Ciudad
del Vaticano, 21 mayo 2014
(VIS).- El don de ciencia que ''no se limita al conocimiento humano,
sino que a través de la creación nos lleva a percibir la grandeza
de Dios y su amor por sus criaturas'', ha sido el tema de la
catequesis del Papa durante la audiencia general de los miércoles.
Ante
más de 50.000 personas en la Plaza de San Pedro, Francisco ha
explicado que este don del Espíritu Santo nos hace también
descubrir cómo la belleza e inmensidad del cosmos nos habla del
Creador y nos invita a alabarlo ''desde lo más profundo de nuestro
corazón y a reconocer, en todo lo que tenemos y somos un don
inestimable de Dios y un signo de su amor infinito por nosotros''.
Ya
en el primer capítulo del Génesis, al comienzo de la Biblia, se
evidencia que Dios mismo se alegró de su obra ''subrayando
repetidamente la belleza y la bondad de cada cosa.. Si
Dios ve que la creación es buena y bella- ha dicho Francisco-
también nosotros tenemos que asumir esa actitud.. Y cuando Dios
acabó de crear al hombre no dijo ''vio que era bueno'', sino '' vio
que era muy bueno''. A los ojos de Dios somos lo más hermoso, lo más
grande, lo mejor de la creación: hasta los ángeles están por
debajo de nosotros; somos más que los ángeles. El Señor nos quiere
y tenemos que agradecérselo. El don de ciencia nos sintoniza
en profundidad con el Creador y nos hace participar en la claridad de
su mirada y de su juicio. Y, desde esta perspectiva -ha dicho el
Papa-descubrimos que el hombre y la mujer son el culmen de la
creación, como coronación de un plan de amor grabado en cada uno de
nosotros y que nos lleva a reconocernos como hermanos y hermanas''.
Todo
esto es ''motivo de serenidad y de paz y hace del cristiano un
testigo gozoso de Dios, como lo fueron San Francisco de Asís y
tantos otros santos que alabaron y cantaron su amor a través de la
contemplación de la creación. Del mismo modo el don de ciencia nos
ayuda a no caer en el peligro de... creernos dueños absolutos de
ella. La creación no es una propiedad de la que podemos disponer
como nos parezca, ni mucho menos es sólo propiedad de algunos, de
pocos: la creación es un don maravilloso que Dios nos ha dado para
que la cuidemos y la utilicemos con respeto, gratitud y en beneficio
de todos''.El don de ciencia ayuda también a evitar otro riesgo que
es el de limitarnos a las criaturas. ''como si sólo ellas
representasen la respuesta a todas nuestras expectativas''.
El Papa ha insistido en el primer
riesgo, apropiarse de la creación en vez de cuidarla . La
creación,''es un regalo que nos ha hecho Dios... y cuando la
explotamos, destruimos el signo de su amor. Destruir la creación es
decir a Dios: ''No me gusta'' Y esto no está bien, es un pecado. El
cuidado de la creación es el cuidado del regalo de Dios, es decir a
Dios: ''Gracias, yo soy el que cuida la creación pero para que
progrese, jamás para destruir tu regalo''.
''Ese debe ser nuestro comportamiento
con la creación porque si la destruimos, ella nos destruirá. ¡No
lo olvidéis!'', ha reiterado el Papa, recordando después que hace
tiempo en el campo una persona muy sencilla, a la que le gustaban las
flores le dijo: ''Tenemos que cuidar de las cosas bellas que Dios
nos ha dado; la creación es para nosotros para que la aprovechemos
bien; no para explotarla sino para cuidarla porque Dios perdona
siempre, nosotros los seres humanos perdonamos algunas veces, pero la
creación no perdona jamás y se no la cuidas te destruirá''.
''Tenemos que pensar en todo esto -ha
concluido- y pedir al Espíritu Santo el don de la ciencia para
entender que la creación es el regalo más hermoso de Dios que hizo
tantas cosas buenas, pero la mejor es el ser humano''.
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