Ciudad
del Vaticano, 7 mayo 2012
(VIS).-Hoy, quinto domingo de Pascua, Benedicto XVI se asomó a
mediodía a la ventana de su estudio para rezar el Regina Coeli con
los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El
Papa comentó el evangelio dominical, en que Jesús dice a sus
discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador”.
“La verdadera viña -dijo el Santo Padre- es Dios, la vid verdadera
es Jesús, que con su sacrificio de amor nos salva, nos abre el
camino para formar parte de esa viña. Y, como Cristo permanece en el
amor de Dios Padre, también los discípulos, sabiamente podados por
la palabra del Maestro, se unieron a Él profundamente,
convirtiéndose en sarmientos fecundos, que producen fruto
abundante”.
“El
día de nuestro bautismo -continuó- la Iglesia nos injerta como
sarmientos en el Misterio Pascual de Jesús, en su misma persona. De
esa raíz recibimos la linfa que nos hace participar en la vida
divina. Al igual que los discípulos, también nosotros, con la ayuda
de los pastores de la Iglesia, crecemos en la viña del Señor,
unidos gracias a su amor (...) Es indispensable permanecer siempre
unidos a Jesús, depender de Él, porque sin Él nada podemos hacer”.
El
Santo Padre explicó ulteriormente este concepto citando la pregunta
dirigida por un fiel a Juan el Profeta, el monje que vivió en el
siglo V en el desierto de Gaza: “¿Cómo es posible unir la
libertad del ser humano al hecho de no poder hacer nada sin Dios?”.
A lo que el eremita responde: 'Si el ser humano inclina su corazón
hacia el bien y pide a Dios ayuda, recibe la fuerza necesaria para
cumplir su propia obra. Por eso la libertad del ser humano y la
potencia de Dios van juntas. Esto es posible porque el bien brota del
Señor, pero se cumple gracias a los fieles”.
“Cada
uno de nosotros -concluyó el pontífice- es como un sarmiento que
vive solamente si, mediante la oración, la participación en los
sacramentos y la caridad, fortalece su unión con el Señor. Y los
que aman a Jesús, que es la vid verdadera, producen frutos de fe
para una cosecha espiritual abundante”.
Después
del Regina Coeli, el Papa señaló que a primeros de junio se
desplazará a Milán (Italia) para participar en el VII Encuentro
Mundial de las Familias. En sus saludos a los peregrinos de lengua
española, recordó que hoy es el L aniversario de la canonización
de san Martín de Porres, “al que pedimos que interceda por los
trabajos de la nueva evangelización, que haga florecer la santidad
en la Iglesia”.
Por
último se dirigió a los 26 reclutas de la Guardia Suiza que,
debido a la inclemencia del tiempo, hoy juraban bandera en el Aula
Nervi. “Saludo especialmente -dijo- a los nuevos Guardias Suizos y
a sus familiares en el día de la fiesta de este histórico Cuerpo”.
La
jura de bandera de los Guardias Suizos, tiene lugar todos los años
el 6 de mayo, habitualmente en el Patio de San Dámaso del Palacio
Apostólico. La solemne ceremonia recuerda a los 147 soldados
helvéticos muertos heroicamente el 6 de mayo de 1527 durante el
“Sacco di Roma”, para defender al papa Clemente VII del asalto
de los Lansquenetes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario