Ciudad
del Vaticano, 10 mayo 2012 (VIS).- Benedicto XVI dio la bienvenida esta
mañana a una delegación del Congreso Judío Latinoamericano “el primer
grupo que representa a organizaciones y comunidades judías en América
Latina con el que me he encontrado aquí en el Vaticano”, dijo el Papa,
recordando que “en toda Latinoamérica hay comunidades judías dinámicas,
especialmente en Argentina y Brasil, que viven junto a una gran mayoría
de católicos. A partir de los años del Concilio Vaticano II, las
relaciones entre judíos y católicos se han fortalecido también en su
región, y hay diversas iniciativas que siguen profundizando la mutua
amistad”.
El
Santo Padre reafirmó que la Declaración “Nostra Aetate” del Concilio
Vaticano II, “sigue siendo la base y guía en nuestros esfuerzos por
promover mayor comprensión, respeto y cooperación entre nuestras dos
comunidades. Esta Declaración no sólo asumió una neta posición contra
toda forma de antisemitismo, sino que sentó también las bases para una
nueva valoración teológica de la relación de la Iglesia con el judaísmo,
y manifestó su confianza en que el aprecio de la herencia espiritual
compartida por judíos y cristianos llevaría a una comprensión y estima
mutua cada vez mayor”.
“Al
considerar el progreso adquirido en los últimos cincuenta años de
relaciones judeo-católicas en todo el mundo, no podemos por menos que
dar gracias al Todopoderoso por este signo evidente de su bondad y
providencia. Con el crecimiento de la confianza, el respeto y la buena
voluntad, grupos que inicialmente se relacionaban con cierta
desconfianza, se han convertido paso a paso en socios de confianza y
amigos, buenos amigos incluso, capaces de hacer frente juntos a la
crisis y superar los conflictos de manera positiva. Ciertamente, aún
queda mucho por hacer en la superación de los lastres del pasado, en el
fomento de mejores relaciones entre nuestras dos comunidades, y en la
respuesta a los desafíos que afrontan cada vez más los creyentes en el
mundo actual. Sin embargo, es un motivo para dar gracias el que estemos
comprometidos a recorrer juntos el camino del diálogo, la reconciliación
y la cooperación”.
“En
un mundo cada vez más amenazado por la pérdida de los valores
espirituales y morales, que son los que pueden garantizar el respeto de
la dignidad humana y la paz duradera, un diálogo sincero y respetuoso
entre religiones y culturas es crucial para el futuro de nuestra familia
humana. Tengo la esperanza de que esta visita de hoy sea una fuente de
aliento y confianza renovada a la hora de afrontar el reto de construir
lazos cada vez más fuertes de amistad y colaboración, y de dar
testimonio profético de la fuerza de la verdad de Dios, la justicia y el
amor reconciliador, para el bien de toda la humanidad”, finalizó el
Santo Padre.
Soy del Camino Neocatecumenal y dentro la formación de la iniciación cristiana,se aprende y se valora las raíces judías de la Fe Cristiana,como el origen de la Eucaristía y la Pascua por ejemplo y que el pueblo judío todavía sigue siendo el pueblo elegido de Dios,aunque no hallen reconocido a Jesús como el mesias.Ellos son nuestros Hermanos Mayores en la Fe y por ello hay que relacionarse no como una religión mas como otra en el mundo,sino verlos como el tronco del olivo,que recibió las promesas de Dios y nosotros los cristianos, somos los nuevos injertos de este olivo,por la gracia redentora de Jesucristo,que también recibimos las mismas promesas de Dios,que somos también hijos del linaje de Abraham.Me alegro que la Iglesia desde el Concilio Vaticano II,ha hecho grandes esfuerzos y por gracia del Espíritu Santo,llegar a dialogar amistosamente y en la verdad,por el origen común,con el pueblo judío.
ResponderEliminar