Ciudad
del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-La diócesis de Phoenix (Estados
Unidos), ha organizado una jornada de diálogo y oración, en
vísperas de Pentecostés, con un grupo de pastores evangélicos de
orientación pentecostal, entre los que se encuentra el italiano
Giovanni Traettino, a quien el Papa visitó durante su viaje a
Caserta. El Santo Padre se unió a ellos con un mensaje en vídeo
transmitido ayer tarde en apertura del encuentro (noche en Europa),
del que reproducimos amplios extractos:
“Padre,
que sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me has
enviado”: es el eslogan, el lema de este encuentro; la oración de
Cristo para que el Padre conceda la gracia de la unidad .Este sábado
.... voy a estar con ustedes, espiritualmente, con todo mi corazón.
Buscando juntos, pidiendo juntos la gracia de la unidad. La unidad
que está germinando en nosotros, la unidad que comienza sellada por
un solo Bautismo y que todos tenemos. La unidad que vamos buscando
juntos en el camino. La unidad espiritual de la oración, los unos
por los otros. La unidad del trabajo conjunto en la ayuda de los
hermanos, de los que creen en la soberanía de Cristo. Queridos
hermanos, la desunión es una herida en el cuerpo de la Iglesia de
Cristo. Y nosotros no queremos que esa herida permanezca. La desunión
es obra del padre de la mentira, del padre de la discordia, que
siempre busca que los hermanos estén divididos''.
''Hoy
reunidos, yo desde Roma y ustedes allí, pediremos para que el Padre
envíe el Espíritu de Jesús, el Espíritu Santo, y nos de la gracia
de que todos sean uno, “para que el mundo crea”. Y me viene a la
mente decir algo que puede ser una insensatez, o quizás una herejía,
no sé. Pero hay alguien que ‘sabe’ que, pese a las diferencias,
somos uno. Y es el que nos persigue. El que persigue hoy día a los
cristianos, el que nos unge con el martirio, sabe que los cristianos
son discípulos de Cristo: ¡que son uno, que son hermanos! No le
interesa si son evangélicos, ortodoxos, luteranos, católicos,
apostólicos…¡no le interesa! Son cristianos. Y esa sangre se
junta. Hoy estamos viviendo, queridos hermanos, el “ecumenismo de
la sangre”. Esto nos tiene que animar a hacer lo que estamos
haciendo hoy: orar, hablar entre nosotros, acortar distancias,
hermanarnos cada vez más''.
''Yo
estoy convencido de que la unidad entre nosotros no la van a hacer
los teólogos. Los teólogos nos ayudan, la ciencia de los teólogos
nos va a ayudar, pero si esperamos que los teólogos se pongan de
acuerdo, la unidad recién se va a lograr al día siguiente del día
del Juicio Final. La unidad la hace el Espíritu Santo, los teólogos
nos ayudan, ¡pero nos ayudan las buenas voluntades de todos nosotros
en el camino y el corazón abierto al Espíritu Santo!Con toda
humildad, me uno a ustedes como uno más en esta jornada de oración,
de amistad, de cercanía, de reflexión. Con la certeza de que
tenemos un solo Señor: Jesús es el Señor. Con la certeza de que
este Señor está vivo: Jesús vive, vive el Señor en cada uno de
nosotros. Con la certeza de que nos ha enviado el Espíritu que
prometió para que realizara esa “armonía” entre todos sus
discípulos''.
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