Ciudad
del Vaticano, 7 de junio de 2015 (Vis).-Después de rezar el Angelus,
el Papa recordó su reciente visita a Sarajevo, una ciudad-símbolo
que durante siglos fue lugar de convivencia entre pueblos y
religiones, tanto de merecer el nombre de ''Jerusalén de
Occidente'', pero que en el pasado reciente se convirtió, en cambio,
en símbolo de destrucción y de guerra. ''Ahora está en curso un
hermoso proceso de reconciliación; sobre todo por eso he ido allí
-afirmó - Para alentar este camino de convivencia pacífica entre
pueblos diferentes; un camino fatigoso y difícil, pero posible ¡Y
lo están haciendo bien! Renuevo mi agradecimiento a las Autoridades
y a todos los ciudadanos por su calurosa acogida … y a la comunidad
católica, a la que quise llevar el afecto de la Iglesia universal.
También doy las gracias a todos los fieles, ortodoxos, musulmanes,
judíos y a los de las otras minorías religiosas. He apreciado el
compromiso de colaboración y solidaridad entre estas personas que,
perteneciendo a religiones diferentes, animan a todos a proseguir la
tarea de reconstrucción espiritual y moral de la sociedad. Trabajan
juntos como verdaderos hermanos''.
El
próximo viernes se celebra la solemnidad del Sagrado Corazón de
Jesús y el Santo Padre, con ese motivo, invitó a todos a pensar en
el amor inmenso de Cristo. Ese mismo día es también el Día
Mundial contra el Trabajo Infantil. ''Muchos niños en el mundo no
tienen la libertad de jugar, de ir a la escuela y terminan siendo
explotados como mano de obra -recordó - Espero que la Comunidad
internacional se comprometa, con solicitud y constancia, en la
promoción del reconocimiento concreto de los derechos de la
infancia''.
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