la adoración al Santísimo Sacramento y la veneración de las reliquias del Santo, salió del templo para trasladarse, a las 18,15, al helipuerto de Torraccia, desde donde, después de despedirse de las autoridades, se desplazó al campo deportivo de Pennabilli (Rimini), para encontrarse con los jóvenes de la diócesis de San Marino-Montefeltro.
PV-SAN MARINO/ VIS 20110620 (730)

SOLO EN CRISTO SE HALLAN LAS RESPUESTAS FUNDAMENTALES DE LA VIDA

CIUDAD DEL VATICANO, 19 JUN 2011 (VIS).-A las 18,45, el Papa llegó en helicóptero al campo de deportes de Pennabilli (Rimini), donde tras ser acogido por las autoridades civiles, se dirigió a la Catedral. Después de rezar ante el Santísimo Sacramento, fue a la Plaza Vittorio Emanuele, donde tuvo lugar el encuentro con los jóvenes de la diócesis de San Marino-Montefeltro.

Tras unas palabras del obispo de San Marino-Montefeltro, monseñor Luigi Negri, y el saludo de un joven, Benedicto XVI pronunció un discurso.

Refiriéndose al pasaje del evangelio en el que el joven rico pregunta: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”, el Papa dijo: “tal vez hoy no diríamos así, pero el sentido de la pregunta es precisamente: ¿qué debo hacer, cómo debo vivir para vivir de verdad, para encontrar la vida?”.

“Precisamente examinándonos sinceramente y con valentía intuimos la belleza, pero también la precariedad de la vida y sentimos una insatisfacción, una inquietud que nada puede colmar. Al final todas las promesas son a menudo insuficientes”.

Benedicto XVI invitó a los jóvenes a no tener miedo a plantearse “las preguntas fundamentales sobre el sentido y el valor de la vida. No os quedéis –dijo- en las respuestas parciales e inmediatas, sin duda más fáciles y más cómodas, que pueden proporcionar un momento de felicidad, de exaltación, de embriaguez, pero que no os conducen a la verdadera alegría de vivir, la que proviene de quien construye -como dice Jesús- no sobre la arena, sino sobre la roca sólida. Aprended, por tanto, a reflexionar, a leer de una manera no superficial, sino en profundidad, vuestra experiencia humana: ¡descubriréis con asombro y con alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito!”.

“El hombre, también en la era del progreso científico y tecnológico -que nos ha dado tanto-, sigue siendo –continuó- un ser que quiere más, más que la comodidad y el bienestar; es un ser abierto a toda la verdad de su existencia, que no puede detenerse en las cosas materiales, sino que se abre a un horizonte mucho más amplio”.

Benedicto XVI alertó a los jóvenes ante el riesgo de “permanecer encerrados en el mundo de las cosas, de lo inmediato, de lo relativo, de lo útil, perdiendo la sensibilidad por nuestra dimensión espiritual. No se trata en absoluto de despreciar el uso de la razón o de rechazar el progreso científico, al contrario, se trata más bien de entender que cada uno de nosotros no está hecho sólo de una dimensión “horizontal”, sino que también tiene una “vertical”. Los datos científicos y los instrumentos tecnológicos no pueden reemplazar al mundo de la vida, a los horizontes de sentido y de libertad, a la riqueza de las relaciones de amistad y de amor”.

“En Cristo podéis encontrar las respuestas a las preguntas que acompañan vuestro camino, no de un modo superficial, fácil, sino caminando con Jesús, viviendo con Jesús. El encuentro con Cristo no se resuelve en la adhesión a una doctrina, a una filosofía, sino que lo que El os propone es compartir su misma vida y así aprender a vivir, aprender qué es el hombre, qué soy yo”.

El Papa alentó a los chicos y chicas a “¡no tener miedo de hacer frente a las situaciones difíciles, momentos de crisis, pruebas de la vida, porque el Señor os acompaña, está con vosotros! Os animo a crecer en la amistad con El a través de la lectura frecuente del Evangelio y de toda la Sagrada Escritura, la participación fiel a la Eucaristía como un encuentro personal con Cristo, el compromiso dentro de la comunidad eclesial, el camino con un guía espiritual válido”.

“Dejad que el misterio de Cristo –concluyó- ilumine toda vuestra persona. Entonces, podréis llevar a los distintos ambientes aquella novedad que puede cambiar las relaciones, las instituciones, las estructuras, para construir un mundo más justo y solidario, animado por la búsqueda del bien común”.

Terminado el encuentro, el Papa se trasladó en automóvil al campo de deportes de Pennabilli, donde tomó el helicóptero de regreso al Vaticano.
PV-SAN MARINO/ VIS 20110620 (690)

ENVIADO ESPECIAL VI CENTENARIO DEDICACION CATEDRAL WLOCLAWEK

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2011 (VIS).-Hoy se hizo pública una carta del Papa, escrita en latín y fechada el 11 de mayo, en la que nombra al cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica, su enviado especial a las celebraciones por el VI centenario de la dedicación de la Catedral de Wloclawek (Polonia), que tendrán lugar el próximo 26 de junio.

Asimismo se han publicado los nombres de los miembros de la misión que acompañará al cardenal: monseñor Grzegorz Karolak, párroco de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en Ciechocinek y miembro del Consejo Presbiteral y Canónico honorario del Capitulo de la Catedral de Wocawek y monseñor Artur Niemira, canciller de la Curia diocesana, profesor del Seminario Mayor, miembro del Consejo Presbiteral e del Colegio de Consultores y Presidente del Comité organizador del jubileo de la Catedral de Wocawek.
BXVI-CARTA/ VIS 20110620 (150)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2011 (VIS).-El Santo Padre nombró:

-Don Wolfgang Ipolt obispo de Görlitz (superficie 9.700, población 715.000, católicos 28.816, sacerdotes 54, religiosos 76, diáconos permanentes 5) en Alemania. El obispo electo nació en Gotha (Alemania) en 1954, fue ordenado sacerdote en 1979 y hasta ahora era rector del seminario mayor regional de Erfurt (Alemania).

-Arzobispo Leopoldo Girelli nuncio apostólico ante la Asociación de las Naciones Unidas del Sudeste Asiático (ASEAN). El arzobispo es nuncio apostólico en Singapur y en Timor Oriental, delegado apostólico en Malasia y Brunei y representante pontificio no residente en Vietnam.

-Monseñor Miguel Delgado Galindo subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos. Monseñor Delgado era hasta ahora jefe de oficina en el mismo dicasterio.
NER:NN:NA/ VIS 20110620 (130)

IN MEMORIAM

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2011 (VIS).-En las últimas semanas han fallecido los siguientes prelados:

-Obispo René Audet, emérito de Joliette (Canadá), el 12 de junio a los 91 años.

-Obispo Robert de Chevigny, C.S.Sp., emérito de Nouakchott (Mauritania), el 11 de junio a los 90 años.

-Obispo Michael Ambrose Griffiths, O.S.B., emérito de Hexham and Newcastle (Gran Bretaña), el 14 de junio a los 82 años.

-Obispo Joseph Nguyên Tićh Đuć, emérito de Ban Mê Thuôt (Vietnam), el 23 de mayo a los 73 años.

-Obispo Raúl Marcelo Pacífico Scozzina, O.F.M., emérito de Formosa (Argentina), el 11 de junio a los 89 años.
.../ VIS 20110620 (110

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