Ciudad
del Vaticano, 17 de abril 2014 (VIS).-A las cinco de la tarde el
Santo Padre Francisco ha salido del Vaticano en dirección al Centro
Santa María de la Providencia, de la Fundación Don Gnocchi, para
celebrar a las 17,30 la Santa Misa en la Cena del Señor, con que se
abre el Triduo Pascual. En esta celebración del Jueves Santo
destacan el anuncio del mandamiento de la caridad y el gesto de amor
y humildad de lavar los pies. Cuando el Papa era el cardenal
arzobispo de Buenos Aires, solía celebrar esta misa en un hospital,
una cárcel o un centro de acogida para pobres y marginados y, la
Fundación Don Gnocchi es, precisamente, una institución dedicada a
la atención a cualquier tipo de discapacidad, tanto física como
psíquica.
En
la liturgia, que ha tenido lugar en la iglesia del Centro, han
participado los residentes acompañados por sus familiares, así como
el personal responsable y un grupo de voluntarios. En el curso de la
Misa, el Papa ha lavado los pies a doce personas discapacitadas de
edad, etnia y confesión religiosa diversas, en representación de
todos los pacientes atendidos en los 29 centros con que cuenta esa
fundación en Italia y ha explicado brevemente el significado del
gesto de lavar los pies con estas palabras:
''Hemos
escuchado lo que Jesús hizo en la Última Cena: es un gesto de
despedida. Es como la herencia que nos deja. Él es Dios y se hizo
siervo, servidor nuestro, y ésta es la herencia. También vosotros
tenéis que ser servidores, uno de los otros. Él recorrió este
camino por amor. También vosotros tenéis que amaros y ser
servidores en el amor. Ésta es la herencia que nos deja Jesús. Y
hace este gesto de lavar los pies porque es un gesto simbólico: lo
hacían los esclavos, los siervos, a los comensales, a la gente que
venía a comer o a cenar porque en aquel tiempo las calles eran todas
de tierra, y cuando entraban a casa, era necesario lavarse los pies.
Jesús hace un gesto, un trabajo, un servicio de esclavo, de siervo,
y nos lo deja como herencia. Nosotros tenemos que ser servidores los
unos de los otros. Por eso la Iglesia, hoy, cuando se conmemora la
Última Cena, cuando Jesús instituyó la Eucaristía, también hace
en la ceremonia este gesto de lavar los pies, que nos recuerda que
nosotros debemos ser siervos unos de otros. Ahora yo haré este
gesto, pero todos nosotros, en nuestro corazón, pensemos en los
demás, y pensemos en el amor que Jesús nos dice que tenemos que dar
a los demás y pensemos también cómo podemos servir mejor, a las
otras personas, porque así Jesús lo quiso de nosotros”.
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