Ciudad
del Vaticano, 10 mayo 2014
(VIS).- El Papa Francisco ha recibido hoy en audiencia a los
participantes en la conferencia internacional organizada por la
Fundación Centesimus Annus-Pro Pontifice ''La buena sociedad y el
futuro de los empleos ¿La solidaridad y la fraternidad pueden ser
parte de las decisiones empresariales?'' , que se ha celebrado en
Roma del 8 al 10 de mayo.
''En
el sistema económico actual, y en la mentalidad que genera, la
palabra "solidaridad" ha pasado a ser incómoda, incluso
molesta -ha afirmado el Santo Padre- La crisis de los últimos años,
cuyas causas profundas son de orden ético, ha agudizado esta
"alergia" a palabras como solidaridad, distribución
equitativa de bienes, prioridad del trabajo ... Y la razón es que no
se logra -o no se quiere - estudiar realmente cómo estos valores
éticos puedan concretarse en valores económicos, es decir, suscitar
dinámicas virtuosas en la producción , en el trabajo , en el
comercio, en las mismas finanzas. Y precisamente esto es lo que
queréis hacer vosotros, aunando lo teórico y lo práctico , el
pensamiento y las experiencias en el campo''.
'La
conciencia del empresario es el lugar existencial en la que se
realiza esta búsqueda.. En particular, el empresario cristiano está
llamado a comparar siempre el Evangelio con la realidad en la que
actúa y el Evangelio le pide que ponga en primer lugar a la
persona humana y al bien común, le pide cumplir la parte que le
corresponde para asegurarse de que haya oportunidades de trabajo, y
de trabajo digno. Por supuesto , esta "empresa" no se puede
llevar a cabo de manera aislada, sino en colaboración con otras
personas que compartan la base ética y tratando de ampliar lo más
posible esa red''.
La
comunidad cristiana -la parroquia, la diócesis, las asociaciones-
es ''el lugar donde el empresario, pero también el político, el
profesional, el sindicalista se nutren de la savia para alimentar su
compromiso y confrontarse con los demás. Es indispensable, porque
el ambiente de trabajo a veces se vuelve estéril , hostil, inhumano.
La crisis somete a duras pruebas la esperanza de los empresarios; no
hay que dejar solas a las personas que más lo necesitan''
Francisco
ha recordado a los miembros de la Fundación que ese era el ámbito
de su testimonio y que el Concilio Vaticano II insistió en que los
fieles laicos estaban llamados a cumplir su misión en los ámbitos
de la vida social , económica, política . ''Vosotros con la ayuda
de Dios y de la Iglesia -ha subrayado- podéis dar un testimonio
eficaz en vuestro campo, porque no lleváis solo palabras o
discursos sino la experiencia de las personas y empresas que quieren
poner en práctica, concretamente, los principios de ética cristiana
en la situación actual del mundo del trabajo. Este testimonio es de
importancia primaria y os animo a darlo con fe, también dedicando
a la oración el tiempo necesario, porque también el laico,
incluido el empresario tiene que rezar y rezar mucho cuando los retos
se hacen más duros''.
Al
final el Obispo de Roma se ha referido a su reciente catequesis sobre
el don del consejo, uno de los siete dones del Espíritu Santo, que
también los empresarios tienen que pedir a Dios ''para actuar y
tomar decisiones encaminadas al bien común''.
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