Ciudad
del Vaticano, 24 abril 2014
(VIS).- El cardenal Jean-Louis Tauran y el Padre Miguel Angel Ayuso
Guixot, MCCJ, respectivamente presidente y secretario del Pontificio
Consejo para el Diálogo Interreligioso firman el mensaje que, con
motivo de la festividad de Vesakh, ese dicasterio dirige anualmente a
los seguidores del budismo.
Vesakh
es la principal festividad budista que recuerda los tres momentos
fundamentales de la vida de Gautama Buda. Según la tradición, el
Buda histórico nació, obtuvo la iluminación y desapareció
alcanzando el Nirvana durante la luna llena del mes de mayo. Es, por
lo tanto, una festividad móvil según los diferentes países. En
estos días los seguidores del budismo decoran sus hogares con flores
y los perfuman con incienso, visitan los templos locales, escuchan
las enseñanzas de los monjes y les ofrecen dones.
El
mensaje de este año se titula:''Budistas y cristianos: promovamos
juntos el crecimiento de la fraternidad. Ofrecemos amplios extractos
del texto:
Nuestra
felicitación se inspira este año en el mensaje del Papa
Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, de 2014, titulado '' La
Fraternidad, fundamento y camino a la Paz", en el que se señala
que 'la fraternidad es una dimensión esencial del hombre, que es un
ser relacional. La viva conciencia de este carácter relacional nos
lleva a ver y a tratar a cada persona como una verdadera hermana y un
verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una
sociedad justa, de una paz estable y duradera'.
Vuestra
tradición religiosa inspira la convicción de que las relaciones
amistosas , el diálogo , el intercambio de regalos, y el intercambio
armonioso y respetuoso de puntos de vista conducen a una actitud de
bondad y de amor, que a su vez genera relaciones auténticas y
fraternas. También estáis convencidos de que las raíces de todos
los males sean la ignorancia y la incomprensión que nacen de la
codicia y del odio y que , a su vez , destruyen los lazos de
hermandad . Desafortunadamente, 'el egoísmo cotidiano, que está en
el fondo de tantas guerras e injusticias' nos impide ver a los otros
'como seres hechos para la reciprocidad, para la comunión y para el
don.”
Nosotros,
los budistas y los cristianos vivimos en un mundodemasiado a menudo
desgarrado por la opresión, el egoísmo, el tribalismo, la rivalidad
étnica, la violencia y el fundamentalismo religioso; un mundo donde
se trata al ''otro " se trata como a un ser inferior, una
no-persona , o alguien a quien temer y, si es posible, eliminar. Sin
embargo, estamos llamados, en espíritu de cooperación con otros
peregrinos y con las personas de buena voluntad a respetar y defender
nuestra humanidad común en los diversos contextos socio-
económicos, políticos y religiosos. Basándonos en nuestras
diferentes creencias religiosas, estamos llamados , en particular ,
a ser francos en la denuncia de todos los males sociales que
perjudican a la fraternidad ; a ser cuidadores que ayudan a otros a
crecer en la generosidad desinteresada, y a ser reconciliadores que
derriban los muros de división y promueven en la sociedad una
verdadera fraternidad entre personas y grupos.
Asistimos
en el mundo de hoy al crecimiento del sentido de nuestra humanidad
común y de una búsqueda global de un mundo más justo, pacífico y
fraternal. Pero la realización de estas esperanzas dependen del
reconocimiento de valores universales. Esperamos que el diálogo
interreligioso, reconociendo los principios fundamentales de la ética
universal, contribuya a promover un sentido renovado y profundo de
la unidad y la fraternidad entre todos los miembros de la familia
humana. En realidad, "cada uno de nosotros está llamado a ser
un artesano de la paz, uniendo y no dividiendo, apagando el odio y
no conservándolo, abriendo canales de diálogo y no alzando nuevos
muros. Dialogar, encontrarnos para instaurar en el mundo la cultura
del diálogo la cultura del encuentro''.
Para
construir un mundo fraterno , es vital que aunemos nuestras fuerzas
para educar a las personas ,especialmente los jóvenes , a buscar la
fraternidad, a vivir en fraternidad y tener el coraje para construir
la fraternidad. Rezamos para que la celebración de Vesakh sea una
oportunidad para redescubrir y promover de nuevo la hermandad , sobre
todo en nuestras sociedades divididas''.
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