Ciudad
del Vaticano, 30 septiembre 2013
(VIS).-Mañana, 1 de octubre, tendrá lugar la primera de las tres
reuniones del Papa Francisco con el Consejo de Cardenales, instituido
con el Quirógrafo del 28 de septiembre.
El
consejo está compuesto por los cardenales: Giuseppe Bertello,
Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano,
Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de
Chile (Chile), Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India), Reinhard
Marx, arzobispo de München und Freising (Alemania), Laurent
Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del
Congo),Sean Patrick O'Malley, O.F.M. Cap., arzobispo de Boston
(EE.UU) George Pell, arzobispo de Sydney (Australia). Oscar Andrés
Rodríguez Maradiaga, S.D.B., arzobispo de Tegucigalpa (Honduras),
con funciones di coordinador y el obispo Marcello Semeraro de Albano
(Italia) con funciones de secretario.
Durante
tres días el Consejo se reunirá en la Biblioteca privada de la III
loggia, es decir en el Apartamento Papal y las sesiones de trabajo
serán matutinas y vespertinas. El Santo Padre participará en ellas,
excepto el miércoles por la mañana cuando tiene lugar la audiencia
general, ha explicado el director de la Oficina de Prensa de la Santa
Sede, Padre Federico Lombardi. S.I., aclarando que las conversaciones
serán privadas, es decir, no se prevé ninguna comunicación una vez
terminadas. También ha puntualizado que, como se lee en el
quirógrafo publicado hoy, el Papa se reserva la facultad de
configurar el Consejo de la forma más adecuada, pudiendo aumentar el
número de miembros.
Asimismo
ha observado que todos los miembros del Consejo, excepto el
Secretario y el cardenal Bertello (que representa a la Curia) son
arzobispos de grandes diócesis y por lo tanto con amplia experiencia
pastoral. “La institución del Consejo de Cardenales - ha dicho- es
un enriquecimiento ulterior que brinda el Papa al gobierno de la
Iglesia” y ha recordado que Francisco en su pontificado recurre con
frecuencia a las consultas, como en el caso de la reunión con los
jefes de dicasterio, y muestra de ello es también su interés por
la renovación del método de trabajo del Sínodo.
El
Consejo no está en relación con otras instituciones de la Iglesia y
no es un elemento de arquitectura de la misma, sino un órgano
consultivo del Papa, ha proseguido Lombardi, explicando que desde el
anuncio, en abril, de la institución de un grupo de ocho cardenales
para ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia, los componentes han
recogido sugerencias y propuestas en sus áreas de competencia
respectivas. También, en preparación de la reunión de octubre, han
llegado al Papa contribuciones de otro tipo, se ha solicitado el
parecer de los jefes de dicasterio y se ha consultado a la Secretaría
de Estado y al colegio cardenalicio. “El Consejo - ha dicho- tiene
ya ochenta documentos que han circulado entre ellos y el Secretario,
el obispo Semeraro, ha preparado una amplia síntesis. Igualmente, a
lo largo de estos meses, han hablado también unos con otros y en
algunas ocasiones, con el Santo Padre”.
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