Ciudad
del Vaticano, 3 mayo 2014
(VIS).-”Personas nuevas en Jesucristo. Corresponsables de la
alegría de vivir'' es el tema elegido por la Acción Católica
Italiana para su asamblea nacional y, el Papa Francisco,
recibiéndoles esta mañana en audiencia ha señalado que esa alegría
es la de los discípulos que se encuentran con Cristo resucitado y
necesita interiorizarse en un estilo evangelizador que repercuta en
la vida.
''En
el actual contexto social y eclesial -ha afirmado- vosotros, laicos
de Acción Católica estáis llamados a renovar la elección
misionera abierta a los horizontes que el Espíritu indica a la
Iglesia y es expresión de una nueva juventud del apostolado laico.
En primer lugar, las parroquias, especialmente las que adolecen de
cansancio y falta de apertura, necesitan vuestro entusiasmo
apostólico, vuestra plena disponibilidad y vuestro servicio
creativo. Se trata de asumir el dinamismo misionero para llegar a
todos, privilegiando a los que se sienten lejos y a los grupos más
débiles y olvidados de la población. Se trata de abrir las puertas
y dejar que Jesucristo salga''.
Permanecer,
ir y alegrarse han sido los tres verbos que el Papa ha indicado a la
Acción Católica como faro de su camino.
Permanecer
porque para ser ''heraldos y testigos de Cristo hace falta, ante
todo, estar cerca de él. Del encuentro con Jesús nuestra vida,
nuestra alegría y nuestro testimonio adquieren cada día significado
y fuerzas nuevas''.
Ir
''para anunciar que Dios es Padre y que Jesucristo os lo hizo conocer
y vuestra vida cambió: se puede vivir como hermanos llevando dentro
de sí una esperanza que no defrauda''. Allí donde el ser humano
''sufre y espera, donde ama y cree, donde están sus sueños más
profundos, sus preguntas verdaderas y los deseos de su corazón. Allí
os espera Jesús''.
Alegrarse:
Ser personas que ''cantan a la vida, a la fe; personas que reconocen
sus talentos y sus límites, que ven en sus jornadas, hasta en las
más oscuras, los signos de la presencia del Señor. Alegrarse
porque el Señor os ha llamado a ser corresponsables de la misión de
la Iglesia''.
''Con
estas tres actitudes, permanecer en Jesús, ir a los confines y vivir
la alegría de la pertenencia cristiana -ha concluido Francisco-
podréis realizar vuestra vocación y evitar la tentación de la
''quietud'', que no tiene nada que ver con el permanecer en Jesús,
la tentación del cierre y del intimismo; y la tentación de la
seriedad formal. Evitaréis vivir una vida más parecida a las
estatuas de un museo que a las personas llamadas por Jesús a vivir y
difundir la alegría del Evangelio''.
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