Ciudad
del Vaticano, 12 enero 2014 (VIS).- Esta mañana, a las 9.30 horas,
festividad del Bautismo del Señor, el Santo Padre presidió, en la
Capilla Sixtina y por primera vez en su pontificado, la santa misa
del bautismo. En el curso de la celebración, Francisco bautizó a 32
bebes: 18 niñas y 14 niños. Entre los pequeños se encontraba
Giulia, la hija de una pareja casada sólo por el rito civil, que
hace tiempo en una audiencia, pidieron al Pontífice que bautizara a
su hija.
“Estos
niños son un eslabón de una cadena. Vosotros padres, bautizáis al
niño o a la niña, pero dentro pocos años serán ellos los que
bauticen a un hijo o a un nieto. ¡Esta es la cadena de la fe! ¿Qué
quiere decir esto? Yo solo os digo que sois vosotros los que
transmitís la fe, los transmisores; tenéis el deber de transmitir
la fe a estos niños. Es el legado más bonito que les dejáis: !la
fe! Sólo esto. Hoy llevaos a casa esta idea. Tenemos que ser
transmisores de fe. Pensad en esto, ¡pensad siempre en la manera de
transmitir la fe a los niños!”.
Francisco
bromeó en la homilía sobre el ruido y los llantos de los pequeños.
“Hoy canta el coro -dijo-, pero el coro más hermoso es el ruido de
los niños”. Asimismo animó a las mamás a dar el pecho a los
chiquitines si era necesario. “Algunos lloran, porque no están a
gusto o porque tienen hambre: pero si tienen hambre, mamás, darles
de comer, tranquilas, porque aquí son ellos los protagonistas”.
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