CORAZONES ABIERTOS PARA DAR GRACIAS A LA INMACULADA

CIUDAD DEL VATICANO, 8 DIC 2002 (VIS) - Juan Pablo II rezó el Angelus de hoy, segundo domingo de Adviento y solemnidad de la Inmaculada Concepción, con miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

  Antes de la oración, el Papa recordó que "con el rezo del Angelus, tres veces al día, repetimos 'et Verbum caro factum est'-'Y el Verbo se hizo carne'. Durante el Adviento esas tres palabras del Evangelio asumen un significado todavía más intenso porque la liturgia nos hace revivir el clima de la espera de la Encarnación del Verbo".

  "Por este motivo -prosiguió-, el Adviento nos ofrece el contexto ideal para la solemnidad de María Inmaculada. La humilde muchacha de Nazaret, que con su 'sí' al  ngel cambió el curso de la historia, fue preservada de toda mancha de pecado desde su concepción. La primera en beneficiarse de la obra de salvación cumplida por Jesucristo fue Ella, elegida desde la eternidad para ser su madre".

  El Santo Padre subrayó que "por esa razón nuestros ojos permanecen fijos en el misterio de su Inmaculada Concepción, mientras el corazón se abre a un canto coral de agradecimiento. (...) Esta tarde renovaré con alegría el tradicional homenaje a María en la Plaza de España, haciéndome intérprete de la devoción de la diócesis de Roma y de toda la Iglesia".

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