CIUDAD DEL VATICANO, 16 MAG 2004 (VIS).-El Papa celebró esta mañana la Eucaristía en la Plaza de San Pedro y canonizó en presencia de unas 50.000 personas a los Beatos Luigi Orione, Annibale Maria Di Francia, José Manyanet y Vives, Nimatullah Kassab Al-Hardini, Paola Elisabetta Cerioli y Gianna Beretta Molla.
En la homilía, el Santo Padre dijo que "la verdadera paz es fruto de la victoria de Cristo sobre el poder del mal, del pecado y de la muerte. Quienes le siguen fielmente llegan a ser testigos y constructores de su paz".
Refiriéndose a San Luigi Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia y de la Congregación de las Pequeñas Religiosas Misioneras de la Caridad, Juan Pablo II dijo que "era un hombre totalmente entregado a la causa de Cristo y de su Reino. Los sufrimientos físicos y morales, la fatiga, las dificultades, incomprensiones y obstáculos de todo tipo caracterizaron su ministerio apostólico. (…) La pasión de Cristo fue el alma de su vida valiente, el impulso interior de un altruismo sin reservas, la fuente siempre fresca de una esperanza indestructible".
"A los Padres Rogacionistas y a las Hijas del Celo Divino -continuó hablando de San Annibale Maria Di Francia-, dejó la tarea de darse con todas las fuerzas para que la oración por las vocaciones fuese 'incesante y universal'. Esta misma invitación la dirige el fundador a los jóvenes de nuestro tiempo, sintetizándola en su habitual exhortación: 'Enamoraos de Jesucristo'. De esta intuición providencial surgió en la Iglesia un gran movimiento de oración por las vocaciones".
San José Manyanet, "verdadero apóstol de la familia", dijo el Papa, "inspirándose en la escuela de Nazaret, realizó su proyecto de santidad personal y se dedicó, con entrega heroica, a la misión que el Espíritu le confiaba. Para ello fundó dos Congregaciones Religiosas", la de los Hijos de la Sagrada Familia de Jesús, María y José y de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret. "Un símbolo visible de su anhelo apostólico es también el templo de la Sagrada Familia de Barcelona". Hablando en catalán, Juan Pablo II pidió que el nuevo santo "bendiga a todas las familias y ayude a llevar los ejemplos de la Sagrada Familia a vuestros hogares".
De San Nimatullah Kassab Al-Hardini, presbítero, de la Orden Libanesa Maronita, el Papa destacó que "fue un hombre de oración, enamorado de la Eucaristía. (…) Se entregó totalmente al Señor en una vida de gran renuncia, mostrando que el amor de Dios es la única fuente verdadera de alegría y de dicha para el ser humano".
"Contemplando la Sagrada Familia, Santa Paola Elisabetta Cerioli, religiosa, fundadora del Instituto de las Religiosas de la Sagrada Familia y de la Congregación de la Sagrada Familia de Bergamo -prosiguió el Santo Padre-, intuyó que las comunidades familiares son sólidas cuando los lazos de parentela son sostenidos y cimentados al compartir los valores de la fe y la cultura cristiana".
Juan Pablo II concluyó refiriéndose a la madre de familia Santa Gianna Beretta Molla, cuyo marido -de 92 años- estaba presente en la canonización: "El sacrificio extremo que selló su vida testimonia como sólo quien tiene la valentía de donarse totalmente a Dios y a los hermanos se realiza a sí mismo. ¡Que nuestra época vuelva a descubrir a través del ejemplo de Gianna Beretta Molla, la belleza pura, casta y fecunda del amor conyugal, vivido como respuesta a la llamada divina!".
Después de la misa y antes de rezar el Regina Coeli, el Papa saludó a las autoridades civiles y religiosas de los países de procedencia de lo seis nuevos santos -Líbano, España e Italia- y a todos los peregrinos que asistieron a la canonización.
HML/CANONIZACION/… VIS 20040517 (630)
En la homilía, el Santo Padre dijo que "la verdadera paz es fruto de la victoria de Cristo sobre el poder del mal, del pecado y de la muerte. Quienes le siguen fielmente llegan a ser testigos y constructores de su paz".
Refiriéndose a San Luigi Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia y de la Congregación de las Pequeñas Religiosas Misioneras de la Caridad, Juan Pablo II dijo que "era un hombre totalmente entregado a la causa de Cristo y de su Reino. Los sufrimientos físicos y morales, la fatiga, las dificultades, incomprensiones y obstáculos de todo tipo caracterizaron su ministerio apostólico. (…) La pasión de Cristo fue el alma de su vida valiente, el impulso interior de un altruismo sin reservas, la fuente siempre fresca de una esperanza indestructible".
"A los Padres Rogacionistas y a las Hijas del Celo Divino -continuó hablando de San Annibale Maria Di Francia-, dejó la tarea de darse con todas las fuerzas para que la oración por las vocaciones fuese 'incesante y universal'. Esta misma invitación la dirige el fundador a los jóvenes de nuestro tiempo, sintetizándola en su habitual exhortación: 'Enamoraos de Jesucristo'. De esta intuición providencial surgió en la Iglesia un gran movimiento de oración por las vocaciones".
San José Manyanet, "verdadero apóstol de la familia", dijo el Papa, "inspirándose en la escuela de Nazaret, realizó su proyecto de santidad personal y se dedicó, con entrega heroica, a la misión que el Espíritu le confiaba. Para ello fundó dos Congregaciones Religiosas", la de los Hijos de la Sagrada Familia de Jesús, María y José y de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret. "Un símbolo visible de su anhelo apostólico es también el templo de la Sagrada Familia de Barcelona". Hablando en catalán, Juan Pablo II pidió que el nuevo santo "bendiga a todas las familias y ayude a llevar los ejemplos de la Sagrada Familia a vuestros hogares".
De San Nimatullah Kassab Al-Hardini, presbítero, de la Orden Libanesa Maronita, el Papa destacó que "fue un hombre de oración, enamorado de la Eucaristía. (…) Se entregó totalmente al Señor en una vida de gran renuncia, mostrando que el amor de Dios es la única fuente verdadera de alegría y de dicha para el ser humano".
"Contemplando la Sagrada Familia, Santa Paola Elisabetta Cerioli, religiosa, fundadora del Instituto de las Religiosas de la Sagrada Familia y de la Congregación de la Sagrada Familia de Bergamo -prosiguió el Santo Padre-, intuyó que las comunidades familiares son sólidas cuando los lazos de parentela son sostenidos y cimentados al compartir los valores de la fe y la cultura cristiana".
Juan Pablo II concluyó refiriéndose a la madre de familia Santa Gianna Beretta Molla, cuyo marido -de 92 años- estaba presente en la canonización: "El sacrificio extremo que selló su vida testimonia como sólo quien tiene la valentía de donarse totalmente a Dios y a los hermanos se realiza a sí mismo. ¡Que nuestra época vuelva a descubrir a través del ejemplo de Gianna Beretta Molla, la belleza pura, casta y fecunda del amor conyugal, vivido como respuesta a la llamada divina!".
Después de la misa y antes de rezar el Regina Coeli, el Papa saludó a las autoridades civiles y religiosas de los países de procedencia de lo seis nuevos santos -Líbano, España e Italia- y a todos los peregrinos que asistieron a la canonización.
HML/CANONIZACION/… VIS 20040517 (630)
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario