Ciudad
del Vaticano, 9 de junio de 2013 (VIS).-El Papa Francisco se ha
asomado a mediodía a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus
con los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y ha
recordado, en primer lugar, que el mes de junio está
tradicionalmente dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, “la máxima
expresión humana del amor divino”.
“La
piedad popular- ha dicho- valoriza mucho los símbolos, y el Corazón
de Jesús es el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios;
pero no es un símbolo imaginario, es un símbolo real, que
representa el centro, la fuente de la que ha brotado la salvación
para toda la humanidad”. Entre las diversas referencias de los
textos evangélicos al Corazón de Jesús, el Papa ha subrayado la
del relato de la muerte de Cristo según san Juan: Cuando Jesús ya
estaba muerto un soldado le atravesó el costado con la lanza, y en
seguida brotaron sangre y agua.”Juan reconoció en aquel signo,
aparentemente casual, el cumplimiento de las profecías: del corazón
de Jesús, Cordero inmolado sobre la cruz, brotan el perdón y la
vida”.
Pero
la misericordia de Jesús “no es sólo un sentimiento: es una
fuerza que da vida, ¡que resucita al hombre!”, como dice el
Evangelio de hoy que habla de la compasión de Cristo por la viuda de
Naín, que estaba a punto de enterrar a su único hijo cuando pasa
Jesús. “Dice el evangelista Lucas: “Al verla, el Señor se
conmovió”. Esta “compasión” es el amor de Dios por el
hombre, es la misericordia, o sea la actitud de Dios en contacto con
la miseria humana, con nuestra indigencia, nuestro sufrimiento,
nuestra angustia. El término bíblico “compasión” recuerda las
entrañas maternas: la madre, efectivamente, siente de una forma que
es sólo suya el dolor de los hijos. Así nos ama Dios, dice la
Escritura”.
“Y
¿cuál es el fruto de este amor, de esta misericordia? ¡Es la vida!
Jesús dice a la viuda de Naín: “¡No llores!” y luego llama al
muchacho muerto y lo despierta como de un sueño. Pensemos en esto.
La misericordia de Dios da vida al hombre, lo resucita de la muerte.
El Señor nos mira siempre con misericordia...nos espera con
misericordia. ¡No tengamos miedo de acercarnos a Él! ¡Tiene un
corazón misericordioso! Si le enseñamos nuestras heridas
interiores, nuestros pecados, nos perdona siempre. ¡Es pura
misericordia!”.
Después
de la oración mariana el Obispo de Roma ha señalado que hoy en
Cracovia (Polonia), son proclamadas beatas dos religiosas polacas,
Sofia Czeska Maciejowska, que en la primera mitad del siglo XVII
fundó la Congregación de las Vírgenes de la Presentación de la
Bienaventurada Virgen María y Margarita Lucia Szewczyk que, en el
siglo XIX fundó la Congregación de las Hijas de la Bienaventurada
Virgen María de los Dolores. “Con la Iglesia en Cracovia demos
gracias a Dios!”.
Por
último se ha dirigido a un grupo de peregrinos de la ciudad italiana
de Ortona donde se veneran las reliquias del apóstol Tomás y les da
ha dado las gracias por el “camino que han recorrido: desde Tomás
a Pedro”.
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