Ciudad
del Vaticano, 28 enero 2013
(VIS).-Benedicto XVI concederá a los fieles indulgencias especiales
con motivo de la XXI Jornada Mundial del Enfermo (7 -11 de febrero,
Altötting, Alemania) según informa el decreto hecho público hoy
firmado por el cardenal Manuel Monteiro de Castro y por el obispo
Krzysztof Nykiel, respectivamente Penitenciario Mayor y Regente de la
Penitenciaría Apostólica.
Las
personas, que siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano, “con
espíritu de fe y ánimo misericordioso se pongan al servicio de los
hermanos que sufren o, que si están enfermos soporten los dolores y
las adversidades de la vida (...) dando testimonio de fe a través
del camino del Evangelio del sufrimiento”, obtendrán la
indulgencia plenaria, una vez al día y con las condiciones
habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración
por las intenciones del Papa), aplicable en sufragio de las almas de
los fieles difuntos:
A)-Cada
vez que del 7 al 11 del próximo mes de febrero en el santuario
mariano de Altötting, o en cualquier otro lugar establecido por la
autoridad eclesiástica, participen en una ceremonia celebrada para
rezar a Dios por los propósitos de la Jornada Mundial del Enfermo,
rezando el Padre nuestro, el Credo y una invocación a la
Bienaventurada Virgen María.
-Los
fieles que, en los hospitales públicos o en cualquier casa privada,
atienden con caridad, como el Buen Samaritano, a los enfermos y, con
motivo de su servicio no puedan participar en dichos actos, obtendrán
el mismo don de indulgencia plenaria si, durante esos días, prestan
con generosidad, al menos por alguna hora, su asistencia como si lo
hicieran con el mismo Cristo Señor y rezan el Padre nuestro, el
Credo y una invocación a la Bienaventurada Virgen María, con
despego por el pecado y con el propósito de cumplir, lo antes
posible los requisitos para conseguir la indulgencia plenaria.
-Los
fieles que, por enfermedad, edad avanzada u otra razón parecida, no
puedan tomar parte en las ceremonias indicadas, obtendrán la
indulgencia plenaria si, con despego del pecado, y con el propósito
de cumplir lo antes posible las condiciones habituales, participan
espiritualmente en las sagradas funciones en los días determinados,
particularmente mientras las celebraciones litúrgicas y el mensaje
del sumo pontífice se transmiten por televisión o por radio, rezan
por todos los enfermos y ofrecen a Dios a través de la Virgen María,
“Salus infirmorum”, sus sufrimientos físicos y espirituales.
B)La
indulgencia parcial será obtenida por todos los fieles cada vez que
eleven a Dios misericordioso en los días indicados oraciones en
ayuda de los enfermos en el espíritu en este Año de la Fe.
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