Ciudad
del Vaticano, 21 abril 2012
(VIS).- La Gewandhausorchester de Leipzig (Alemania), dirigida por el
maestro Riccardo Chailly, interpretó ayer en el Aula Pablo VI la
Sinfonía nr.2 “Lobgesang” de Felix Mendelssohn Bartholdy, para
homenajear a Benedicto XVI en su octogésimo quinto cumpleaños. El
concierto contó con el patrocinio del estado libre de Sajonia y de
la ciudad de Leipzig.
Después
de la ejecución y tras dar las gracias a los intérpretes y
patrocinadores del evento, el Santo Padre recordó que Mendelssohn
compuso esa sinfonía para celebrar el IV centenario de la invención
de la imprenta, y que su estreno tuvo lugar en la Thomaskirche de
Liepzig, la iglesia de Johann Sebastian Bach, el 25 de enero de 1840.
El mismo Mendelssohn, que durante años fue director de la orquesta
de la Gewandhaus, estuvo en el podio en esa ocasión.
“El
arte como alabanza a Dios, Belleza suprema -dijo el Papa-, está en
la base de la forma de componer de Mendelssohn, y no solo por cuanto
se refiere a la música litúrgica o sacra, sino a su entera
producción (…) Para él, la música sacra, como tal, no estaba un
peldaño más arriba que la otra; cada una, a su manera, debía
servir para rendir homenaje a Dios”.
El
Santo Padre concluyó citando las palabras que Robert Schumann
escribió en la revista “Nue Zeitschrift für Musik” después de
haber asistido a la primera ejecución de esta sinfonía: “Dejad
que, como dice el texto espléndidamente puesto en música por el
Maestro, 'abandonemos cada vez más las obras de la oscuridad para
empuñar las armas de la luz'”.
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