Ciudad
del Vaticano, 22 de septiembre (VIS).- La última cita de la visita
pastoral del Papa a Cagliari fue con los jóvenes que, a las 17,30,
lo esperaban en Largo Carlo Felice, donde por la mañana había
encontrado a los representantes del mundo del trabajo.
Francisco
comentó el relato evangélico de la pesca milagrosa, leído poco
antes, invitando a cuantos le escuchaban a no dejarse vencer nunca
por el pesimismo o el desánimo. “Cuando un joven no confía en la
vida -dijo-cuando pierde la esperanza” busca un poco de paz “en
los “mercaderes de muerte, los que ofrecen un camino para cuando se
está triste, sin valor, sin esperanza. ¡Por favor no vendáis
vuestra juventud a los que venden muerte! Sabéis de que hablo”.
“Fiaros
de Jesús -continuó-Y cuando lo digo quiero ser sincero: Yo no vengo
aquí a venderos una ilusión; vengo a decir que hay una Persona que
puede sacarte adelante; fíate de ella. Es Jesús y Jesús no es una
ilusión... Las dificultades no tienen que asustaros ... Remad mar
adentro y echad las redes... La palabra del Señor ha llenado las
redes y... ha hecho eficaz el trabajo misionero de los discípulos.
Seguir a Jesús exige esfuerzo, significa no contentarse con metas
pequeñas, sino apuntar a la cima, con valor... Cuando parece que
todo está parado, cuando los problemas personales os inquietan,
cuando el malestar social no encuentra las respuestas adecuadas, no
hay que darse por vencidos. El camino es Jesús: hacer que suba a
nuestra barca y remar mar adentro con El...porque con Jesús todo
cambia. Sin hacer demasiados cálculos humanos y sin preocupaos de
verificar si la realidad que os circunda coincide con vuestras
seguridades. Mar adentro y salid de vosotros mismos; salgamos de
nuestro pequeño mundo para abrirnos a Dios y cada vez más a los
hermanos”.
Como
el 21 de septiembre hacía 60 años que el Papa, que entonces tenía
17, sintió la vocación sacerdotal, Francisco relató que nunca se
había arrepentido de la decisión que había tomado porque “incluso
en los momentos más oscuros, en los momentos del pecado, de la
fragilidad, del fracaso, he mirado a Jesús y me he fiado de El y
nunca me ha dejado sólo”.
Antes
de concluir el encuentro, con la bendición final, el Santo Padre
recordó el atentado suicida que ha tenido lugar hoy a mediodía a la
salida de una iglesia en Peshawar (Pakistán). “Hay decisiones
equivocadas porque son decisiones de destrucción. Hoy en Pakistán
por una decisión errada, de odio, de guerra ha habido un atentado y
han fallecido 70 personas. Este camino no funciona, no sirve. Solo
con el camino de la paz se construye un mundo mejor. Pero si no lo
construis vosotros -ha dicho a los jóvenes- no lo hará ningún
otro. Os dejo esta pregunta: ¿Estoy dispuesto a emprender un camino
para construir un mundo mejor? ...Y vamos a rezar un Padrenuestro por
todas las personas que han muerto en este atentado.... ¡Que la
Virgen nos ayude siempre a trabajar por un mundo mejor, a elegir el
camino de la paz y nunca el de la destrucción y de la guerra!”.
Finalizado
el encuentro el Papa emprendió en avión el regreso al Vaticano
donde llegó poco después de las 20.00.
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