Ciudad
del Vaticano, 24 marzo 2014
(VIS).- El Papa Francisco ha recibido esta mañana en el Vaticano a
los participantes de la plenaria del Pontificio Consejo para los
Agentes Sanitarios, que preside el arzobispo Zygmunt Zimowski. “Es
cierto -ha dicho-, que incluso en el sufrimiento nunca nadie está
solo, porque Dios en su amor misericordioso por el hombre y el mundo
abraza hasta las situaciones más inhumanas, cuando la imagen del
Creador presente en cada persona aparece borrosa o desfigurada. Así
ocurrió con Jesús en su Pasión...Y aquí, en la Pasión de Jesús,
está la escuela más grande para todo aquel que quiera dedicarse al
servicio de los hermanos enfermos y que sufren”.
Francisco
ha recordado, con ocasión de la fiesta de la solemnidad de la
Anunciación del Señor que se celebra mañana, cómo María acogió
“la Vida” en nombre de todos. “María ofreció su propia
existencia, su total disposición a la voluntad de Dios,
convirtiéndose en el "lugar" de su presencia, en el
"lugar" donde mora el Hijo de Dios”.
“La
experiencia del compartir fraterno con los que sufren -ha continuado-
nos abre a la verdadera belleza de la vida humana, incluyendo su
fragilidad. En la salvaguardia y la promoción de la vida, sea cual
sea la etapa o el estado en la que se encuentre, podemos reconocer la
dignidad y el valor de cada ser humano, desde la concepción hasta la
muerte”.
Al
final, el Papa les ha animado a recordar siempre durante su trabajo:
“La carne de Cristo presente en los pobres, en los que sufren, en
los niños, también los no deseados, en las personas con
discapacidades físicas o mentales y en los ancianos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario