Ciudad
del Vaticano, 1 junio 2013
(VIS).-El Papa Francisco participó ayer por la tarde, en la Plaza de
San Pedro y como clausura del mes mariano, en el rezo del Santo
Rosario presidido por el cardenal Angelo Comastri, vicario general de
su Santidad y arcipreste de la basílica de San Pedro. Al terminar la
oración y antes de impartir la bendición a los numerosos fieles
presentes, el Santo Padre recordó la fiesta de la Visitación de
María a su prima Isabel y ofreció una meditación dedicada al
misterio que muestra cómo María afronta el camino de su vida con
gran realismo, humanidad y concreción.
"Tres
palabras sintetizan la conducta de María: escucha, decisión y
acción. Palabras que nos muestran también a nosotros un camino de
lo que el Señor nos pide en la vida", dijo el Santo Padre.
"María
sabe escuchar a Dios. Pero atención, no es un simple oír, un oír
superficial, sino una escucha basada en la atención, en la acogida,
en estar disponible a Dios. No es la manera distraída con la que a
veces nos presentamos ante el Señor o ante los demás: oímos las
palabras pero realmente no las escuchamos".
"María
-ha continuado Papa Francisco- escucha también los hechos, lee los
acontecimientos de su vida, observa la realidad concreta sin quedarse
en la superficie de las cosas, va a lo profundo para comprender el
significado. Y esto también vale para nuestra vida, escuchar a Dios
que nos habla y escuchar la realidad cotidiana, prestar atención a
las personas y a los hechos porque el Señor está en la puerta de
nuestra vida y llama de muchas formas, pone señales en nuestro
camino y nos da la capacidad de verlas".
"La
segunda palabra -ha proseguido el Santo Padre- es decisión. María
no se deja arrastrar por los acontecimientos, no evita la fatiga de
la decisión. En la vida es difícil tomar decisiones, a menudo
solemos aplazarlas, dejamos que otros decidan en nuestro lugar,
preferimos dejarnos arrastrar por las situaciones, seguir la moda del
momento; muchas veces sabemos qué es lo que debemos hacer, pero no
tenemos el valor o nos parece muy difícil porque significa ir a
contracorriente. María va a contracorriente, escucha a Dios, medita
e intenta entender la realidad y decide confiar totalmente en Dios".
"Y
acción, -ha dicho el Pontífice- es la tercera palabra. María, a
pesar de la dificultad, de las críticas que va a tener por su
decisión … no se para ante nada. No tiene prisa, no se deja llevar
por la situación, ni por los acontecimientos. Pero cuando tiene
claro qué es lo que Dios le está pidiendo, lo que debe hacer, no
duda, no pospone, actúa rápidamente".
"A
veces -ha finalizado el Papa- nosotros nos detenemos en la escucha,en
la reflexión de lo que debemos hacer, tal vez tenemos clara la
decisión que debemos tomar, pero no damos el paso a la acción. Y
sobre todo no nos involucramos "rápidamente" para ofrecer
nuestra ayuda a los demás, nuestra comprensión y nuestra caridad".
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