Ciudad
del Vaticano, 15 de septiembre 2013 (VIS).-Después de rezar el
Ángelus, el Papa ha hablado de la beatificación, ayer en Argentina,
del “Cura Brochero”, que “empujado por el amor de Cristo se
dedicó completamente a su rebaño, para llevar a todos el Reino de
Dios, con inmensa misericordia y entrega ... Estaba con la gente e
intentaba que muchos hicieran los ejercicios espirituales. Recorría
kilómetros y kilómetros, atravesando las montañas, montado en su
mula que se llamaba “Malacara” por lo fea que era. Cabalgaba bajo
la lluvia.¡Era valiente! Pero también vosotros, que estáis aquí
con toda esta lluvia, tenéis valor... Al final de su vida, este
beato era ciego y leproso, pero lleno de alegría, la alegría del
Buen Pastor, la alegría del Pastor misericordioso”.
“Deseo
unirme a la alegría de la Iglesia en Argentina por la beatificación
de este pastor ejemplar que, a lomo de mula, recorrió
infatigablemente los áridos caminos de su parroquia, buscando, casa
por casa, las personas que le habían sido encomendadas para
llevarlas a Dios. Pidamos a Cristo, por la intercesión del nuevo
beato, que se multipliquen los sacerdotes que, imitando al Cura
Brochero, entreguen su vida al servicio de la evangelización, tanto
de rodillas, ante el crucifijo, como dando testimonio por todas
partes del amor y la misericordia de Dios”.
Por
último ha recordado que hoy en Turín concluye la Semana Social de
los Católicos Italianos que ha estado dedicada al tema “Familia,
esperanza y futuro para la sociedad italiana” y ha saludado a todos
los participantes alegrándose por el compromiso de la Iglesia
italiana con y por las familias que constituye “un fuerte estímulo
para las instituciones y para todo el país”.
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