Ciudad
del Vaticano, 10 mayo 2014 (VIS).- Hoy por la tarde, en la Plaza San
Pedro, el Santo Padre ha encontrado a la escuela italiana:
profesores, padres, educadores, alumnos y trabajadores. El evento ha
sido organizado por la Conferencia Episcopal Italiana con el proyecto
''La Iglesia para la Escuela''. A las 16.15 horas el Papa ha salido
a San Pedro y en su jeep ha recorrido la Plaza y la vía de la
Conciliación saludando a todos los presentes. A las 17 horas bajo el
tema ''We care - Nos importa' ha comenzado el encuentro con el saludo
del cardenal Angelo Bagnasco, Presidente de la CEI y de la profesora
Stefania Giannini, ministro de Educación de Italia. Junto a los
momentos de música y espectáculos algunos participantes han
compartido sus testimonios.
Al
final, el Papa Francisco ha dirigido unas palabras a los presentes.
''Se nota que esta manifestación no es contra sino para -ha dicho-
No es una queja sino una fiesta. Una fiesta para la escuela. Sabemos
que hay problemas y cosas que no funcionan. Pero vosotros estáis
aquí porque amáis la escuela''. Francisco ha reconocido que también
él, por varios motivos, la ama: ''porque es sinónimo de apertura a
la realidad. Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a
la realidad, en la riqueza de sus aspectos, de sus dimensiones. Esto
es precioso -ha continuado- En los primeros años se aprende a 360
grados, después poco a poco se profundiza un camino y al final se
especializa. Pero si uno ha aprendido a aprender, esto le acompaña
para siempre, se convierte en una persona abierta a la realidad. Los
profesores son los primeros que tienen que estar abiertos a la
realidad, ¡con la mente siempre abierta para aprender! Porque si no
está abierto a aprender no es buen profesor y ni siquiera es
interesante. Los chicos entienden y tienen olfato y les atraen los
profesores que tienen un pensamiento abierto ''incompleto'' que
buscan más cosas y contagian esta actitud a los estudiantes''.
Un
segundo motivo, ''porque la escuela es un lugar de encuentro. Esto es
fundamental en la edad del crecimiento, como complemento de la
familia -ha añadido- La escuela es la primera sociedad que integra
la familia. La escuela y la familia no se oponen nunca. Son
complementarias, por lo tanto es importante que colaboren entre ellas
en el respeto mutuo''. ''Para educar un hijo se necesita un
pueblo''., ha dicho recordando un proverbio africano.
Por
último el Pontífice ha declarado que ama la escuela porque ''nos
educa en la verdad, en el bien y en la belleza''. ''La educación -ha
continuado- no puede ser neutra. O es positiva, o es negativa; o
enriquece o empobrece; o hace crecer la persona o la deprime, e
incluso puede corromperla. La misión de la escuela es desarrollar
el sentido de verdad, del bien y de la belleza. Y esto ocurre a
través de un camino lleno de muchos ingredientes. Por esto hay
tantas disciplinas. Porque el desarrollo es el fruto de varios
elementos que actúan juntos y estimulan la inteligencia, la
consciencia, la afectividad, el cuerpo, etc...''
''Si
una cosa es real, es buena y es bella; si es bella, es buena y real;
y si es buena, es real y bella. Juntos, estos elementos nos hacen
crecer y nos ayudan a amar la vida, incluso cuando estamos mal, en
medio de los problemas. La verdadera educación -ha finalizado- nos
hace amar la vida y nos abre a la totalidad de la vida''.
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