Ciudad
del Vaticano, 22 septiembre 2013
(VIS).- El Papa Francisco se encontró
con el mundo de la cultura en la Facultad teológica regional de
Cágliari, gestionada por los sacerdotes jesuitas. El Pontífice
habló de encontrar caminos de esperanza, que abran horizontes nuevos
a nuestra sociedad. De la solidaridad como modo de hacer la historia,
como ámbito vital en el que los conflictos, las tensiones, incluso
los opuestos alcancen una armonía que genera vida. Y de la
Universidad, punto de encuentro entre quien cree y quien no cree, en
un esfuerzo en el que la fe puede dar su propia contribución, sin
reducir jamás el espacio de la razón.
El
Santo Padre comenzó hablándoles del pasaje del Evangelio del camino
de Emaus, y de cómo la desilusión, la decepción y la crisis de los
dos hombres las encontramos en nuestra situación actual. “Cuando
hablamos de crisis, -destacó- hablamos de peligros, pero también de
oportunidad... Ciertamente, cada época de la historia lleva en sí
elementos críticos, pero, al menos en los últimos cuatro siglos, no
se han visto tan sacudidas las certezas fundamentales que constituyen
la vida de los seres humanos como en nuestra época”.
“Frente
a la crisis puede existir la resignación, el pesimismo hacia toda
posibilidad de intervención eficaz... La crisis puede convertirse en
un momento de purificación y de reflexión de nuestros modelos
económico-sociales y de cierta concepción del progreso que ha
alimentado ilusiones, para recuperar al ser humano en todas sus
dimensiones. El discernimiento no es ciego, ni improvisado: se
realiza sobre la base de criterios éticos y espirituales, implica
interrogarse sobre lo que es bueno, la referencia a los valores
propios de una visión del hombre y del mundo, una visión de la
persona en todas sus dimensiones, sobre todo en la espiritual,
trascendente; ¡jamás se puede considerar a la persona como
“material humano”! Ésta es, quizá, la propuesta escondida del
funcionalismo”. Con estas palabras Francisco destacó la función
importante de la Universidad, como lugar de “sabiduría” en el
que formar al discernimiento y alimentar la esperanza. Un lugar “en
el que se elabora la cultura de la proximidad... y de formación a la
solidaridad”.
Francisco
afirmó que del encuentro en la crisis “he encontrado en los
políticos jóvenes otra manera de pensar la política. No digo mejor
o no mejor, sino otra manera. Hablan diversamente, están buscando…
su música es diversa de nuestra música. ¡No tengamos miedo! -les
animó-. Escuchémoslos, hablemos con ellos. Ellos tienen una
intuición: abrámonos a su intuición. Es la intuición de la vida
joven. Digo los políticos jóvenes porque es lo que he oído, pero
los jóvenes en general buscan esta clave diversa. Para ayudarnos en
el encuentro, nos ayudará la música de estos políticos,
“científicos”, pensadores jóvenes”.
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