Ciudad
del Vaticano, 9 de junio 2013 (VIS).-El Santo Padre llamó, ayer a
las 20.30 horas, a monseñor Giancarlo Vecerrica, obispo de
Fabriano-Matelica, que se encontraba reunido con cientos de jóvenes
en el estadio Helvia Recina de Macerata (Italia), antes de la misa
celebrada por el cardenal Marc Oullet, Prefecto de la Congregación
para los Obispos, con motivo del inicio de la XXXV peregrinación a
los pies de Macerata-Loreto titulada: “¿Qué puede realmente
saciar el deseo del hombre?”, y promovida por Comunión y
Liberación.
El
Papa Francisco se dirigió a los jóvenes procedentes de Italia y del
resto del mundo que caminaron esa noche 28 kilómetros rezando el
Rosario y cantando juntos. “Toda la vida es una peregrinación
-dijo el Papa-. Lo importante es el encuentro con Jesús en este
camino de la vida... Dejaros guiar por Jesús... Muchas veces para
nosotros la fe se presupone en la vida: decimos “yo creo en Dios”,
está bien. Pero ¿cómo vives esto en el camino de la vida?. Es
necesario que la fe se convierta en una experiencia presente”.
“Cuando
encontramos al Señor -continuó el Santo Padre- Él nos sorprende.
El Señor se puede llamar el Señor de las sorpresas. Estad abiertos
a las sorpresas de Dios. Incluso para vosotros el evento de esta
noche que cada año crece, es una sorpresa, es la señal de que nada
es imposible para Dios. ¿Cómo explicar si no, que de 300 que erais
en 1978 os hayáis convertido en 90.000?”.
“Cuando
os canséis -señaló Francisco- y sintáis la tentación de ir por
vuestra cuenta pensad esto: repetid vuestro si, rezad para que cada
uno de vosotros pueda reconocer en las llagas de su cuerpo y de su
espíritu a la humanidad que necesita la humanidad de Cristo, la
única que puede realmente saciar el deseo del hombre”.
El
Santo Padre se despidió recordando a los jóvenes la importancia de
continuar hacia delante con esperanza. “Por favor -ha dicho- no os
dejéis robar la esperanza; es el Señor quien os la da”.
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