A NUEVOS OBISPOS: OFRECED UN CLARO TESTIMONIO DE SANTIDAD

CIUDAD DEL VATICANO, 6 ENE 2003 (VIS) - Hoy, solemnidad de la Epifanía del Señor, Juan Pablo II confirió la ordenación episcopal a doce presbíteros de diversas naciones, durante una celebración eucarística en la Basílica Vaticana.

En la homilía, el Santo Padre recordó que en la liturgia de hoy "los Magos que se dirigen del Oriente a Jerusalén son guiados por un astro celeste y representan las primicias de los pueblos atraídos por la luz de Cristo".

"La fe en Cristo, luz del mundo -dijo dirigiéndose a los nuevos obispos-, ha guiado vuestros pasos desde la juventud hasta la oferta de vosotros mismos en la consagración presbiteral. (...) Cristo os pide ahora que renovéis esta oblación, para asumir en la Iglesia el ministerio episcopal. (...) Recibís la plenitud del don; se os exige al mismo tiempo la plenitud del compromiso".

El Papa saludó a continuación a cada uno de los doce obispos. Los monseñores Paul Tschang In-nam, Celestino Migliore, Pierre Nguyen Van Tot y Pedro López Quintana, dijo, ser n "mis representantes en países de Asia y de Africa y ante la Organización de las Naciones Unidas. (...) En el respeto de las instituciones y de las culturas, invitad a las naciones a las que vais, a abrirse al Evangelio. Sólo Cristo puede garantizar una profunda renovación de las conciencias y de los pueblos".

A los monseñores Angelo Amato y Brian Farrell, respectivamente secretarios de la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, les pidió "fidelidad a la Tradición católica y compromiso en el diálogo ecuménico".

Juan Pablo II saludó a los monseñores Calogero La Piana, de Mazara del Vallo (Italia); René-Marie Ehuzu, de Abomey (Benin); Ján Babjak, de la eparquía de Presov (Eslovaquia); Andraos Abouna, auxiliar del patriarcado de Babilonia de los Caldeos (Irak); Milan Sasik, administrador apostólico "ad nutum Sanctae Sedis" de la eparquía de Mukacheve (Ucrania) y Giuseppe Nazzaro, vicario apostólico de Alep de los Latinos (Siria).

"Que las amadas comunidades eclesiales que os acogerán y que saludo con afecto -afirmó-, encuentren en vosotros pastores diligentes y generosos. Que con el ejemplo y la ayuda del Buen Pastor, guiéis siempre a los creyentes a los pastos de la vida eterna".

El Santo Padre terminó haciendo hincapié en que el Señor exige a los obispos "vivir y dar testimonio de su amor. (...) Haced resplandecer la belleza del Evangelio, compendio de caridad divina, a los ojos del grey que se os ha confiado. Ofreced a todo el pueblo cristiano un claro testimonio de santidad. Sed siempre epifanía de Cristo y de su amor misericordioso y que nada os impida llevar a cabo esta misión".

JPII-ORDENACIONES EPISCOPALES;...;...;...;VIS;20030107;450;