Ciudad
del Vaticano, 7 de octubre 2012 (VIS).-En el Ángelus, Benedicto XVI,
recordó que hoy en el santuario italiano de Pompeya, dedicado a la
Virgen del Rosario, se reza la tradicional Súplica en la que
participan miles de personas en todo el mundo.
“Nos
unimos espiritualmente a esa invocación coral -dijo el Papa- y
quisiera proponer a todos que valorizasen la oración del Rosario en
el próximo Año de la Fe. Efectivamente, con el Rosario nos dejamos
guiar por María, modelo de fe, en la meditación de los misterios de
Cristo y, día tras día, nos ayuda a asimilar el Evangelio, para que
dé forma a nuestra vida. Por lo tanto, como hicieron mis
predecesores, en particular al beato Juan Pablo II, que hace diez
años escribió la carta apostólica “Rosarium Virginis Mariae”,
invito a rezar el Rosario personalmente, en la familia y en la
comunidad, siguiendo la escuela de María, que nos lleva a Cristo,
centro vivo de nuestra fe”.
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