Ciudad
del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-Después del Regina Coeli el
Papa manifestó su viva preocupación y su dolor por la suerte de los
numerosos prófugos del Golfo de Bengala y el mar de Andamán,
expresando también su aprecio a los países ''que se han declarado
disponibles para acoger a estas personas que enfrentan grandes
sufrimientos y peligros''. También ha instado a la Comunidad
internacional a prestar asistencia humanitaria a los prófugos.
A
continuación recordó que hoy se cumplen cien años de la entrada de
Italia en la Primera Guerra Mundial, ''esa masacre inútil'' .
''Recemos por las víctimas -dijo- pidiendo al Espíritu Santo el don
de la paz''.
También
habló de la beatificación, ayer en El Salvador, del arzobispo Oscar
Romero y en Kenia, de la religiosa italiana Irene Stefanini. ''El
primero asesinado por odio a la fe mientras celebraba la Eucaristía
-destacó- Este pastor celoso, siguiendo el ejemplo de Jesús, eligió
estar en medio de su pueblo, especialmente entre los pobres y los
oprimidos, aun a costa de su vida. Sor Irene Stefanini, misionera de
la Consolata, sirvió a la población keniana con alegría,
misericordia y compasión tierna. Que el ejemplo de estos beatos
suscite en cada uno de nosotros el deseo de testimoniar el evangelio
con valor y abnegación''.
Por
último, en la festividad de María Auxiliadora, saludó a la
comunidad salesiana y pidió que el Señor le diera fuerzas para
proseguir su tarea con el espíritu de San Juan Bosco.
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